Siren 45

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 [Wendy]

—¿Estás segura que no necesitas que vaya? —sigue insistiendo con preocupación. Suspiro sonriendo para mí misma, claro que necesito tu ayuda, de tu apoyo moral... pero no puedo pedirte que vengas a mí.

—Estoy bien Sungjae, en serio —le aseguro —Nos vemos pronto... —corto la conexión cuando termino de pronunciar la última sílaba y me vuelvo a tirar en la cama enterrando mi cabeza debajo de las almohadas.

Necesito volver a ver a Lissandra, esto tiene que parar de una vez. No puede ser posible que después de bastantes años siga hostigándome a mí y a mi hermana sin ningún motivo.

¿Debería simplemente volver al océano? ¿Qué me garantiza que ella y sus secuaces no nos buscarán de nuevo?

Escucho el sonido de unos pasos acercarse a mi puerta, espero aun acostada a que toquen el timbre.

—¿Wendy? ¿Estás escuchándome desde que salí del elevador o estás ya dormida? —pregunta. Lo puedo sentir arrinconado en la pared a la espera de mi respuesta.

Me levanto perezosamente arrastrando mis pies y abro la puerta desde la manilla, le observo asomar su melena rubia con una sonrisa enseñándome de nuevo la bolsa de tela reciclada.

—Traje cervezas —dice entrando cuando le doy paso. Cierro la puerta con el pie y vuelvo a tirarme sobre la cama cuando la tengo cerca.

—Trae uno de esos sillones aquí, no quiero levantarme del colchón, necesito algo suave—confieso haciendo un puchero. Extrañamente me siento cómoda con él desde que me contó sobre sus sentimientos, desde que me dejó leerlo.

—Ábrelas mientras voy por el —me extiende la bolsa. Hago lo que me dice sin necesidad de ir por un destapador, también saco la botana que compró.

—¿Cuál es la ocasión? —pregunto cuando ambos estamos acomodados en nuestros lugares. Alzo la botella en signo de salud y le doy un trago. Al sentir el líquido frío bajar por mi garganta vuelvo a sonreír satisfecha.

—Te noté preocupada, creí que necesitarías de un amigo para desahogarte —responde tomando de su botella.

—¿Un amigo? —le miro divertida comiendo las papitas fritas enchiladas que escogí entre tanta variedad.

—En cualquier oportunidad que tienes te burlas de mí, lo he notado. No es justo —se defiende tomando su propia botana.

—No puedo evitarlo —me río —Eres el nieto de mi archienemiga, estoy tomando unas cervezas contigo completamente a gusto y lo peor... Soy 20 años mayor que tú. ¿Eso no te hace gracia?

—¿Eso es lo que te preocupa?

—No, no realmente —termino de un solo trago la primera cerveza. Las burbujas aún se mantienen en mi garganta, lo que me hace abrir otra y beberla.

—Puedes decirme...Ó simplemente te acompaño en silencio —me sonríe.

—Eres un buen chico Taehyung —le digo siendo honesta.

—Un buen chico no lastima a la persona que se supone le gusta —ríe como si se estuviera burlando de sus sentimientos. Bebe su cerveza hasta el fondo haciendo al final el sonido de "Ahh" que me hace entender que lo está disfrutando. Me encojo de hombros por su lamentable confesión y le entrego otra botella recién destapada. Él la toma y la empieza a beber de prisa.

—El amor es difícil —suelto al darme cuenta de que los dos estamos relativamente mal por la misma situación —Salud por eso —le extiendo mi botella, él hace lo mismo y suena el "click" de los vidrios chocándose.

SirenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora