Todos los hermanos de mi madre están sentados comiendo la deliciosa comida de Liz, mi madre estaba muy bonita con el maquillaje de Emma, mi hermana y su esposo están muy felices alimentando a su hija, Chris come mientras me observaba y Aida solo sonríe y mira a mi familia.
—¡Brindemos por la patria! —dice mi tío Gregorio, ya está borracho.
—Siempre fuiste así de estúpido —dice mi tía Emma.
—Tú te vez ridícula con tus joyas de fantasía —logra decir mi tío.
—¡Son exportadas de Francia y lo sabes! —grito mi tía.
—Disculpa a mis tíos, ellos son un poco... —le digo en su oído a Aidan, pero me interrumpe.
—Son un desastre —dice yo me tapo la cara de la vergüenza — y eso me encanta —me mira sonriendo.
—Y tu Jael —miro hacia mi tía Liz —¿cuándo piensas cásate? yo a tu edad ya tenía mi segundo hijo. —Me interroga.
—Yo considero... —digo, mi tía Emma me interrumpe.
—Déjala —dice mi tía —se independiente y junta tu dinero como yo —me dice sonriendo.
—Créeme hija no querrás terminar como tu tía, para ella la felicidad es el dinero, pero no sabemos cuál será la tuya —dice mi madre.
—¿Para qué quieres un novio mijita? —dice mi tío, se incorpora torpemente en la mesa —no te van a servir y nunca tuviste novio y al primero que me presentes le romperé las piernas —miro de reojo a Aidan, sin preocuparme porque él no será tan tonto de cavar su propia tumba.
—De echo... —inicia Aidan, no, no lo hagas.
—Claro tío, pero si tengo novio no reaccionarias así verdad —interrumpo a Aidan.
—Claro que sí, los hombres no te valoraran nunca, mírame a mí que ya llevo tres divorcios —toma un trago de alcohol —y mira lo que le sucedió a tu madre, ellos no aman de verdad —toma un trago.
—Yo si la amo —dice Aidan, me giro sorprendida, miro a mis tías, mi tío Gregorio escupe su bebida y se levanta de golpe.
—¿Que acabas de decir muchacho? —pregunta mi tío, Aidan se levanta también.
—Amo a su sobrina y no debe preocuparse porque yo no soy un mal hombre —dice Aidan, miro a mi tío.
—¡No infeliz! —sale de la mesa y Aidan hace lo mismo, corro hacia ellos —no dejare que le hagas daño, no serás su novio.
¡Por favor Aida cállate!
—Ese es el problema —¡no, Aidan! —ya soy su novio —Aidan dijo y mi tío lo agarro de la camisa.
—¡Jael sepáralos, lo va a matar! —grita mi madre.
—Yo quiero ver acción —escucho a mi tía Emma.
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El Mundo De Los Sueños.
FantasíaCuando descubres que tu realidad no es la única, ¿podrás diferenciarla? Dicen que todos tenemos un destino, un hilo rojo, que nos une a nuestra alma gemela, la persona predestinada para ti, pero, qué tal, y ese destino o hilo rojo esta entrelazad...