Luka
Me ponía muy feliz saber que mi hermano estaba vivo, le agradecia a la Diosa eso, ya que me permitía ver a mis padres felices de nuevo, y no sentir su tristeza, que era asfixiante para mis nuevos sentidos super desarrollados. Ahora al estar felices todo el ambiente en la casa era más agradable, me gustaba estar aquí ahora, ya que el olor a felicidad es atrayente. Lo malo eran mis perros, sus ladridos y gruñidos provenientes del miedo y el enojo producidos por lo que emana mi nuevo ser, era bastante desanimante, yo los había levantado de la calle y había convencido a mis padres de tenerlos, pero ahora ellos me temen, y no solo lo hacen mis mascotas.
Mire el techo de mi habitación, nervioso e inquieto. Todos en la casa estaban despiertos, los escuchaba desayunar y reir. Los fines de semana siempre desayunábamos todos juntos a la misma hora, a las 9 y no necesitaba un reloj para saber con precisión que eran las 9:26 am, gracias a mis sentidos podía saberlo con exactitud. No me habian esperado.
Moví los dedos de mi mano intentando relajar la tensión que empezaba a acumularse en mi cuerpo. Era claro que no me querian ahi, Theo inconsienteme arrugaba la nariz cada vez que sentía mi presencia mientras que Beth se erizaba por completo, oh, y mis padres intentaban no demostrarlo pero el miedo que ellos emanaban cada vez que me veian era extrañamente satisfactorio.
Sacudí mi cabeza frenéticamente, intentando alejar esos pensamientos oscuros de ella. Me levanté de la cama en la que aun seguia, y me puse a buscar en mi mochila el termo en el que llevaba mi comida.
-"Serás más sanguinario que cualquier otro vampiro, se debe a que así fue tu transformación. Debes encontrar un equilibrio interior, igual que hacen los lobos para mantenerte cuerdo, si no, matarás todo lo que se te cruce, incluido aquellos a los que amas..."- Las palabras de Ezra se infiltraron en mi mente, pero fueron una especie de puñalada a mi corazón.
Esa era de las tantas cosas que me había advertido cuando estaba ayudándome a ser más como un neófito normal, había hecho caso a cada una de sus indicaciones y consejos pero no parecían servir de mucho en el ultimo tiempo.
Ultimamente me sentia diferente, y no tenía nada que ver con ser un vampiro, me había acostumbrado a ello y hasta me gustaba, sino que me sentía más sanguinario, más hambriento, siendo lo único que lograba calmarme era Sara. Había intentado convencerla de estar aquí conmigo pero se negó, diciendo que esto era algo que tenía que hacer con mi familia, el problema es que me importaba una mierda eso, yo la queria conmigo, necesitaba su exquisito aroma que me transmitía tranquilidad.
-¡Maldita sea!-Exclamé-¡Esto no me puede estar pasando!
Comencé a respirar con mayor dificultad, la sangre que quedaba en el termo no era suficiente para calmarme y mucho menos para saciarme.
-Sanguijuela ¿vas a bajar con los demás o vas a quedarte encerrado en tu baticueva?-La voz de Theo se escuchó del otro lado de la puerta.
Contuve un gruñido ante sus palabras, ser un licántropo lo habia vuelto mas imbecil. Recordé como le había saltado encima el día que me había transformado, lo sabrosa que se olía su sangre, la cual en comparación a la de ahora que me resultaba asquerosa.
Me crecieron los colmillos y me apresure a beber la poca sangre que tenia, eso me calmaria un poco y dejaría de ver a todo a mi alrededor como un potencial platillo.
-Aleluya, ya estaba pensando en entrar y sacarte a las rastras-Me dijo este al verme una vez que abrí la puerta de mi habitación.
Sus ojos marrones ahora algo dorados demostraban lo feliz que se sentía de estar de nuevo en casa, claro, a él mis padres no le miraban con miedo, hasta de cierta forma parecía que les encantaba la idea de que pudiera transformarse en una masa de pelo olorosa, hasta querían verlo en su forma animal, ni siquiera con Beth se comportan así. Todo siempre tiene que girar en torno a Theodore Irwin, el hijo perfecto.
ESTÁS LEYENDO
Mi Loba
WerewolfLuego de que esos monstruos híbridos me quitaran uno de los motivos de mi felicidad, en lo único que he podido pensar es en la venganza. Mis amigos y mis hermanos me dicen que esa no es la mejor opción, y puede que tengan razón, pero en este instant...