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Lydia

Contenía los quejidos de dolor, más que nada porque Bella dormía profundamente y Linda me mataría si la despertaba -palabras textuales de ella-. Atenea no paraba de insultar a Samuel y a sus asquerosos dientes y garras.

-Ya casi termino Lydia, aguanta.-Me alentó la mujer del alfa, quien es enfermera con grandes conocimientos en curar hombres lobo.

Un pequeño aullido de dolor se escapó de mis labios cuando sentí como cosía una herida en mi torso ocasionada por sus garras, lo único que esperaba es que al liberar mi parte Sigma las heridas que le ocasione a Samuel en ese instante le dolieran tanto como a mi.

-Haz una cuenta regresiva, de 10 a 0. Te va a ayudar, confía en mí.

La mire con un poco de inseguridad ¿contar me iba a servir de algo? Contuve la necesidad de sacar las garras y clavarlas en el colchón ¿no tenía anestesia acaso?

-10, 9, 8, 7-Comencé, gruñí un poco-6, 5, 4, 3-Otro gruñido, mierda, parecía que me estaba cosiendo con aguja de lona- 2, 1, 0... Dime, por favor, que ya está.

-Listo, ahora voy a dejar que tu cuerpo haga el resto de la magia... Si el Dr. Cadmin viera esta sutura estaría celoso-Comento mas que nada para ella.

Me relajé en la cama y hundí mi cabeza entre almohadas y almohadones, me dolía todo, lo único que queria era dormir.

-¿Alguien le puede llamar a Theodore? Díganle que lo necesitamos aquí-Escuche la voz de Lionel.

-Llegan a decirle siquiera una palabra y los matare a todos. Estoy bien, puedo sola.-Dije con firmeza.

Tenía mis ojos cerrados pero puede sentir que varios cuerpos entraban en la habitación, los licántropos caminamos en silencio, debemos de ser silenciosos hasta en nuestra forma humana.

-Pero es tu compañero y lo necesitas para sanar más rápido tus heridas-Intento convencerme mi hermana.

-Llevo años curandome sola, puedo hacerlo unos días-Conteste, ella bufo molesta.

-Dejenla, no va a dar el brazo a torcer-Matt habló desde el marco de la puerta.

Mis ojos seguían cerrados pero gracias a mis desarrollados oídos podía identificar claramente de donde provenía el sonido de su voz. Sabía que su ayuda venía con algo más, tenía curiosidad de algo, lo conocia demasiado bien.

-¿Quién es la loba blanca?¿A qué se refería Samuel con eso?-Pregunto el castaño cobrizo.

-No lo sé-Abrí mis ojos y lo observe-Realmente no sé a que refiere, ni quien es, y mucho menos se porque me culpa de eso.-Respondí.

-Todos estamos de acuerdo en que la loba blanca es su compañera ¿verdad?-Pregunto ahora Sara, todos asentimos- Entonces ¿porque se refiere así a ella? ¿Porque simplemente no llamarla por su nombre?-No era en lo que yo más me había fijado, pero, de cierta forma era un buen punto.

Nos quedamos todos en silencio los cinco, cada uno pensando en vaya a saber la Diosa que, por mi parte intentando dar con alguna idea de quién podía ser esa loba, pero a mi mente no llegaba nada.

-Tengo una mejor pregunta -Habló de nuevo el Beta- ¿Porque dejaste de luchar contra Samuel?

-Simplemente no pude seguir luchando contra él, Samuel no era así, fue su padre quien lo arruino, y si debo patearle el trasero a alguien será a ese tipo.

-¡Eso no tiene sentido!-Me gritó en respuesta Matthew-Es un sádico, él te hizo una maldita cicatriz con una navaja de plata, solo porque quisiste entrenar ¿Eres tonta o que?

Mi LobaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora