Siren 29

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Muchas personas no creen en el amor a primera vista, fue una palabra que aprendí en la tierra ya que en el océano nunca la escuché; excepto cuando Galatea la mencionó aquella vez. No se cree, pero generalmente se puede afirmar que sí existe, como en un cuento de hadas. Por supuesto no se encuentra la definición en un diccionario o en una guía sobre como lo podrías encontrar. Creo que es cuestión de suerte, si eres afortunada de encontrarlo y de sentirlo, nunca lo dejes ir.

Nunca se sabe, podría ser el amor de tu vida.

Esa fue la razón por la que lloré... al ver como Sungjae miraba a Wendy lo pude sentir, me lo transmitió con sus ojos negros brillantes. También pude darme cuenta de lo equivocada que estaba, no puedo sentir solo agradecimiento por alguien que me salvó de la muerte y me cuidó durante días, no cuando mi corazón está doliendo de esta forma.

Estoy totalmente perdida.

—Sooyoung, tus ojos son azules, como lo han sido siempre—me regresa a la carrera.

Quedo congelada por varios segundos tratando de digerir lo que mis finos oídos escucharon. Mi subconsciente me lleva a la mansión de la abuela de V, al momento exacto donde Ura me da un espejo para observarme, donde puedo notar como mis ojos han cambiado justo a minutos de mi transformación; luego me lleva al cuarto de V donde le pido disculpas por la muerte del humano que hechicé y murió.

¿Qué rayos está pasando?

Viajo por mi mente, ahora estoy en la casa de Sungjae, justo antes de encontrarme con él para ir al pueblo, me miro en el espejo y puedo notar mis ojos negros sin vida. Después recuerdo la reacción de Wendy al verme, ella también lo notó.

—Galatea...—apenas soy capaz de hablar.

No debí de haber cedido el control, me está consumiendo.

—¿Estás segura de que son azules? ¿Azules como el océano? ¡Respóndeme! —grito con paranoia.

—Sooyoung, tienes que tranquilizarte...

—Necesito salir de aquí, déjenme salir.. Neces.. Tengo que ir por una concha ¡Libérenme! Quiero verme, necesito verme ¡Libérame! ¡Ahora! —golpeo la pared, mi cabeza empieza a dar vueltas.

—¡Sooyoung! —ya no escucho el grito, mi oído de pronto se tapa, impidiéndome escuchar apropiadamente.

—¡Duérmela!

...

Escucho sonidos en todo mi alrededor, pero no abro mis ojos. Me permito sentir sin la vista, solo con lo que mis oídos y olfato me transmiten. Después de un largo rato los abro.

No estoy en aquél cuarto, me encuentro en otro lugar. Recorro todo con mis ojos sin moverme, no me quedan fuerzas. ¿Dónde estoy?

Intento sentarme o al menos incorporarme, pero no soy capaz de hacerlo, estoy vacía de energía.

—Sooyoung—giro mi cabeza hacia la voz. Es Tetis.

—¿Qué ha pasado? —noto como al hablar me vienen punzadas en la cabeza.

—¿No recuerdas nada? —acaricia mi cabello, con una voz cargada de ternura. Eso me hace dudar un poco.

—No... —vuelvo a cerrar mis ojos. Estábamos en medio de una conversación, Galatea mencionó lo de mis ojos y después todo se desvanece.

—Has usado tu magia para liberarte, creemos que mientras lo hacías no fuiste consciente de eso.. Usaste demasiada.

—¿Me he desmayado?

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