Siren 8

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Miro hacia abajo, ella está completamente agotada pero aun así sigue tomando mi tobillo con fuerza. Sus ojos se mantienen cerrados y su boca entreabierta tratando de normalizar su respiración. Mis ojos viajan a sus pechos desnudos, bajan hacía su ombligo y es todo lo que me permito ver antes de quitarme la chaqueta y taparla.

Pongo con cuidado su cabeza sobre mi regazo, quito los cabellos húmedos por el agua y el sudor mezclados de su cara dejándola libre.

—Joy—le hablo pasando mis dedos por su mejilla.

La veo tomar una larga respiración para luego abrir sus ojos. Me encuentro con ellos, pero ese azul ya no está.

La veo alzar su torso para poder verse mejor, para poder ver sus piernas. Los dedos de sus pies se empiezan a mover. Sonrío.

—¿Quieres levantarte?—pregunto.

Ella asiente.

Me pongo de pie y la levanto sentándola en la camilla. Le quito la chaqueta que simplemente estaba encima de ella y se la coloco bien, cuando ambos brazos están en las mangas, empiezo a abrochar los botones hasta su cuello. La vuelvo a alzar y esta vez la coloco en el suelo.

Veo sus pies desnudos deslizarse por el piso. La sostengo de la cintura para darle apoyo. La empiezo a dirigir al fondo del laboratorio paso por paso, media vuelta y nos dirigimos al otro extremo. Vamos lento, de vez en cuando le doy una mirada a sus ojos, pero estos están atentos a sus pies moviéndose.

No entiendo esto, el color de sus ojos cambió.. Me quedo pensando un momento cuando siento como el cuerpo que estoy sosteniendo se desprende de mí. Miro inmediatamente hacia abajo para ver cómo ha caído, pero no hay nada. Volteo a mi alrededor y la veo caminar hacia la gran pecera.

Esto es imposible, ¿Estoy en un sueño?

Tomo mi brazo y empiezo a buscar mi pulso, cuento las pulsaciones por minuto y son normales, esto es real.

—¿Wendy también estuvo aquí? ¿Contigo?—se voltea y me mira. Aún no me acostumbro a sus nuevos ojos. Es como si estuviera viendo a alguien diferente.

—Nunca la conocí en persona. Mi abuela sí.

—¿Dónde está ella?

—Murió.

—¿Y cómo sabes que Wendy estuvo con ella?—se acerca caminando perfectamente, como si hubiera tenido piernas toda su vida.

—Siéntate y espera—le jalo una silla—Te mostraré.

Salgo del laboratorio y me dirijo a la biblioteca a buscar los archivos de Wendy, entro a mi oficina y empiezo a observar las pantallas que están grabando el lab. Ella simplemente está sentada viendo la TV que le puse, su cara está en asombro, sus ojos brillan, es una expresión de fascinación. Esto es nuevo para ella.

Pongo la mano sobre mi frente, no entiendo. ¿Qué escondes Joy? ¿Quién eres realmente?

Me dirijo a la habitación de Kaeun, abro la puerta y enciendo la luz.

—Kaeun—le digo mientras empiezo a buscar en sus cosas.

—Mmmm—se menea en la cama quejándose.

—Levántate, necesito que veas esto, ahora—busco la foto de Wendy en forma humana que se quedó aquella vez. Está entre sus calcetines.—¡AHORA!—le grito.

Veo como patalea y al final se levanta lentamente.

—¿Qué pasa ahora? Esto no abarca mis horas de trabajo—se queja.

SirenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora