Siren

Siren 3

[Sooyoung]

Despierto de golpe agitada, recordando lo sucedido. Intento respirar, pero me es imposible, no puedo; mi cuerpo lo empieza a sentir y brinca repetitivamente tratando de recibir oxígeno. No soy capaz de enfocar mi vista y me siento cada vez más débil.

—¡Date prisa! Necesita estar en el agua—escucho lejano a mí, entrecortado.

—Jefe, la sirena ya está aquí.

—¿Ella quién es? —me señala vagamente una silueta.

—... No pudimos atrapar a la sirena verde, verla en vivo y no a través de las cámaras nos ha dejado estupefactos a todos, es incluso más grande que los cálculos realizados; pero ella estaba con ella, en realidad fue fácil de atrapar.

—¿La han dejado ir? ¡Les he dado una sola indicación durante todo este tiempo! Es a Verde a quién quiero. No me lo puedo creer. ¿Dónde está Jaem?

—Él... no entiendo que le ha pasado, se ha quedado en el fondo del océano, Kaeun asegura que vio a la sirena hablar con él.

—¿A qué te refieres? —esta vez su voz automática muestra una leve preocupación.

—Lima dice la verdad... —duda—La sirena le ha cantado y Jaem se ha quedado en el fondo.

—¡Tráiganlo!

Muchas voces son las que suenan, gritos, incluso respiraciones agitadas, aun así, soy incapaz de identificar quienes son los que hablan o de cuántos externos estoy rodeada. No me puedo mover, no puedo respirar. Agua, necesito agua...

—Por favor...—susurro en mi mente implorando. Los Dioses parecen escucharme, siento como me levantan del frío fondo y me arrojan de nuevo al océano.

¡Agua, RESPIRO DE NUEVO!

Sin esperar a que me terminen de soltar, me muevo rápidamente tratando de huir, pero ni siquiera logro nadar mínimos centímetros cuando me choco con algo transparente. Pronto me vuelvo consciente que no estoy dentro del océano, sino dentro de un espacio pequeño. Casi no puedo moverme.

Ahora soy capaz de distinguir a los externos alrededor mío, vestidos completamente de negro observándome asombrados, puedo oler un poco de su miedo también. Les muestro mis dientes en signo de defensa esperando su ataque hasta que me topo con esos ojos, es el único que no está vestido como todos los demás, tampoco se ve asombrado... está preocupado.

Cierro mis ojos tratando de canalizar mi fuerza, pero no puedo, no me queda nada y eso me recuerda a lo que hice, a lo que me dejó completamente vacía.

—¡Aún tiene pulso, está vivo!—escucho a alguien gritar.

Mi vista y la de todos los demás se dirige a dónde proviene el grito, todos se dirigen hacía ese lado sacando al súbdito que ahora me pertenece. ¿Qué hacen? Él ahora es del océano, es mío.

Al momento de que mi externo deja de tocar el agua, su pequeño cuerpo empieza a temblar justo como yo hace varios minutos. Los demás le quitan la capa negra que cubre su rostro e intentan ayudarlo.

—¡Está convulsionando! —grita en desesperación otro.

Veo sangre salir por sus ojos, nariz y oídos; segundos después escucho a su corazón dejar de latir.

—... Jefe, Jaem está... él se ha ido ahora.

Observo al jefe, como ellos lo llaman, acercarse a mi externo. Le cierra los ojos con delicadeza y susurra algo que soy incapaz de escuchar por culpa de mi debilidad. Lo miro cautelosa esperando su ataque, esperando terminar de la misma forma que mi externo, muerta.

Me voltea a ver.

—¿Qué le hiciste? —una voz automática. No respondo, sólo me mantengo alerta mirándolo mientras se acerca a mí—¡¿Lo hechizaste?! —grita golpeando lo transparente que nos separa.

Hechizo...

Me alejo, asustada ante su reacción. Sus ojos, no puedo explicar en este momento de que color son, pero no puedo ver nada a través de ellos, simplemente sentir el sentimiento de culpabilidad en su interior.

—Muéstrame los vídeos que grabaste—dice a otro externo.

—En seguida.

Observo como le acerca un objeto extraño, el dichoso "videos" empieza a reproducirse mostrando mi hogar, en ese pequeño cuadro... Los corales donde he descansado, los animales acuáticos con los que he hablado, todo mi hogar en esa pequeña caja.

—Muéstrame donde sale Verde—indica frotándose la sien.

El otro externo hace lo que le pide, incluso me acerco por completo para poder ver mejor, atraída por ver más. ¡Es Wendy! Mi hermana ahí dentro, no entiendo ¿Nos observaron todo este tiempo? Hay muchos videos de ella.

—Ella es la indicada, es a quien necesitamos...—susurra el jefe, más para sí mismo, como reprochándose por no tenerla—¿Qué hay de ella? ¿Tienes vídeos? —sale de sus pensamientos mirándome y mirando al externo.

¡So-soy yo! Salgo ahí dentro, sonriendo, viéndome feliz al lado de mi hermana quién ahora debe de estar sufriendo...

Ahora lo entiendo todo, el porqué de todo esto, me veo realmente pequeña al lado del cuerpo de Wendy, la quieren por su gran cola. Cuando escuchaba a las demás sirenas y tritones parlotear sobre los externos, francamente nunca creí en sus historias, me burlaba de ellos ¿Cómo podían siquiera encontrarnos... existir? ¿Cómo es que lucen así? Dios, heme aquí a punto de morir.

—Jefe, sé que ella no es quién teníamos previsto, pero creo que puede funcionar, ya lo verás.

—Sí... creo lo mismo que tú. Una sirena que sonríe felizmente—dirige sus ojos hacía mí—Bienvenida a bordo Joy.