Luego de comer voy directo al edificio, al ingresar saludo a mis compañeros y subo al elevador, al abrirse me encuentro con mi compañera Erika.
—Buenas tardes —le digo mientras caminamos hacia la oficina.
—Buenas —me sonríe, ella es blanca, cabello rojizo y de ojos azules su voz es muy seductora, siempre está muy arreglada.
—Estas muy bonita como siempre. —Le hago un cumplido y ella sonríe.
—Gracias y tú... —mira mi cara —estas como un zombi —Toca mi cara con sus manos.
—Es que estoy con los exámenes finales y no tengo tiempo para dormir —le sonrió.
—Puedo arreglarlo —dice y saca su quid de maquillaje, saca un labial rosado y me lo aplica, luego un poco de polvo y crema de pestañas — perfecta —dice sonriéndome.
—Con o sin maquillaje soy perfecta. —Me toco el rostro.
—Quisiera tener tu autoestima —dice aplaudiendo.
—La tienes que tener de esta forma y así solo tú puedes bajarla —la miro a los ojos —tienes que amarte completa o cualquiera hará que dudes de tus capacidades. —Vuelvo a caminar.
Veo como se me atraviesa mi superior Larissa, a lo que Erika la saluda con respeto, ella es alta, el cabello lacio y corto de color naranja.
—Buenas tardes superior —dice Erika.
—Hola cucaracha —al decirle eso a Erika me miro a mi esperando mis saludos.
—No le hables así, ella te respeta ¿no puedes solamente aguantar tus celos y hablarle formalmente? —digo rodando los ojos.
—Y ¿por qué yo le tendría celos a esta? —pregunta acercándose a mí.
—Porque ella aquí si esta por su inteligencia y porque se lo merece. —Fijo mi visita en Erika y luego en la superior —. Y tú solo escalas posiciones —eso hizo que se alterara mucho.
—Pues esta escala posiciones, hará que te despidan —dice acercándose más alterada.
—Para lograr eso deberías acostarte con el licenciado Torres, me avisas cuando lo logres —paso a su lado, ella me agarra de mi brazo y con sus uñas me araña, safo mi brazo y veo como dejo marcas —¿Acaso quieres que te denuncie por violencia laboral? —le pregunto mostrándole mi brazo —. Mejor no, no vales la pena. —Camino hacia Erika y vamos al baño para desinfectar la herida.
Al llegar al baño salen muchas chicas, el baño huele a una mezcla de productos químicos con perfume, a mi lado hay una chica pintándose los labios, el color le quedaba muy bien, luego me mire a mí, aunque solo hayan pasado cinco años cambie mucho, mi cabello lo había cortado corto y rapado en los costados, debido a que no tenía tiempo para casi nada, decidí cortarme así el cabello, de manera que no me molestara mucho, me lavo la herida y Erika solo me observaba, sabía lo que quería.
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El Mundo De Los Sueños.
FantasyCuando descubres que tu realidad no es la única, ¿podrás diferenciarla? Dicen que todos tenemos un destino, un hilo rojo, que nos une a nuestra alma gemela, la persona predestinada para ti, pero, qué tal, y ese destino o hilo rojo esta entrelazad...