Siren

Siren 38

[Wendy]

Siempre me pregunté porque Sooyoung no tenía características similares a la mías, ni a las de mis padres. No compartía nuestro color de piel, sino que era más blanca, mucho más pálida; su cabello tampoco es castaño como el de nuestra madre o rubio como el de nuestro padre; sus ojos son azules, un color extraño aquí en el océano, no me refiero a los corales o las especies dentro del agua, el azul es bastante común en ellos, pero no en el iris de un ojo.

Las Nereidas e incluso nuestro padre se encargaron de explicarme todas las dudas que tuve cuando después de bastantes años volví a ver a Sooyoung. Ya era una niña y sus características ya se definían desde esa edad. Galatea me habló de la herencia genética: proceso por el cual las características de los progenitores se transmiten a sus descendientes, no necesariamente Sooyoung tendría que tener características de nuestros padres, sino que también de nuestra demás familia como los abuelos. Mi padre contó que su tatarabuela tenía los ojos azules, así como Sooyoung. Fue la razón por la que dejé de hacerme esas preguntas.

No había otra razón por la cual seguir pensando en eso, además sentía el vínculo con Sooyoung, el que siempre me decía que yo era la hermana mayor y que siempre tendría que cuidar de ella.

Al principio no fue fácil, mi cabeza seguía estando en la tierra donde pasé más tiempo del planeado, no quería regresar al agua, pero tuve que hacerlo para estar en el crecimiento de Sooyoung sino ¿Qué clase de hermana sería? Aun cuando mi corazón seguía en busca de él, me encargué de darle cariño junto con los demás del cardumen. Sooyoung era la única sirena pequeña en el cardumen, lo que ciertamente nos dio ventaja ya que todos ponían especial atención a su cuidado.

Es...es imposible lo que Taehyung dijo hace unos segundos, es...no tengo palabras para describir eso, para describir cómo me estoy sintiendo ahora.

—También nos dijo que no recordaba nada de su infancia, que tenía un trauma y al recordar a sus padres su memoria fallaba.

¿Pue-ede ser verdad que Sooyoung, mi preciada hermana menor sea basada en un cuento infantil? Debo de estar perdiendo la cabeza.

—Oye Taehyung ¿Soy una broma para ti? ¿Crees que porque he vivido la mayor parte en el océano me puedes engañar con semejante estupidez? ¿Tan tonta me ves? Eres igual a Lissandra, al final son familia de la misma sangre—me dirijo a la puerta y la abro—Vete.

—Wendy... Lo que te digo es la verdad.

—No, ni de coña. Ahora vete.

—Usa tus poderes para saber que no miento. Escúchame, sé que suena de locos, pero no encuentro otra lógica.

—¿Estás diciéndome la verdad?—me acerco a él mirándolo directo a los ojos—¿Todo lo que me estás diciendo de Sooyoung es la verdad? ¿Es lo que realmente piensas?—tomo sus hombros.

—No sé si es verdad, pero ha estado en mi cabeza desde esa entrevista. Todo lo que te dije es lo que realmente pienso—responde con voz robótica.

Me alejo de él para tomar un poco de aire, me siento demasiado sofocada. Es lo que él piensa, a la conclusión que llegó, no la verdad.

—¿Lissandra lo sabe?—me giro para verlo.

—No—se ríe—en realidad nadie lo sabe, nadie me creería.

—¿Entonces por qué me dijiste?

—Porque sé que también empezaste a sospechar.

Sí, pensar que algo no está bien con Sooyoung fueron mis pensamientos, que Lissandra la quería por eso; no esto.