Mi alarma me despierta, salto de la cama, tengo que alistarme para ir a la universidad, corro al baño me doy una ducha rápida y salgo envuelta en una toalla, ingreso a mi habitación, ahí esta Aidan, me acerco y lo sacudo un poco, poco a poco abre los ojos y cuando lo hizo se queda mirándome asombrado.
—Levántate de inmediato que tenemos que ir a la universidad. —Se levanta al escucharme, sin dejar de mirarme y luego enarca una ceja.
—¿Estas tratando de seducirme? —me pregunta con una cara de seducción increíble, me he dado cuenta de lo que acabo de ocasionar, retrocedo de inmediato.
—Dúchate y vístete, tengo algo de ropa de hombre que uso de entre casa y... —Veo como se levanta de la cama y se acerca, yo choco con la puerta y tomo la perilla.
—Lo último que quiero ahora es vestirme —dice y me toma de la cintura.
—Pues te hace falta una ducha bien fría. —Lo empujo y escapo de la habitación, espero a que el salga, cuando lo hace no para de mirarme, entro a mi habitación y la cierro con llave, uno nunca sabe.
Me visto con un baquero negro y una camisa con mangas de color celeste, uso perfume y desodorante y arreglo mi cabello, busco la ropa que le dije a Aidan, encuentro unos pantalones negros y una camisa holgada negra, bueno, hoy su estilo será de luto, combinará con su cabello negro, salgo y él está ahí, envuelto con una toalla sus partes, sin mirar su abdomen bien marcado por mucho tiempo le lanzo la ropa a sus manos y me tapo los ojos, él se ríe e ingreso en mi habitación para cambiarse.
—¡Ya sal! —le grito, se había tardado un buen tiempo, me hizo caso y ¡vaya!, la ropa de luto le queda perfecto lo hace ver más interesante y atractivo.
—Cierra la boca que se te cae la baba cariño. —Aidan golpea mi cabeza —. Ahora déjame preparar algo de desayuno. —Camina hacia la cocina.
—No suelo desayunar para salir, para no llegar tarde —le digo, Aidan se da la vuelta como el exorcista y pone sus brazos sobre su pecho doblándolos, su rostro muestra enojo.
—Pues eres bien estúpida —el no suele llamarme así, por lo que abro mi boca asombrada —el desayuno es la comida más importante del día y tu mocosa —se acerca hasta estar enfrente de mi —¿quieres ser rebelde? ¡espera que se entere tu madre! —me grita luego él va a la cocina y saca algunos alimentos para preparar un buen desayuno.
No tarda ni media hora y en mi mesa descansan unos platos con huevo y salchichas formando una carita sonriente, un café, pan tostado y algunas frutas cortadas en un tazón, y un vaso con jugo.
—Cómelo todo Jael March. —Me toma de los hombros y hace que me siente se acerca a mi oído —. Si no lo haces, me vas a conocer —Se aleja y se sienta al lado de mí, devora su desayuno y yo la verdad no quiero conocerlo por lo que forzosamente meto hasta el último bocado de su desayuno, solo faltaba el jugo, me pasa el vaso mientras lava todos los cubiertos.
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El Mundo De Los Sueños.
FantasiaCuando descubres que tu realidad no es la única, ¿podrás diferenciarla? Dicen que todos tenemos un destino, un hilo rojo, que nos une a nuestra alma gemela, la persona predestinada para ti, pero, qué tal, y ese destino o hilo rojo esta entrelazad...