Me despierto gracias al sonido de mi alarma, aunque ya no tenga que ir a la universidad, hoy debo llevar al perro de mi madre a la veterinaria, Steve tiene tiempo libre así que me ayudará, bajo sin desayunar y lo encuentro sentado en su auto, me subo al lado de él, este se asusta.
—Dame todo lo que tienes esto es un asalto —digo sonriendo.
—De un movimiento te hubiera matado —dice serio.
—Ya vámonos. —Arranca el auto, hasta llegar a la casa de mi madre, entro y saco al perro, mi madre no se encuentra ya que fue a comprar algo para la cena, me invito a cenar.
—¿Está bien? —le pregunto a la veterinaria luego de revisar al perro.
—Está en excelente estado, solo debe tomar más agua —dice entregándonos el perro.
—Gracias —digo sonriendo, entramos al auto y Steve empieza a conducir.
—Invítame a cenar, no lo hiciste —dice con cara triste.
—¿Eres un niño? —le pregunto él hace más triste su cara —bien, ven a cenar con nosotras —digo.
—No quiero, tengo mucho trabajo en la policía —dice y llegamos a casa.
—Entonces, ¿por qué me pides que te invite si no vas a ir? —pregunto enojada.
—Solo quiero que me invites, para ver tu cara al rechazarte —dice burlándose, me bajo del auto y saco al perro.
—Gracias —digo, él se aleja, dejo entrar al perro y luego yo ingreso, mi madre se encuentra cocinando, llego junto a ella y le doy un beso.
—Te quiero mucho hija —dice abrazándome.
—Yo también, no sé qué haría si no estuvieras conmigo —digo sonriendo.
—Te quedaras a dormir, ¿cierto? —me pregunta mi madre.
—Sí, ¿mi cuarto sigue disponible? —le pregunto.
—Siempre estará disponible pequeña. —Sacude mi cabello con sus manos.
—Ya, aliméntame mujer —digo con voz grave.
Mi madre solo se ríe un rato, prepara la cena, procedemos a cenar, no hay nada igual que sentir el olor de la comida recién hecha de mi madre, tantas cosas han pasado, pero solo con un plato de comida con su distintivo sabor pueden reconfortarme, sus cálidos abrazos y cuando no estamos peleadas hasta su voz me tranquiliza, ella es mi lugar seguro y mi 'pollito'.
Decido dormir con ella como antes, ya que se había quedado profundamente dormida, hasta ronca y eso me daba mucha gracia, acaricio su cabello, el aroma que proviene de su cabello es tan delicado que me podría dormir profundamente, con ella no tengo miedo, me siento segura y valiente.
Recuerdo que cuando era una niña y tenía miedo de fantasmas y a las tormentas eléctricas me escondía cuando sentía miedo, en cambio cuando dormía con ella solo bastaba despertarla y enfrentar la oscuridad, de su mano podría enfrentar cada monstruo del armario y así seguirá siendo al enfrentarme con la vida.
ESTÁS LEYENDO
El Mundo De Los Sueños.
FantasyCuando descubres que tu realidad no es la única, ¿podrás diferenciarla? Dicen que todos tenemos un destino, un hilo rojo, que nos une a nuestra alma gemela, la persona predestinada para ti, pero, qué tal, y ese destino o hilo rojo esta entrelazad...