6

46 21 17
                                    

Las clases de hoy concluyeron, Chris tenía algo que hacer, entonces no pudo acompañarme, disfruto de mi caminata solitaria por el barrio, cuando llego a casa las luces están encendidas, habré olvidado apagarlas hoy, ingreso por la entrada a mi cas...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las clases de hoy concluyeron, Chris tenía algo que hacer, entonces no pudo acompañarme, disfruto de mi caminata solitaria por el barrio, cuando llego a casa las luces están encendidas, habré olvidado apagarlas hoy, ingreso por la entrada a mi casa, dejo mi mochila en la mesa del comedor, pero algo anda mal, recuerdo muy bien haber cerrado la botella de agua, y si, ¿alguien se metió en la casa? saco el palo de amasar y lo llevo conmigo, al que se me aparezca lo mandare a las estrellas.

—¿Clarissa, que haces aquí?, ¿Por qué traes puesta mi ropa? —ella parece estar más sorprendida que yo.

—¿Qué haces con el palo para amasar de mamá? —parece estar enojada.

—Pensé que eras un ladrón, tu no sales temprano del trabajo, entonces pensé que era algún extraño —le respondo igual de exaltada.

—Bueno hoy, es que hice algo mal y como castigo me mandaron de regreso con suspensión de dos días. —Sonríe al final de la oración.

—Pues que mal, bueno, ¿quién tiene hambre?, que te parece cocinar algo delicioso por tu suspensión. —Agarro su brazo, haciéndole ojitos de cachorrito, ella rueda los ojos y va a la cocina yo saltando feliz voy tras ella.

Luego de comer la deliciosa comida de mi hermana, voy a mi cuarto a hacer mis deberes de la escuela, siempre soy muy dedicada y responsable estudiante, nunca necesite estudiar mucho ya que prestaba atención en clase y sacaba las mejores notas, el día que repruebe alguna materia, uno, me cagará a palos mi madre y dos, será el fin.

Ya es hora de dormir, me acomodo en mi cama y ese olor característico de mis sabanas hacen que tenga mucho más sueño, por una extraña razón quiero hablar con Wooki, contarle lo bien que me fue hoy, saltando la parte que casi golpeo a alguien, pero creo que eso ya no será posible, es solo un sueño, sin pensar nadas más me quedo dormida.

—Bonita Jael, despierta —alguien me llama, entonces, con mucho, pero, mucho esfuerzo trato de abrir mis ojos, al hacerlo, no veo a nadie en mi cuarto, me enderezo en mi cama, me quedo un rato procesando mi despertar mirando un zapato que deje tirado, ya más despierta, veo algo que se mueve en lo oscuro de la habitación.

—¿Quién está ahí? —Pienso que podría ser el coco o un ladrón, ojalá sea una persona por lo menos. —Si eres un demonio, vete de mi casa, no te daré mi alma, vete antes de que los ángeles te destierren de la Tierra. —Me tapo un poco con las sabanas, leo muchos libros de terror, así que no me juzguen, si algo te aparece a penas despiertas, de verdad puedes tener mucho miedo, y los que no, deberían ser caza fantasmas.

—¿En serio creíste que era un demonio? —El dueño de la voz sale de las sombras sonriéndome.

—¿Wooki? —no podía creer que este soñando de nuevo con él, creí que ya no lo vería.

—El mismo que canta y baila si me lo pides. —Wooki se acercó hasta donde me encontraba. —¿Puedo? —dice señalando mi cama para sentarse, de inmediato asiento con la cabeza, se sienta al lado de mi —es raro ¿no?, la primera vez no te pedí permiso para acostarme en tu cama, lo siento —dice mientras se acomoda en la cama.

El Mundo De Los Sueños.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora