Ya habían pasado tres años con once meses, solo faltaba un mes y dejarían libre a ni padre, la idea de que intente acercarse a nosotras me asusta, Chris me dijo que la policía no dejara que se acerque al salir en libertad.
Estoy sentada en mi cama de mi departamento, me mude de casa para estar cerca de mi universidad y trabajo, ya es de día y tengo que prepararme para ir a la universidad, me arreglo como de costumbre, llevo puesto un vestido de flores, salgo apurada sin desayunar con mi cartera en mano, bajo por el elevador y salgo a la calle, a lo lejos pude divisar el autobús que me deja frente a la universidad, no iba a esperar media hora a que llegue el otro bus, así que corro con todas mis fuerzas, el bus se puso en marcha, pero me acerque y golpee el costado del colectivo cuando de repente freno haciendo que me caiga al suelo.
Agradecida subo rápidamente y pague mi boleto, veo suciedad en mi vestido, entonces la limpie con mis dos manos, pero el autobús arranco de golpe haciendo que pierda el equilibrio y cayera, para mi suerte caí sobre una caja.
—Pero que haces niña levántate —la propietaria de la caja me dijo.
Me levanto y la señora abre la caja preocupada, vi cómo se puso nerviosa, intento mirar y dentro de la caja había huevos rotos, hay más de una docena y la caja se empezó a mojar.
—Lo siento señora, es mi culpa yo se los pagare —digo preocupada, la señora está muy furiosa.
—Claro que me lo vas a pagar —dijo la señora.
Busco en mi cartera mi billetera, saco dinero suficiente para cubrir el daño y se lo entregue, al momento recibo una llamada de mi celular, busco un asiento en la parte trasera y saco mi celular y contesto la llamada.
—Hola —saludo.
—Hola hija, hoy tienes que llevar a firulais al veterinario para su chequeo —mi madre me recuerda lo que tengo que hacer.
—Mama, sabes que tengo trabajo. —Me tapo la cara con las manos.
—No me importa, yo estaré de viaje con tu hermana y no tendré tiempo, te llevas mi auto, las llaves están en el lugar secreto —dice mi madre.
—Pero mama, yo... —trato de decir.
—Sin peros, lo llevas y se acabó la discusión.
—Mamá... no, me colgó. —Guardo mi celular y pienso en cómo hacer tiempo, de acuerdo a mi horario tengo justo media hora para llevar al perro al veterinario.
No tengo tiempo, y tengo sueño y hambre, toda la noche me la pase estudiando, me recuerdo de algo y saco mi libro de psicología y lo leo, tengo los exámenes finales y a parte debo corregir la conclusión y presentar mi tesis para graduarme, me duele la cabeza.
—Toma —una chica me hablo, al mirarla era blanca con cabello pelirrojo y pecas, muy bonita, en su mano tenía un café que me lo ofrecía.
La verdad no se si me sea conveniente aceptarlo, puede estar modificado, con algún veneno o droga, la miro dudosa y luego al vaso de café, tengo hambre, en unos minutos llegare a la universidad para rendir exámenes, no debería, a la chingada todo, agarro el vaso y lo bebo en cinco tragos de seguido, no se sentía raro ni estaba tan caliente, estaba muy rico, tal vez sea el hambre.
—Muchas gracias —le digo sonriendo.
—De nada, sé que en la universidad ya están terminando y quiero desearte fuerzas y ánimos. —Me da una palmada en el hombro.
—Eres muy amable, gracias. —El autobús ya está llegando a mi parada, me levanto de golpe —. Me tengo que ir, adiós —paso a su lado y presiono el timbre al abrirse la puerta salgo corriendo del autobús, necesito los cuestionarios de mis compañeros para estudiar.
Llego a mi clase, saludo a mis compañeros y me siento en mi asiento, saco mis libros y empiezo a estudiar, cierro los ojos y me repito cada frase.
—¿Por qué estas tan nerviosa?, para ti será fácil, todos sabemos que sacaras la mejor nota en el examen como siempre lo hiciste —dice una voz masculina, levanto la vista y ahí se encontraba mi amigo Aidan, al que conocí hace años en un restaurante, luego de que mi madre consiguiera su número.
Al principio no quería llamarlo, pero luego tenía que despejarme y lo llame, salimos y nos conocimos, se convirtió en un gran amigo, me ayudó mucho a despejarme cuando pensaba en Wooki, me enseño que es cierto la frase ''mente ocupada no extraña a nadie''
—Deberías estudiar, este examen es muy difícil y no solo por eso, nosotros tratamos la mente y emociones de las personas, eso podría ser peligroso si no estudiamos bien —digo.
—Tienes razón, dame tus cuestionarios —me dice y yo se los entrego, son un desastre, pero él lo entiende.
El profesor ingreso y todos lo saludamos, nos entregó el examen y al leerlo me doy cuenta de que Aidan tenía razón, sacare la mejor nota porque esto es pan comido.
Al terminar los exámenes tengo que ir rápido al trabajo así que salgo apurada, Aidan me alcanza.
—Espera, te quería invitar a una fiesta que se dará en casa de Lidia, si aceptas iré a buscarte en la noche... —lo interrumpo.
—No puedo, luego del trabajo debo llevar al perro al veterinario y luego limpiar mi departamento, está hecho un desastre —digo exhausta.
—Está bien —me dice.
—Adiós —camino hacia la salida y tomo el primer bus que se me presenta, son las once de la mañana, tengo tiempo para ir a comer algo, me bajo frente al palacio de justicia en donde trabajo, es un edificio muy grande, en frente hay varios lugares donde comer, pero se dónde ir.
—Hola Juan —saludo al señor cocinero de sándwiches, es un poco mayor, pero hace los más deliciosos sándwiches.
—Jael, ¿Cómo estás?, quieres lo de siempre —me pregunta feliz.
—Si señor —respondo.
Prepara un sándwich con repollo, mayonesa y asado de carne, lo acompaña con un jugo de manzana y ensalada de pepino, siempre vengo a este lugar para comer, todo es delicioso, he sido su clienta por los cuatro años que trabaje en el palacio.
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El Mundo De Los Sueños.
FantasyCuando descubres que tu realidad no es la única, ¿podrás diferenciarla? Dicen que todos tenemos un destino, un hilo rojo, que nos une a nuestra alma gemela, la persona predestinada para ti, pero, qué tal, y ese destino o hilo rojo esta entrelazad...