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Jessie

No pude contener la arcada que me provocó beber eso, y me desesperaba no poder escupirlo o vomitarlo, ya que era tan viscoso que parecía aferrarse a mi garganta. Joseph se estaba llevando los dedos a la boca intentando provocar el reflejo del vómito.

-¿Cómo es que tu no te ves para nada afectado?- Ryan se dirigió a Lionel, quien tenía cara de asco pero no se veía tan afectado como nosotros.

-Amigo, mi antiguo alfa era un maldito sádico que utilizaba distintos tipos de tortura para "educarnos" el comer cosas asquerosas era una de ellas, y no podiamos vomitar, por lo que me acostumbre a contener las reacciones de asco.

No sabía que me perturbaba más, que su Alfa fuera un hombre tan cruel y horroroso, o que lo dijera como si fuera algo completamente normal. El vampiro le dio unas suaves palmaditas en la espalda, notándose bastante afectado tal vez por lo que había visto en su mente.

-¿Y cuando se supone que esto comienza a hacer efecto?-Preguntó el beta, intentando desviar la atención de él.

-Técnicamente debería de estar comenzando.-Respondió el brujo.-Huelan.

Me olí a mi misma, pero mi olor era el de siempre, por lo que decidí acercar mi nariz a mi hermana, y la olfatee.

-Parecen perros-Comentó Joseph, quien estaba siendo olfateado por el otro lobo, y en su rostro se reflejaba un poco de incomodidad por ello.

Al principio no olía a nada pero luego, el olor a naranja inundó mi nariz, era extraño porque mi parte animal no reconocía a Lydia, ya que su olor característico era a cítricos y ahora solo podia oler lavanda con hierbas silvestres. Esto me impulsaba a seguir oliendo, ya que mis ojos veían una cosa pero mi olfato me decía otra.

-Bueno ya, que esto se está poniendo incómodo y extraño-Dijo Ryan-Es esperable que sus lobos no los reconozcan, y es por ellos que deben de guiarse por su parte racional.

Esto es demasiado extraño y fascinante, olí a los demás, Lionel pasó de oler a moras a menta, y Joseph olía a ensalada, literalmente, olía a tomate y lechuga, aunque para mi eso era mucho mejor que oler a muerte. Ryan de verdad adoraba molestar vampiros, después de todo su parte licántropa lo obliga a ello.

-Bueno, creo que ya pueden irse. Hoy he tenido demasiado contacto con personas, suficiente para el mes. Ustedes no se preocupen, acabo de enviar esferas con sus olores a la otra punta del territorio, por lo que están todos yendo en esa dirección.

Me despedí de él con un gran abrazo, y le pedí que por favor se mantuviera en contacto conmigo.

Aprovechando que atardecía nos escabullimos hasta la muralla, donde rociamos un líquido que nos dio Ryan que hizo que estas se abrieran mostrándonos el otro lado, el problema era que el espacio para cruzar era pequeño y debíamos de hacerlo, uno a uno.

Joseph cruzó primero, luego Lionel, estaba por cruzar yo cuando el olor a mi madre me llegó a la nariz, observe a su loba gris haciendo acto de presencia entre unos árboles, y de puro impulso empuje a Lydia por el hueco.

-"Jessie..."-Escuche su voz en mi cabeza

-No puedes evitar que me vaya. Cuidate y te amo mamá.-Dije para luego cruzar rápidamente el hueco, podía observarla, y sentir mi corazón estrujarse. Sabía que no nos seguiría, por lo que les indique a los demás que nos fueramos de ahi rápidamente.

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Llevábamos caminando por el bosque alrededor de tres horas, y ya estaba casi por completo de noche.

Mi LobaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora