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Era un día como cualquier otro en el cual me desperté para preparme tenía clases a primera hora y yo nunca llegaba tarde.

Saque mi uniforme de colegio, mi pollera tableada de color negro y como ayer use mi camisa de vestir saque solo la camisilla, mis zapatillas de color negro y mis medias blanca.

Me peine el cabello y puse una pinza para que los mechones más cortos no caigan sobre mi cara.

Baje las escaleras y vi el desayuno servido en la mesa con una nota al lado.

'No tuve tiempo de despedirme y llego tarde al trabajo, te amo' Mamá y su vida ocupada siempre, papá casi no existía en nuestras vidas pero estaba ahí.

Comí lo que pude y recogí mi mochila, mire la hora y salí apurada ya que en menos de cinco minutos pasaba el bus.

Había olvidado mi celular en la casa, me gire a ver que no estaba tan lejos así que volví corriendo, lo vi en la mesa, lo tomé y salí corriendo y para mi mala suerte el bus escolar pasó.

No me tocaba otra que caminar, estaba a unos diez minutos caminando.

...

Camine durante ocho minutos y seguía sin ver la secundaria, estaba cansada y seguro llegando tarde, iban a darme un sermón pero juro que salí temprano.

Cuando divisé la puerta de la secundaria me fije que ya no había prácticamente nadie afuera, camine más rápido y al llegar a la puerta me paró el celador.

-Buenos días, motivo de llegada tardía -dijo.

-Buenos días Sr. Kang, me pasó el bus escolar -respondí y abrió la puerta.

-No te anoto porque si no van a llamar a tu madre, es la tercera vez -dijo y suspire- Llega más temprano la próxima -volvió a decir y asentí.

Entre rápido, siempre que llegamos tarde por el motivo cual sea llaman a nuestros padres.

Clase de matemáticas, era el que me tocaba a primera hora, golpee la puerta y escuché decir desde adentro 'Adelante'. Abrí la puerta y entre para hacer camino a mi lugar.

Ahí fue que la vi, estaba sentada y sonriendo. Me gire a ver a mi mejor amiga y apuntó su celular, había escuchado sonar mi celular más de una vez pero hice caso omiso.

Me senté en el primer lugar que vi vacío solo habían dos y el segundo era a su lado, cosa que no iba a pasar.

-Abran sus libros, estamos un poco atrasados y tenemos mucho que hacer -dijo la profesora, saque mi libro y mi cuaderno.

-Yo aún no tengo el material, recién empiezo -hablo ella a unas dos sillas atrás- Puedo juntarme con alguien y hacerlo en el cuaderno -siguió.

-Busca a alguien y la semana que viene me entregas en el material -respondió la profesora.

-Muchas gracias -agradeció.

Escuche como empujaba su mesa y se levantaba de su asiento.

-Se puede? -dijo tocando mi hombro, sentí una corriente en todo mi cuerpo, mire a la profesora que observaba la interacción.

-Claro -dije y me hice a un lado para que meta una silla.

-Continuemos -dijo la profesora y empezó a explicar.

No gire ni un centímetro para verla, estaba frustrada con todo lo que estaba pasando.

-Sabes que soy buena en matemáticas, te puedo ayudar -susurro y cerré los ojos para no clavarle el bolígrafo en las manos.

-Gracias lo entiendo muy bien -respondí- Copia los ejercicios y luego me lo devuelves -le acerque el libro.

-Gracias Nini -agradeció y asentí.

Say you won't let go 🌻 |Jenlisa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora