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Lionel

Mire a Jessie, mas que nada porque me preocupaba de que dejara una marca en el suelo, ya que no paraba de ir y venir por el mismo sitio desde hace quince minutos.

-Es una cachorra irresponsable... y egoísta ¿es que acaso no pensó en que nosotros también queríamos correr?
-Está acostumbrada a hacer la suya, desde hace unas cuantas décadas vive sola y sale a correr sola.-Dije intentando calmarla.
-Pero no ha salido sola, salió con Joseph-Me respondió escandalizada- y mientras ellos están comiendo perdices por el bosque, nosotros estamos aquí con ellos...
No puede evitar reír un poco por sus celos de hermana, yo había tenido de los mismos cuando conocí a Joseph pero con el tiempo se me habian pasado... un poco. Con lo que no podía evitar coincidir con ella, es que nos habíamos quedado con los Vampurs.

Claramente si ellos intentan algo contra nosotros, tranquilamente podiamos matarlos de un simple golpe, seguían siendo humanos después de todo.

-Todavía no entiendo tu miedo a ellos.
-No les temo-Levante la ceja dudando de su palabra- Son humanos, no hay mucho daño que puedan hacernos, lo que sucede es que no se cuán leales son a Joseph...

La charla se vio interrumpida porque sentimos a uno de ellos venir en nuestra dirección, por lo que rápidamente ambos tomamos asiento con un libro entre nuestras manos. El hombre de 60 años pasó por el pasillo mirando hacia nuestra dirección, le sostuve la mirada hasta que dejó de ser visible por la abertura de la puerta.

-¿Lydia se enojara con nosotros si decidimos irnos de aquí a otro sitio mejor? Precisamente a la casa de Rufus-La castaña se pasó la mano por el rostro, se notaba frustrada.
-Claro que va a enojarse, y es capaz de quedarse aquí. La conozco desde niños, nos criamos juntos y se que cuando no quiere hacer algo, no lo hará bajo ningún costo.

Recordé la cantidad de veces que había tenido que intervenir antes de que ella golpeara a Samuel por no dejarla entrenar, o cuando pasó casi una semana en las afueras de la manada buscando a Matt, cuando le dejaron muy en claro que eso estaba prohibido por ser él un traidor a la manada.

Lydia es la mujer más testaruda que he conocido, su única competencia es Tatiana, que se niega a aceptarme como su compañero y eso rompe a cada instante mi corazón.

-¿Cómo se siente crecer con una hermana?-Su pregunta me dejó completamente descolocado.

Me quede pensando mis recuerdos con Lydia, en como mi padre había querido darle su apellido y como ella se había negado, la cantidad de veces que habíamos discutido desde temas muy estúpidos hasta temas demasiado importantes. La cantidad de veces que había golpeado a algunos sujetos en mi antigua manada-que raro es decir eso- por tratarla mal, o cuando ella se ponía celosa de la mirada de algunas de las lobas hacia mi y mi rango.

-Es... tedioso y grandioso. Quiero decir, Lydia puede ser un grano en ya sabes donde pero sin ella no sería quien soy, y sin ella no hubiera abierto los ojos ante las injusticias de Luna Escarlata.
-En este último tiempo no he podido dejar de pensar en que si mi familia no hubiera sido desterrada, yo hubiera crecido con una hermana y nunca me habría sentido así de sola... pero a la vez pienso en que decir asi, tu y ella no tendrían su tan extraño vínculo de hermanos y/o no sería amiga de Matt.

-Es la forma en la que la Diosa trabaja-Dije mientras sacudía su cabello, de la misma forma en la que solía hacerlo a Lydd cuando eramos mas pequeños-Además ahora tienes dos hermanos, y cada vez que te sientas mal, recuerda que puedes contar con nosotros.

Jessie sonrió y me dio un pequeño abrazo, algo que me hizo considerar que tan diferentes eran -aunque ya lo había notado- ya que en su lugar Lydia me hubiera dado un golpe con su puño porque esa es su forma de ser cariñosa.

-¿Quieres salir a correr un rato?-Le pregunté.
-Claro, necesito salir de esta horrible casa- Exclamó.

Sabía que se refería a la vibra del lugar, porque la casa de horrible no tenía nada, ya que parecía un palacio, entre moderno y antiguo. La biblioteca realmente demostraba cuantos siglos tenía el vampiro, y cuán ostentoso es, porque tenía el mismo libro en distintos idiomas, los cuales seguramente sabía leer.

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Nos habíamos transformado un poco más al adentrarnos al bosque, ya que no queríamos ser vistos, y decidimos jugarnos una carrera, al principio yo llevaba la delantera pero Jessie no tardó en sobrepasarme y por mas que lo intente no llegue a alcanzarla. Culpaba mi poco estado físico por ello.

La pequeña loba se acercó hasta mí de forma burlesca -algo que solo entre licántropos se entiende- me sorprendia su tamaño, ya que es más pequeña que Lydia, pero al igual que su hermana tenía manchas blancas en su claro pelaje, el cual me recordaba a la arena.

El ambiente estaba demasiado tranquilo, lo que en un día normal lo consideraría algo bueno pero ahora me inquietaba demasiado. Apolo estaba demasiado tenso.

-Hay algo ahi, pero no puedo olerlo-Mi espíritu salvaje me hablo.
-No vamos a ir a buscarlo, mejor hay que volver-Le respondí.
-No seas cobarde y camina, después por estas cosas nuestra mate no nos quiere.

Intenté clavar mis patas en el suelo pero él no me dejó y me hizo avanzar, con Jessie siguiendome por detrás. A mi querido lobo, le gustaba culparme por el continuo rechazo de Tatiana, ya que según él, ella no queria un Lycan cobarde que no pudiera dirigir una manada junto a su lado, lo que no entendía es que Tatiana no queria dirigir con alguien, queria hacerlo sola, y yo la respetaba en su decisión porque la amaba.

-¿A dónde vamos?-Preguntó la sigma.
-No lo sé.-Respondí con simpleza.

No quiero decir que tenía miedo, pero lo tenía, sabía que esas cosas poseen un olor casi nulo por lo que podían atacarnos en cualquier momento y no lo sentiríamos.

Nuestros miedos quedaron de lado -si, Jessie también se encontraba asustada- cuando observamos a una joven sentada sobre un tronco seco con un libro en las manos. Su cabeza se encontraba cubierta con un gran sombrero para protegerse del sol, a lo lejos podía ver una cabaña un poco deteriorada, y realmente me preocupo que ella pudiera vivir ahi.

-¿Hueles algo?-Me preguntó Jessie.
-Nada, es como si estuviera encerrada en una burbuja.

No contaba con la curiosidad lobuna de Jessie, porque ella dio un paso intentando entrar a la "burbuja" pero un puñado de hadas del polen- son como pequeñas abejas- se abalanzaron sobre ella, rápidamente la jale y la aleje de ahi obligandola a irnos. Mientras corríamos de regreso, voltee a ver a la joven que parecía petrificada de vernos, también observe que alguien salía de la cabaña, pero las hadas también nos seguían por lo que no pude seguir observando.

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-¿Qué demonios les pasó?-Fue lo primero que Lydia nos gritó cuando nos vio.
-Abejas-Respondimos al mismo tiempo.

Y no me sorprendía ni su reacción ni su cara, ya que teníamos ronchas por todo el cuerpo-principalmente en el rostro- que si lo mirabas de cerca, notabas pequeños pinchazos, hechos con los sorprendentemente filosos dientes de las hadas.




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Hola! Como están? Disculpen por no subir el capitulo ayer, es que no tenia Internet ni datos :c

Espero que les gustara el capítulo.

Besos!!

Mi LobaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora