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Jessie

Mire a Lydia, quien estaba abriendo todos los cajones de la biblioteca, moviendo cuadros y tocando libros, lo que me molestaba un poco, no era su casa como para estar hurgando de esa forma. Lionel se había quedado dormido en uno de los sillones.

-Deja de toquetear todo-La regañe.
-Quiero ver si hay algún pasadizo secreto, en Luna Escarlata, la casa del Alpha tenía un par.
-Por mas que existiera alguno, no vas a encontrarlo porque es secreto. Ahora siéntate y lee un libro.-Dije molesta. Ella arrugó el rostro con desagrado y siguió en lo suyo.
-Por esas casualidades de la vida… ¿tú no sientes algo extraño en este lugar?-Preguntó como quien no quiere la cosa, mientras se acercaba a mi.

Claro que lo sentía, este lugar emana tristeza, dolor y muerte. No me sorprendía que Lydia no supiera reconocer las energías de un lugar, no lleva mucho tiempo siendo sigma. 
Se lo comente, y le prometí enseñarle a reconocer energías; pero parecía que había algo que todavía la inquietaba.

-¿Algo más?-Pregunté. Dudo un poco en decirlo.
-Es que escuché una especie de gruñidos provenientes del cuarto de Joseph hace unas horas…
-No creo que tuviera sexo si es eso lo que rondaba por tu mente, no olia a sexo, tal vez estaba enojado por lo de sus empleados- Dije restandole importancia.

Algo me decía -desde siempre- que a Lydia le gustaba aunque sea un poco el vampiro, pero por su vínculo con Theodore nunca contemplaría la opción de ser algo más que amigos, y no creo que lo sean hasta dentro de unos cuantos años cuando el dolor de la pérdida ya no sea tan fuerte.

-No creo que esas personas reciban un pago, por lo que dudo mucho que sean empleados-Dijo Lionel con voz ronca debido a que recién despertaba.
-Depende lo que consideres pago, reciben un poco de sangre de Joseph y eso para ellos es muy valioso, son vampurs.-Dije obvia. Él movió su cabeza dándome la razón.

Agradeci que nos quedamos en silencio, asi podia leer tranquila, ya que Lydd había optado por acurrucarse con Lionel y molestarlo un poco.

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Jade

Estaba encerrada en el baño, mordiendo un trozo de tela mientras las lágrimas caían por mi cara.

-Inhalar, exhalar. Tu puedes, es solo un pinchazo-Me repetía mentalmente armandome de valor.

La aguja temblaba en mi mano, no soy lo suficientemente valiente como para suturar mis propias heridas. Mi muslo tenía unas horribles marcas de garras, y si bien una parte estaba suturada, no había continuado porque me había desmayado debido a la impresión que me produce la sangre.

Sabía que Theo se sentiría demasiado culpable si veía lo que me había ocasionado, aun sabiendo que no había sido su culpa, sino la luna llena, además debía de seguir dormido.

No podía ir a un hospital ¿qué diría cuando vieran la magnitud de las heridas? Estoy cuidando un hombre lobo novato y juega un poco bruto. Terminaría en un manicomio.

-Jade ¿estas bien? Hay demasiado olor a sangre- La voz de Theo sono amortiguada por la puerta. 

Siempre duerme como un tronco pero hoy no, maldito. 

-Si, es mi periodo-Hable intentando aparentar seguridad, además esa excusa siempre funciona con los hombres, es la única sangre que les causa impresión.

Lo siguiente que sentí fue la puerta siendo abierta de golpe, provocandome un pequeño susto.

-Eres una pésima mentirosa, además tuviste tu periodo hace una semana, soporte tus quejidos como para olvidarlo.

Se veía molesto por mi mentira, pero rápidamente una mueca de culpa inundó su rostro haciendo que su pusiera igual de blanco que un papel.

-No eras tu, era el lobo salvaje en ti. No necesito un Theodore asustado, necesito que termines esto antes de que le vomite encima y todo se vaya al carajo-Dije con voz segura y firme, a pesar de sentir que todo me daba vueltas.
- Tienes razón-Respondió y puso manos a la obra.

Me sorprendió que supiera que hacer, ya que no parecía la clase de chico que tomaría clases de primeros auxilios, sino parecía él que terminaría en una enfermería por hacer algo estupido con sus amigos ebrios.

-Ya está, siento si te hice doler pero no vi nada parecido a la anestesia local en crema.-Tenía los dedos un poco manchados con sangre, ya que no teníamos guantes de latex. Por la Luna, se va a infectar muy feo.
-No dolió casi nada-Esa fue una horrible mentira pero no queria hacerlo sentir peor- gracias por eso.
-Es lo menos que podía hacer después de ser yo quien las ocasionará… no digas que no es mi culpa porque lo es, tengo que aprender a controlarme en luna llena.

Se escuchaba molesto pero consigo mismo, lo que me hacía mirarlo con cierto cariño, la falta de sangre me estaba afectando.

-Los licántropos tardan años en dominarlo, no esperes lograrlo en tan pocos meses.-Supe que mi respuesta no le había gustado por como arrugó sus labios.
-Debo de controlarlo, no puedo reencontrarme con Lydia hasta que no lo haga… esas fueron las palabras de la Diosa ¿o no?

Asentí lentamente, ya que estaba un poco mareada. Me parecía un poco absurdo eso, ya que cuando se reencontraran él no se comportaría tan calmadamente, ya que las emociones de encontrarse con su mate lo alterarian de sobremanera haciendo que todo el “autocontrol” se fueran por el caño.

-Voy a llevarte a la habitación, necesitas descansar un poco-Theo dijo eso mientras me tomaba entre sus brazos con mucho cuidado de no causar dolor, no puse resistencia ya que no me sentía bien.

Me recostó con cuidado, y me tapo, luego se sentó en una silla cerca de la cama diciendo que era para asegurarse de que si necesitaba algo él estuviera más cerca pero sabía que era la culpa invadiendolo, ya que tranquilamente podía escuchar cuando lo llamara aun si estuviera fuera de la cabaña.

En algún momento me dormí, y para cuando desperté -unas cuatro horas después- él seguía en la misma posición, sosteniendo entre sus dedos una lapicera mientras que sobre sus piernas había un cuaderno.

-¿Qué haces?-Pregunté un poco adormilada.
-Escribo-Respondió cortamente.
-Eso veo ¿pero qué?-Cuestione de nuevo.
-Cartas a Lydia, cada vez que la extraño, le escribo...que es algo de casi todos los días. Intento imaginar que vivimos en otra época, donde vivimos a miles de kilómetros de distancia siendo la única forma de comunicación las cartas, y es por ello que no podemos vernos como nos gustaría.

Llevé una mano a mi pecho completamente conmovida, este niño es una cajita de sorpresas.

-Eso es muy tierno.
-Si, pero sería mejor si ella pudiera responderme, si supiera que estoy vivo. Me destruye el corazón que ella este llorando mi perdida al igual que mi familia, y yo estoy aquí vivo como si nada.
-Ya vas a verlos, solo debes de ser paciente.
-Es fácil pedir paciencia cuando no tienes a nadie que desees ver… disculpa, no quise sonar grosero, no quise decir eso.
-Esta bien, no es una mentira después de todo.

El silencio inundo la habitación, mi corazón me decía que si había alguien esperándome ahi afuera pero sabía que no era así, estaba destinada a ser un alma solitaria, lo sabía desde años y la misma luna me lo había dejado claro más de una vez

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Hola!! Que tal?

Espero que les gustara el capitulo de hoy :)

Por cierto, las canciones que pongo son con las que escribí el capítulo, hay veces que tienen coherencia con lo que hay escrito y otras no.

Besos!

Mi LobaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora