Siren

Siren 61

[Sooyoung]

Ahora entiendo cómo se sintió Wendy cuando fui sacada del océano frente a sus ojos, es lo que estoy sintiendo ahora que veo a aquel hombre de cabello rubio desaparecer entre el vapor de la cascada, no sólo su cuerpo desaparece sino también su olor, su presencia no está.

La burbuja me rodea en signo de protección, pero... ¿Qué puedo hacer yo si mi corazón ya no está?

Observo como las criaturas oscuras corren hacía mí con una mirada de deseo como si fuera un trozo de carne que pueden devorar fácilmente, Hades se mantiene al margen con una sonrisa victoriosa. Abro los ojos de nuevo y desvanezco la burbuja quedando a la merced de los demonios convirtiéndome en el plato principal de su cena, pero el latido de ese corazón me devuelve a la carrera.

Me levanto del césped rápidamente con una sonrisa genuina cargada de energía mientras doy ordenes internas para que la caja se mantenga oculta de ojos externos (yo puedo seguir observándola, pero ellos no). Muevo los hombros hacia atrás sacando las enormes alas de agua que me piden a gritos ser mostradas, alzo mis manos en ambos lados y espero lista para atacar.

Pero este no es mi plan realmente... justo cuando están a centímetros de mí, mis alas se disponen a cubrirme completamente haciéndome desaparecer, dejando en ese lugar simples gotas de agua. Aparezco de nuevo en el otro extremo cayendo sobre la cascada en la que V fue arrojado, mientras intento estabilizarme poniéndome en una posición de clavado soy capaz de ver a Oliva observándome desde una esquina del castillo junto a todos los demás ángeles, también Zeus aparece ahí dando órdenes.

Puedo leer sus labios...

"—Déjenla hacer su trabajo..."

Hago contacto con el agua, sin embargo, no me sumerjo en ella como normalmente sería al tirarse dentro del líquido, traspaso el agua y pronto me veo cayendo a la nada desde arriba como si me hubiera aventado de un avión en movimiento. El aire choca con todo mi cuerpo y lo único que puedo hacer es gritar por inercia, puedo ver que ahora estoy en Grecia de nuevo al observar las casas habituales y el olor característico de una zona urbanizada, caigo de clavado al océano yéndome directo al fondo gracias a la flecha que he logrado en mi postura, inmediatamente la transformación en sirena sucede al instante dejándome desconcertada al sentir el tamaño de mi cuerpo y el peso de mi enorme cola; aún así no dejo que eso sea un factor distractorio para mí cuando logro observarlo siendo arrastrado hacía lo profundo totalmente inconsciente, apresuro el movimiento de mis aletas para poder alcanzarlo más rápido. Cuando lo tengo cerca, lo sostengo con mis manos rodeando su ahora pequeño cuerpo, agradezco estar en mi forma sirena cuando empiezo a nadar hacía la superficie con determinación a llegar lo más pronto posible. En un intento por sostenerlo de una mejor forma, mi dedo roza su oreja levemente, al hacer eso un leve destello se muestra haciendo que mágicamente aparezca un collar con un dije de crucifico dorado colgando de su cuello; este brilla magníficamente y al unísono mi caja que estaba en su forma lúgubre y apagada, se enciende convirtiéndose en la hermosa caja llamativa.  

Me empiezo a arrastrar por toda la arena jalando a V con mi mano derecha mientras que con la izquierda me impulso para alejarme del agua; cuando ya he dejado de tocarla espero ya mentalizada para el horrible dolor que me espera, pero cuando abro los ojos mis piernas ya son visibles. La transformación ha sucedido sin ningún problema.

Sin pensarlo dos veces empiezo a apretar el pecho de V con fuerza, sin ningún éxito, uso mis poderes para sacar el agua dentro de sus pulmones, con mis manos llamo al agua para que salga de su cuerpo mientras susurro en griego.

V despierta sacando toda el agua a ahorcadas sosteniendo su pecho con dolor, después tose raspando su garganta por varios segundos. Dejo salir un suspiro cuando sé que su respiración está volviendo a la normalidad.

—Gracias—dice después de que se ha estabilizado. Se quita su camisa y la exprime girando los lados en sentido contrario, después me la da para que me la ponga.

­—Perdón...—digo después de ponerme la prenda—Yo... no debí de llevarte ahí, te puse en peligro, yo... creí que habías muerto—aparto los cabellos húmedos de mi cara.

—No me obligaste a ir, además estamos bien...—dice levantándose mientras observa nuestro alrededor—El sol ya está de nuevo, esta debe de ser la costa más cercana.

—No soy la única...—susurro acariciando la arena.

—¿Cómo?

—Zeus ha estado creando "armas" para acabar con Hades desde años atrás, no soy la única. Ha habido antes iguales a mí, pero ahora ellas están muertas...

—¿Hades te lo dijo? ¿Realmente le crees?

—¡Me estaban atacando los demonios y todo su secuaz de ángeles no hizo nada, Oliva no movió ni un dedo por mí! ¡Escuché decir a Zeus que me dejaran porque ese es mi trabajo! —me levanto limpiando lágrimas innecesarias que no quiero derramar.

—Lo siento Joy, lo siento tanto... ¿Qué haremos ahora?

—Me engañaron... pero ya no más. No me importa si muero en el camino ya que este es mi destino... Acabaré con ellos, no permitiré que otro Ser pase por esto—escupo con determinación.

V asiente una sola vez. El silencio se hace presente y el sonido del océano nos acompaña.

—¿Qué es eso flotando sobre tu hombro? —dice acercándose a mí.

—¿La puedes ver? —pregunto asombrada.

—Una caja vieja...

—Observa esto—digo mirándolo a los ojos, después toco su mejilla con un solo dedo, al instante el crucifico colgando sobre su cuello vuelve a aparecer, este y la caja sueltan un destello y ambas emanan ese leve brillo dorado transformándose en hermosas posesiones.

—¡Increíble! —habla asombrado observando su pecho—¡¿Por qué tengo esto? Nunca antes lo había tenido!.

—No lo sé... sólo sé que están enlazados. Cuando te toco teniendo la caja, se reconocen como si fueran un conjunto, pero si dejo de tocarte el collar desaparece y la caja se transforma a su forma habitual. Tiene un hechizo, nadie puede verla, pero tú...

—La caja de Pandora... Waoo. Tenemos que ir con los demás.

—Tienes razón, nos teletransportaremos a la mansión—digo tomando sus manos, de nuevo el mismo suceso del destello sucede. Me centro en imaginarme la mansión y empiezo a recitar las palabras para que suceda.

Segundos después la burbuja se desvanece dándonos aviso que se ha cumplido lo indicado. Ambos procedemos a cambiarnos de ropa antes de avisarle a los demás que estamos aquí.

Cuando he terminado, bajo las escaleras para ir hacia la biblioteca dónde están ellos. Aún puedo escuchar que V se encuentra en su habitación, me detengo para esperarlo en la sala.

Contengo la respiración cuando veo a Sungjae observarme desde la otra puerta. Él también luce sorprendido al darse cuenta que ahora soy consciente de su presencia. Quiero... quiero ir a abrazarlo con todas mis fuerzas, quiero sentir la seguridad de sus brazos rodearme con cariño.... Simplemente lo necesito a mi lado; pero... aún no le he contado que soy la causa por la que fue sacado de su hogar, que soy la culpable de su sufrimiento y... el hecho de que el hechizo nos une también en emociones y sentimientos como me hizo saber Zeus. ¿Me perdonará por todo esto? ¿Soy... la elegida para él o lo es Wendy?

Se acerca a mí a pasos normales sin ninguna expresión, cuando ya está a unos cuantos centímetros me sonríe con ternura, da dos pasos más y me envuelve en un abrazo cálido descansando su cabeza en mis hombros. Siento sus brazos rodearme la cintura con fuerza cuando su mirada ahora se posa en mí.

—Estás bien—dice, está tan cerca de mí que su aliento tibio roza levemente mi piel—Gracias por estar bien—me da un beso en la frente.