Lydia
Lo único que se escuchaba en el comedor era el ruido producido por mis dedos al golpear la mesa, queria pararme e irme de ahi pero conociendo a Joseph este no me dejaría hacerlo.
-Me quiero ir, así que dime lo que tenias para decirme o dejame retirarme-Le espete molesta.
-Cuidado con cómo le habla al señor-Me amenazó el vampur anciano.
-Victor, retírate, es una conversación privada-Ordenó el vampiro con autoridad pero detecte cierto cariño en sus palabras.
El silencio inundó la sala de nuevo una vez que el humano dejó el lugar. Estaba muy molesta con él, cuando había intentado disculparme por entrometerme en su oficina, él me había gritado que no queria verme y dos días después había intentado hablarme muy amigablemente sin siquiera decir "perdón por gritarte".
-Se que estás enojada, queria hablar de ello, porque no entiendo a qué viene... bueno creo que sí lo sé pero no me parece que sea para enojarse.
El ruido de mis dedos contra la fina madera pasó a ser el ruido de mis garras clavandose en ella. Joseph realizó una mueca de dolor, según nos había dicho la mesa tenía alrededor de 200 años. Me arrepentiría de mis acciones luego.
-Me gritaste aun sabiendo que iba a disculparme, sabías que no había sido mi intención entrar en tu oficina sin tu permiso y me trataste muy mal...
-Perdon por eso.-Me interrumpió.
-No quiero que me pidas perdón porque sientes que es "lo políticamente correcto", quiero una disculpa sincera como yo estaba dispuesta a dártela. Los amigos piden perdón, sin importar que el orgullo quede dañado.
-No puedes decir que mis disculpas no son sinceras, porque no lo sabes. Y no soy orgulloso.
-Claro que sé que no son sinceras, los latidos de tu corazón perdieron su ritmo cuando lo dijiste, y eres orgulloso, sino, me hubieras pedido perdón hace varios días y no ahora. Intentas hacer las paces porque sabes que soy la única persona en esta casa que te tolera y acepta como eres, aunque tal vez no debería de hacerlo.
Me levanté y me dispuse a abandonar el lugar, queria golpear algo hasta que mis nudillos sangraran. Y lo conseguí cuando el vampiro me tomó del brazo intentando detenerme.
-No hemos terminado de hablar-Me dijo molesto, sus ojos habian adquirido un ligero tono rojizo, tal vez en respuesta al golpe que acababa de darle.-No seas una cachorra caprichosa, y escucha lo que tengo que decir.
Mi respuesta fue gruñir y mostrarle mis ojos brillantes, en forma de advertencia, pero no conseguí intimidarlo.
-¿Sabes lo difícil que es pedir disculpas después de años de no hacerlo?
-Cuando hay genuino arrepentimiento decir esas simple palabras no resulta difícil.
-¿Por qué haces todo tan complicado?
-Lo mismo digo-Le respondí mientras sacudía mi brazo intentando soltarme, no era un agarre agresivo pero si firme para que no me resultara tan fácil irme. Joseph me miró fijo a los ojos, y luego suspiro.
-Perdon por ser un imbecil, perdon por gritarte y tratarte mal. Se que no hay excusas para pedir disculpas-Aflojo el agarre en mi brazo mientras decía eso- ¿Podemos volver a hablar como antes? Es muy feo escuchar tus insultos mentales hacia mi persona.
Sonreí ligeramente, había pasado los últimos días armando un diccionario con insultos que eran exclusivamente para él.
-Hay algo detrás de tu constante mal humor ¿Verdad? Tu molestias conmigo eran solo una tapadera -No sabia como pero, intuía de forma certera que su enojo conmigo era solo para ocultar lo que lo tenía tan molesto y eso había conseguido enojarse aún más.
Joey se puso rígido ante mis palabras, lo que me terminó de confirmar lo que ya suponía. Nos seguiamos mirando a los ojos hasta que él decidió mirar hacia una pared vacía, todas las demas tenian una pintura menos esa
-Asumo que tu instinto perruno hizo que sospecharas eso, pero no te lo diré, es algo muy personal y privado.
-Entiendo.
Fue una respuesta un tanto amarga pero él no me permitía tener cosas completamente personales y privadas, porque ya había visto todo lo que hay en mi mente, hasta lo que creía haber olvidado.
El me dirigió una mirada un tanto apenada, porque sabía en qué estaba pensando, y luego sacudió mi cabello.
-Deberias de ver a tu hermana, esta un poco tensa.-Me dijo.
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Cuando entre en su habitación la encontré recostada en la cama boca arriba con la mirada perdida en el techo y su ceño estaba fruncido.
-¿Todo bien?-Pregunte.
-¿Por qué no debería de estarlo?
-No lo sé, tu dime, yo pregunte primero-Le dije mientras tomaba asiento en la cama
-Tal vez me molesta que mi hermana no confíe en mí para hablar sobre asuntos del corazón.-Me respondió un poco molesta, suspire.
-Buen punto, perdón por eso. No sé,es que pensé que no me entenderias.
-Y tienes razón ¿qué le ves? Huele a cadáver, tiene un terrible humor, nos tiene aquí encerrados... Lo único que puede tener a su favor es que es muy guapo, pero no puedes salir con alguien que es solamente atractivo, hay otras cosas a tener en cuenta.
La mire con una sonrisa, Jessie me había mirado por un breve segundo mientras hablaba, y en ningún momento había dejado de lado su ceño fruncido.
-Bueno, solamente te estas fijando en lo negativo de Jospeh, pero de todas formas tienes razón. Igualmente, no estoy lista para estar con otra persona y tal vez nunca lo este pero intento ser positiva con respecto a eso.
-El amor apesta.
Me recosté en la cama a su lado, y la miré fijamente, sin poder creer en sus palabras. Ella siempre era muy positiva con respecto al amor, más que nada con encontrar a su compañero y que dijera eso, me desconcertaba.
-Apesta cuando no es como tú quieres, pero tiende a ser algo muy bonito-Le respondí.
Nos quedamos en silencio, inspire de manera involuntaria ya que había un olor extraño en la habitación, si bien nuestros típicos olores habian sido cambiados ya me estaba acostumbrando a ellos, el olor era de alguien más.
-¿Por qué hay olor a otro lobo?-La pregunta hizo que se pusiera aún más tensa- Por la Luna ¿te estás viendo con alguien?
-¡Por supuesto que no!-Me respondió muy escandalizada con la voz chillona- Ejem... lo que sucede es que anoche no podía dormir, me escapé y me tope con un lobo solitario y peleamos un poco, eso es todo.
La mire encarnando una ceja, o mis sentidos de sigma están muy afilados o es una pésima mentirosa. Después soy yo la que no quiere hablar de asuntos del corazón.
Intenté sacarle un poco de información sobre el asunto pero no me dio nada de utilidad, solo que le quebró un hueso.
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Hola! Perdón por actualizar tarde, estoy de vacaciones y el Internet no es muy bueno en la zona.
Intentare hacer todo lo posible para actualizar si o si los días que corresponde.Espero que les gustara el capitulo.
Besos!
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Mi Loba
WerewolfLuego de que esos monstruos híbridos me quitaran uno de los motivos de mi felicidad, en lo único que he podido pensar es en la venganza. Mis amigos y mis hermanos me dicen que esa no es la mejor opción, y puede que tengan razón, pero en este instant...