Siren 39

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[Sooyoung]

—Joy discúlpala...ella no está bien—Yerin toma la mano de su abuela y la dirige hacia el sofá en el que anteriormente estábamos sentadas. Su abuela permanece mirándome con ojos que no logro entender.

—¡Yo estoy completamente bien!—se defiende la anciana cuando ya está en descanso.

Me acerco a ellas dudando un poco, la repentina aparición de la abuela de Yerin hizo que perdiéramos el hilo en nuestra conversación. Ya no pienso en lo que recién hablábamos, ahora mi cabeza se sumerge a las palabras que salieron de esa voz ronca. ¿Soy la clave?

Rodeo el largo sofá y me siento en frente de la abuela, Yerin se extraña por mis acciones, pero permanece callada mientras se dirige a la cocina por otra taza.

—¿Soy la clave?—le pregunto detenidamente. Sus ojos nunca dejan de inspeccionarme de arriba a abajo, de lado a lado. Se detiene justo cuando hacemos contacto visual.

—Lo eres pequeña—toma mis manos y sus ojos inmediatamente se vuelven blancos, empieza a susurrar en un idioma que no logro entender mientras aprieta el agarre hacía mis muñecas. Su pierna izquierda no deja de moverse como si contara con cada movimiento los segundos que transcurren.

Yerin deja la taza en la mesita de enfrente y separa con fuerza las manos de su abuela para que deje de tocarme. La recuesta en el sofá acomodando su cuerpo y se sienta en la mesa, como si todo esto fuera algo normal para ella.

—Suele entrar en trance siempre, no te preocupes. También dice cosas que no logro comprender.

Mi mirada vuelve hacia su abuela quien permanece con los ojos totalmente blancos.

—Por un momento creí que adivinaría cosas sobre mí al tocarme la mano como tu hiciste aquella vez—recuerdo.

—Parece que fue hace ya un tiempo, pero en realidad fue hace poco —se ríe.

Es verdad, no ha pasado mucho desde que Sungjae me encontró esa noche. Es solo que...viví y experimenté tantas cosas que parece como si hubiera pasado mucho tiempo.

—¿A qué te referías con que no pudiste agradecerle a Wendy? Con lo de huyó—retomo nuestra recién conversación.

—La palabra lo explica, huir. No sé muy bien como sucedió ya que no quise indagar de más, pero Wendy al levantarse de su desmayo se fue.

—¿Se desmayó?—me preocupo. Wendy es muy poderosa y no me imagino a alguien como ella perdiendo el conocimiento.

—La revisé...tu hermana no estaba bien. Estaba tan débil que cayó en un sueño profundo y durmió durante todo el día.

—¿Y la dejaron irse en ese estado?—pregunto alterada. Es...es mi culpa, por mí ella tuvo que volver a este lugar, sino hubiera permanecido durante tanto tiempo en esa casa, sino hubiera permitido que me grabaran, si tan solo hubiera tratado de regresar al océano...

—Te repito que no estuve cuando pasó eso, es apropiado que tu misma se lo preguntes a Sungjae.

—¿Esa fue la última vez que ellos dos hablaron aparte de esta madrugada?—pregunto.

—Joy...no puedo responderte esa pregunta—me mira de manera comprensiva.

—Yerin por favor, necesito saber si ellos realmente arreglaron las cosas.

—Creo que nos estamos desviando del tema, deberías de irte... Ya es de noche—se levanta.

—Yerin...—la miro con ojos de súplica.

—¿Sino confías en Sungjae porque fuiste tras él?—me pregunta y no sé qué responder—Sí desde ahora empezarás con esto, te sugiero que lo termines —camina hacia la gran puerta donde entramos y la abre.

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