Lydia
Mi corazón latía aceleradamente, y se debia en primer lugar por todo lo que habia corrido y en segundo porque frente a mi había un maldito brujo negro. Atenea estaba tan asustada como yo.
Ryan se movía tranquilamente por la sala de estar, y preparaba infusiones para todos, Lionel estaba pálido.
-Hay un montón de sigmas furiosas tratando de atraparnos, y tú nos haces un té de hierbas- El vampiro se veía molesto.
-¿Eso te molesta? O ¿que no puedas ver lo que hay en mi mente ahora?-Ryan lo observaba con sus ojos negros.
Joseph bufó molesto, dando a entender que era eso, pero no se quedó callado.
-Se que a ti no te persiguen pero no podemos quedarnos tomando té.
-Claro que pueden, nadie los buscará en esta cabaña aun sabiendo que están aquí, nadie quiere molestarme si es que quieren seguir vivos.
Todos lo observamos a él y luego a Jessie que no parecía para nada afectada con la situación y bebía del té.
-Deja de asustarlos, odio que abuses de la mala fama de los tuyos para espantar lobos ingenuos y molestar vampiros.
-Le quitas lo divertido a todo...¿Asumo que saben el mito que hay detrás de los brujos negros?
Claro que me lo sabía, cientos de veces en mi antigua manada nos advertían de cuán peligrosos eran esta clase de brujos, con poderes sacados del mismo infierno que eran alimentados a base de sacrificios de los de nuestra especie.
-Bueno, como es de esperar nada eso es verdad, somos brujos con poderes iguales a otros salvó que nosotros en vez de curar podemos hacer desaparecer olores y crear otros, somos grandes mentes del engaño además de que nadie puede ver en nuestras mentes entre otras cosas... aunque también podemos torturar y hacer esas cosas que dicen de nosotros con mayor facilidad que los demás brujos.
Era extraño, que él fuera hermano de Sara porque ambos eran muy distintos, ella siempre alegre y de buen humor aunque un poco temerosa, mientras que él se notaba demasiado relajado y con una actitud que daba a entender que siempre estaba calculando todo para su beneficio.
-Ryan va a cubrir nuestro olor, al punto que nos va a hacer irreconocibles además va a ayudarnos a salir de aquí mientras crea una distracción-Anuncio mi hermana feliz.
-Eso es muy cool-Murmuró Lionel con una sonrisa en el rostro.
Lo mire seria pero con cariño, desde que había dejado Luna Escarlata y con cada día que pasaba aquí, el viejo Lionel, relajado y gracioso, reaparecia con más fuerza y más brillo en su mirada. Esto me dejaba en claro que lo mejor que habíamos hecho era dejar ese lugar, y que debíamos de hacer lo posible por ayudar a los que estaban ahi. Eso sería una vez que terminara de exterminar a esas bestias.
-No quiero sonar mal educado pero tu olor a licántropo no es muy fuerte, y se que lo eres, mi lobo siente al tuyo-El beta, no podía dejar de asegurarse que todo estuviera en orden, después de todo su rango lo obliga a ello.
Tanto Jessie como el muchacho de ojos negros se tenzaron ante las palabras del licantropo, la joven sigma acario con cuidado su brazo.
-Ryan, tiene un problema con su licantropía, no le "funciona" como a nosotros.
-Los brujos negros no suelen hibridarse, siempre son puros o casi siempre, esto es porque nuestra condición de por si es extraña...
-¿Puedes ir al grano?-Hablo molesto el vampiro, le pellizque el brazo con fuerza. Odiaba cuando actuaba como un estupido.
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Mi Loba
WerewolfLuego de que esos monstruos híbridos me quitaran uno de los motivos de mi felicidad, en lo único que he podido pensar es en la venganza. Mis amigos y mis hermanos me dicen que esa no es la mejor opción, y puede que tengan razón, pero en este instant...