Siren

Siren 51

[Sooyoung]

—Joy... Realmente lo siento mucho, siento que hayas tenido que pasar por todo eso completamente sola, sin ayuda de seres en los que confías en un mundo ajeno al tuyo. Tuviste que adaptarte y aprender todo en un solo round, vivir como ellos quisieran... Lo siento.

Se acerca en un intento de abrazarme, pero me alejo impidiéndoselo. Las ganas de vomitar vuelven a hacer eco en mí, todo esto me repudia en todo mi ser. ¿Por qué me quiere abrazar? ¿Seguirá sintiendo lastima cuando sepa la verdad... Cuándo sepa que yo soy la causante de todo su sufrimiento?

NO, NO, NO...

No soy la causante. Yo soy Sooyoung, hija de Alana y Verno, hermana de Wendy. Yo soy...

—Yo no... no lo siento—me interrumpo a mí misma. En realidad, es mi subconsciente que aún mantiene el mando de esta realidad, de esta conversación— Me sirvió para aprender, para conocerme a mí misma, a lo que realmente soy—dice, digo.

¡PERO QUÉ DICES! Yo soy Sooyoung.

Mi mente se vuelve loca y algo dentro de mí empieza a crecer enormemente extendiéndose en todas las extremidades de mi cuerpo, lo siento en mis dedos, en las orejas, en mi nariz, en todo mi cuerpo. La magia está al borde de mi ser completamente canalizada y lista para usarse.

Algo dentro de mí acaba de despertar, algo desconocido que no sabía que poseía.

Vuelvo a prestar atención a mi realidad, a mi subconsciente que parece no darse cuenta de la situación o en realidad... en realidad siempre lo supo y estaba esperando este momento. La conversación con Sungjae continua como si nunca hubiéramos descubierto mi origen, la respuesta a todas mis preguntas.

—¿Quedaste inconsciente en algún punto? —pregunta mirándome a los ojos tratando de ver a través de ellos. Está tratando de sacarme algo. ¿Acaso...?

Tomo el control de mí misma y le sostengo la mirada en forma de desafío.

—Sungjae—hablo sin medir mi tono enojado—¿Por qué tantas preguntas? —termino seria. La rabia poco a poco va creciendo al ritmo de mi magia.

—Es que me parece increíble que hayas caminado desde Plaka hasta Psíri—responde inmerso en sus propios pensamientos, puedo decir que no es capaz de captar lo enojada y estresada que estoy ahora.

—¿A qué te refieres? —le respondo en tono más elevado. Es más, ni siquiera estoy prestando atención a lo que me está diciendo, simplemente el enojo está ahí estancándose más y yo simplemente quiero explotar.

—Son 2 días en transporte. ¿Cómo hiciste para llegar en la misma noche?

Parpadeo dos veces y mi cara sería se torna en una de confusión. Los niveles de enojo bajan y me quedo en nada. ¿Qué? ¿De qué está hablando?

Mi subconsciente se encarga de llevarme a ese día en específico, justo cuando empiezo a caminar sin rumbo con la vista empañada por culpa de las lágrimas que continúo derramando. Estoy en Plaka, recuerdo claramente que aún había luz y el olor del océano no se percibía, significado que no había uno cerca de mi olfato. Observo como me desmayo en la calle mirando hacia el cielo para después despertar en otro lugar, con las estrellas menos visibles, con el olor familiar del agua cerca.

No lo puedo creer. Yo...

—No te entiendo Sungjae—respondo con voz robótica inmersa aun en ese día—Deberías de ir a dormir también, en unas horas irás al trabajo—corto la conversación. Me pongo en posición para hacer lo mismo que le indiqué, pero no sé si sea capaz de realizar esa simple acción. ¿Cómo seré capaz de descansar sabiendo todo esto?