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-Cuando mi madre entre a tomar su siesta te vas -dije y asintió acostandose en mi cama.

Quién le había dicho que podía hacerlo?

-Por tu cara creo que quieres volver a vomitar -dijo y negué.

-Estoy exhausta, si alguien no venía tan temprano aún seguiría durmiendo -respondí y me senté en el borde de la cama.

Esperaba que mi madre salga o tome alguna siesta para que pudiera sacar a Lisa de mi habitación.

-Tenemos una charla pendiente -habló y rodé los ojos.

-Ya hablamos y ya te di mi respuesta -respondí.

Se acercó hasta donde yo estaba y se sentó encima quedando casi a horcajadas. Se agachó un poco hasta quedar frente a mi cara.

-Dime la verdad Nini -hablo y mi respiración empezó a acelerarse- ¿Tengo posibilidad de que estemos nuevamente juntas?

Y juro que quería responder eso pero me debatía entre vomitar, desmayarme o cualquier otra cosa pero menos responder.

-Jennie -puso sus manos sobre mi barbilla para que le mire- Te estoy hablando -dijo- Te encuentras bien? -pregunto al ver que no respondía nada- ¿Quieres que llame a tu mamá? -negué rápidamente.

La empuje y corrí al baño para poder vomitar dentro del inodoro, me siguió y recogió mi cabello, me daba alguna que otra palmada en la espalda a modo de contención.

Terminé de vomitar y me limpie la boca, sabía que no debía de mezclar las bebidas, a veces me caía muy mal pero solo a veces.

La vi mojar un trapo y me lo paso por el cuello y la cara.

Respire hondo y pensé en que podía tomar para que se me pase.

-No quieres que vaya a buscar algo en el botiquín de abajo? Tu mamá siempre tiene muchos medicamentos -dijo y lo pensé durante un momento.

-Si, pero por favor, te suplico que no te vea porque te juro que si ella te ve aquí me va mandar a un psiquiátrico -asintió.

-Vuelvo en un rato -dijo y acarició mi rostro.

Espere unos segundos y trate de caminar hasta la silla que tenía dentro de la habitación, era mejor estar sentada que estar acostada.

Cerré los ojos un momento y luego la vi llegar con un vaso en la mano y en la otra una pildora.

-Ten, es un anti-ácido supongo que eso te hará algo -dijo, puse la pildora en mi lengua y tome el agua encima.

-Creo que no cenar y mezclar bebidas me ha caído muy mal -respondí.

-¿No quieres recostarte? -cuestionó y negué- Pondré las almohadas para que puedas quedar semisentada -dijo.

Lo pensé durante unos segundos y me levante, vi como colocaba las almohadas y luego me recosté.

-Por cierto, no viste a mi mamá? -pregunté y negó.

-La puerta de su habitación estaba abierta y tampoco la vi acostada -respondió.

Mamá tenía la costumbre de salir sin avisarme, y obvio que no tendría el porqué darme explicaciones de a dónde va pero a veces podría avisarme o algo.

Estoy casi segura que está saliendo con alguien y no me lo quiere decir.

Vi a Lisa cerrar las persianas y la habitación quedó un poco a oscuras, realmente tenía un poco de sueño.

Se fue hasta la puerta de la habitación y le puso el seguro, hasta yo me sorprendía de dejarla hacer de todo eso.

Se recostó a mi lado y me tomó la mano, cerré los ojos.


-

Me desperté y mire la hora, ya era demasiado tarde. Lisa se había quedado dormida a mi lado, supongo que mamá tampoco había llegado porque no golpeó la puerta.

Saque despacio su brazo porque me estaba abrazando y camine hasta al baño.

Iba a pegarme una ducha antes de salir a tomar algo, tenía un poco de hambre pero no quería lastimar mi estómago.

Me duche, me seque y me puse un conjunto de pijama.

Abrí despacio la puerta del baño y camine fuera de la habitación, Lisa seguía durmiendo profundamente, no quería despertarla.

Baje las escaleras y saqué una manzana del refriguerador, la enjuague y me senté en la barra de la cocina para poder comer.

Escuche sonar el timbre y fui para abrir.

Era Rosé.

-Hola, disculpa que venga así -asentí- Es que la mamá de Lisa me ha dicho que salió temprano y no ha vuelto -quería reír- No la has visto o no te dijo nada?

-Que pasó? -dijo un poco somnolienta desde las escaleras.

Me miró y la volvió a ver.

-Ustedes están de nuevo... -iba a preguntar viéndome.

-No -respondí rápido.

-Pero pronto -dijo ella desde las escaleras y rodé los ojos.

-Lo que debes hacer pronto es llamar a tu madre -dije y asintió.

-¿De verdad no están juntas? -volvió a cuestionar Rosé.

-Lo digo en serio, no -respondí.

-¿Puedo sentarme? -dijo mirando el sofá y asentí- Es que vine caminando desde casa, porque no me respondías y Lisa tampoco.

Había olvidado por completo que tenía un teléfono celular.

-A veces no me familiarizo tanto con el móvil -respondí- Como por que pensaste que yo estaría con ella?

-Por eso lo mejor fue venir, casi me quedo sin piernas pero llegué -dijo sonriendo- Porque dijo que vendría a devolverte los libros, así que en teoría serias la última persona en verla.

-Deberías de dejar un lado el piano y salir a correr -bromee y negó.

-La música me apasiona, el deporte no -dijo y asentí- ¿No quieren salir hoy? -cuestionó.

-No -dijo Lisa bajando de nuevo las escaleras- Si la hubieras visto vomitar como yo, ni siquiera le dirías lo de la invitación -se burló y le tire el cojín que se encontraba en el sofá.

-Por eso la cara pálida -dijo y asentí.

-Iré a resolver un problema con mi madre y vuelvo después para ver como sigues -dijo y negué.

-No te preocupes, yo estaré bien -respondí.

-Volveré -volvió a decir y negué con la cabeza.

Se acercó hasta donde yo me encontraba y me beso en la frente.

Rosé estaba observando todo atentamente pero sin emitir ni una sola palabra, no quería imaginar con todas las cosas que iba a bombardear a Lisa en el camino.

Ambas salieron de mi casa y volví a mi habitación.

Efectivamente Lisa iba a volver, había dejado su mochila en mi habitación.


Say you won't let go 🌻 |Jenlisa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora