Siren

Siren 26

[Joy]

Agradezco al cielo cuando Wendy y yo estamos a pocos pasos de entrar de nuevo al océano, a nuestro hogar del que nunca debimos salir.

Al sumergirme veo a mi misma especie esperándome, pero no logro identificar a nadie de mi cardumen, el hombre de en medio se me acerca y me lleva hasta mi nuevo hogar. Por segundos volteo hacia atrás mientras estoy nadando, no veo a mi Wendy por ningún lado.

Al llegar veo a Galatea, Natalie y Tetis esperándome, con el resto de mi cardumen. No puedo evitar sonreír y sentirme agradecida. Me acerco a ellas con confianza, pero no la suficiente como para abrazarlas, simplemente doy una reverencia completa.

—Sooyoung, bienvenida—me dice Natalie mientras nada a mi alrededor.

—¿Dónde está Wendy? —pregunto impaciente mirando a todos lados.

—Ella se quedará en la tierra un tiempo más, pero volverá—me dice un tritón desde atrás.

—¡¿De qué hablas?! —me altero. No, ella no puede quedarse ahí, tengo que estar con ella si eso significa volver a la tierra.

—Sooyoung, él es Griwea, rey del Índico—se acerca Galatea—También es el esposo de Wendy, reina de tu nuevo hogar. Por favor, inclínate hacia él.

Me quedo anonadada por varios segundos, Galatea siempre tiene esa manía de decir todo lentamente y con voz de Nereida, como si estuviera en sus aposentos. ¿De qué rayos habla?

—¿Wendy reina de esto? —digo riéndome—Sé que te alegras de verme—me dirijo a Galatea—Pero no sabía que aquí en el océano también se hicieran bromas.

—Sooyoung—me llama la atención Tetis—No te dirijas a ella de ese modo.

—Wendy es reina del Indico, lo que significa que ahora es Sirena Coronada del cardumen, ¿Cuándo paso eso? ¿Por qué nunca supe nada?

—Querida, mientras tú te hacías la sirena muerta durante 5 meses, tu hermana tuvo que hacer todo esto para sacar adelante a todo nuestro cardumen, para no dejarlo ir al fondo.

Mi pequeña sonrisa se borra. Me volteo a Griwea y le doy una gran reverencia por haber aceptado a mi hermana como su reina. ¿Este será el tritón que todos alguna vez hablaron? No se ve del gusto de Wendy, bueno en realidad no se cual sea.

—Bueno, como hermana de la reina necesito ir con ella a la tierra, sí me disculpa mi rey, me iré—digo nadando de vuelta, rápidamente soy rodeada por varios tritones deteniéndome el paso.

—Wendy dejo instrucciones claras de que te quedaras en tu nuevo hogar, no más idas a la tierra.

—¡Exijo como hermana de la reina que me dejen ir! —apunto a los tritones.

—Niña ingenua, la jerarquía no funciona así—dice Tetis—Por favor llévenla al coral del fondo y por ningún motivo la dejen ir.

Ahora me encuentro encerrada por una especie de "celda", en realidad es un cuarto lo suficientemente grande para que nade todo lo que quiera, pero eso no cambia que estoy limitada. No entiendo nada.

Wendy nunca me habló de ser la próxima Sirena Coronada, tampoco del plan que tenía de casarse con el tal Griwea, ahora mi nuevo rey. Nunca se me pasó por mi subconsciente las jerarquías que se manejaban en el océano, Tetis tiene toda la razón, viví ingenuamente todo este tiempo, viví a ciegas sin siquiera conocer a mi propio mundo.

Toda mi vida fue color de rosas, pero una mentira al final de todo. ¿Cómo no sabía que mi propia hermana se iba a convertir en la responsable de todo nuestro cardumen? ¿Cómo no sabía de la existencia de los humanos? Wendy siempre se encargó de casi toda mi vida, nunca me preocupé por nada y ahora me pasa factura. Me siento una completa tonta, una ignorante.