¿Se puede cambiar lo que está escrito?
Jennie y Lisa podrían estar destinadas a estar juntas pero no siempre es lo que uno quiere. Muchas veces todo cambia, las personas se van, conoces a otras, creces, maduras entre otros factores. El futuro es inc...
-Helena, por favor hija -dije y le saque de nuevo la gorra.
-Sacó el peor defecto de Lisa -dijo mi suegra y reí.
-Era así mismo cuando era niña, nadie le sacaba sus gorras.
-Lisa, por favor -le dije y apunte a la niña.
-Amor las gorras son bonitas -consintió el capricho de la niña.
Solo quería una foto normal donde ninguna de las dos tenga una gorra, durante estos cinco años no he conseguido una sola pero siempre salían increíbles.
Las dos eran super cómplices, a veces yo ni existía en la relación de ambas, eso sí Helena era muy dependiente de mi.
Amaba ver el rol de Lisa como madre, lo estaba haciendo increíble. El amor, la paciencia y el tiempo que tenía para Helena era una fase la cual nunca pensé que iba a poder disfrutar a su lado.
Helena era un poco de las dos, era consentida porque era la única sobrina, hija y nieta. Y la única bebé por el momento, hasta que nazca mi sobrino ya que Su-Ji y Nayeon no perdieron el tiempo estos años y estoy a punto de ser tía.
Rosé y Jisoo increíblemente estaban intentando algo juntas, si alguien me preguntaba que eso era posible hace diez años atrás pondría mis manos en el fuego de que eso no iba a pasar. Es más estaban comprometidas, yo de verdad no sé que momento sucedió eso.
Los fines de semana era la reunión en casa, todos venían y compartíamos aquí.
Hoy era uno de esos fines de semana, aún no había llegado casi nadie a excepción de mis suegros y mis padres.
Helena no paraba de pedirle cosas a mi padre y eso si que sacó de mi según mi madre, esa niña no para de pedir ropa nueva.
Ella nunca pedía juguetes, nunca pedía dulces, pedía ropa.
Creo que esa parte si hice bien, sonreí inconscientemente.
Estaba en la cocina mirando el jardín mientras preparaba la comida.
Sentí unos brazos rodearme y una respiración en mi cuello.
-Cada vez que paso por este lugar y te veo mirar el jardín mi corazón acelera, no puedo controlar estas locas ganas de amarte y llenarte de besos -dijo apretando mi cintura.
Me gire y quedé un poco abajo.
-La que no puede controlarse soy yo -dije y la apreté más a mi- Está noche nos daremos una escapada ya que nuestros padres se quedarán con Helena -sonreí pícara.
-Ya hablaste con ellos? -cuestionó y asentí.
-Pero han puesto una condición -dije y enarco una ceja.
-Cuál? -cuestionó dudosa.
-Quieren el año entrante otro nieto -dije y empezamos a reír.
-Dejen de coquetear en la cocina y pónganse a cocinar -dijo mi madre tirandonos un trapo- Mal educadas
Las tres nos miramos y explotamos de la risa.
Mi madre había cambiado muchísimo y ahora era más amiga de Lisa que Rosé y todas las chicas juntas, ni con su madre hablaba tanto como con mi madre, se la pasaban hablando y tirándose fotos de Helena todos los días.
-Pero es cierto -dijo mi madre- Quiero otro nieto -llegó hasta las dos y nos abrazo- Estoy orgullosa de las dos y aunque cada día me sienta mal por todo lo que le hicimos a las dos, de todas maneras están aquí y tienen una familia hermosa rodeada de amor y lealtad que es lo que más importa -dijo y empecé a llorar.
-Mamá -la reproche y se encogió de hombros.
-Bellaaaaa -la llamó desde afuera Helena, mi mamá no dejaba por nada del mundo que la llame abuela.
-Bueno, las dejo -dijo y salió de nuevo por la puerta.
...
Recosté mi cabeza sobre su hombro y entralace nuestras manos.
-Crees que la historia iba a ser diferente si nos dejaban estar juntas? -cuestiono y negué.
-En todos los escenarios donde nos imagines yo siempre contaba con este lugar -dije jugando con sus dedos- Tú y yo con una familia, juntas hasta el punto de no aguantarnos -la escucho reír.
-No he dejado de aguantarte, tu a mi? -cuestionó y guarde silencio.
-Si cuando Helena estaba en mi panza -dije y empezó a reír.
-Si tenemos otro bebé, ya no lo vas a cargar tú -dijo y negué.
-Yo disfruté de mi embarazo, que te sucede -le reproche y empezó a reír.
-De acá a diez años donde nos imaginas? -cuestione y guardo silencio.
-A ver... Tú esperando a nuestro cuarto hijo -estaba loca- de verdad, Helena en la secundaria siendo toda una niña rebelde porque es una consentida, las dos siendo felices y siendo cursis como siempre -finalizó.
Me gire y quedé ahorcajadas sobre ella.
Tomé su rostro entre mis manos y analice cada parte de su rostro, cada pequeño detalle, no quería olvidar nunca ni una cosa de su rostro.
-Sabes de aquí a diez años me veo como aquella niña de quince años que te miraba a través de los lockers locamente celosa y enamorada -dije y bese su frente- Y por más que tenga la confianza del mundo sobre ti, jamás dejaré de tener celos porque eres mía y así será hasta que una de las dos se canse de amar a la otra -continue hablando- Y en todas las vidas alternativas que yo tenga siempre voy a elegirte, no importa el final pero sé que va ser yo contigo, ya sea encima tuyo, de la mano, besando tus labios o como sea.
-Te amo Jennie, cada dia te amo mucho más de lo que te imaginas y no puedo parar de estar agradecida por tenerte a mi lado -dijo y la besé.
Apretó mi cintura y me pegó más a su cadera.
Observe el reloj que estaba al lado marcaban las 00hs.
-Feliz aniversario mi amor -susurre sobre sus labios y no dudo un segundo más en tirarme abajo y empezar a besarme.
...
Amaneció y desperté antes que Lisa, la observé durante unos segundos.
Cuando me iba a levantar estiró de mi camisilla y me envolvió en un abrazo.
-Quédate aquí siempre -dijo besando mi cabeza.
No me iba a quedar siempre pero posiblemente sí la eternidad.
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