Capítulo 9

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Hola zorritos!

Pequeño aviso de que el próximo sábado estaré partiendo de viaje, porque la vida es demasiado corta para pasarla con miedo. Sobre todo si vives sola y tomas todos los recaudos y cuidados necesarios. Así que no sé si podré actualizar las próximas 2 semanas. Esta vez sí subiré en mi Instagram lo que haga. Sigan cuidándose y a los suyos :)

Como siempre, no se olviden de votar y/o comentar el cap al final!

Por cierto, alguna recomendación de qué hacer en Alicante?

Xoxo,

Sofi

***

Key siempre le había dicho de ser atento con los demás, y ayudar en lo que pudiera. Otra más de sus eternas lecciones, como si una parte de ella en serio hubiera creído que le correspondía criarlo. Anton había cometido el desliz de pedirle una vez que le enseñara a ser un buen líder, ella pareciendo un buen ejemplo a seguir, y Key había aceptado. Nunca había visto más que amabilidad y consideración en todas sus acciones.

Esa noche, Anton comprendió que ella no se había referido solo a ser amigable al conocer a otros y prestarles atención. La esperanza era mucho más efectiva al momento de manipular a alguien que el miedo. Darles aquello que más ansiaban, permitirles sostenerlo en sus manos, y susurrarles que sería suyo a cambio de un simple favor... Los agentes estaban entrenados desde niños para aceptar la muerte con valentía, su honor más importante que sus vidas, su deber lo único que prevalecía. No se doblarían ante amenazas. ¿Pero ante esperanzas?

Siguió en silencio a Rai bajo el manto de la noche. Intentó tragar el amargo sabor en su boca por todo lo que había sucedido. Miró a Nix caminando delante de él, pero el brujo lucía como si nada hubiera sucedido. ¿Cómo? ¿Cómo no le afectaba en absoluto lo que había hecho? ¿Acaso no le importaba?

Tomaba todo de sí no huir y querer ocultarse, el rojo todavía visible en su mirada. Sus manos picaban con la necesidad de conseguir una máscara para esconderse. ¿Entonces cómo el otro brujo lograba vivir con tanta paz, a pesar de todo lo que había hecho y era capaz de hacer? Porque Anton nunca había ahondado en los detalles de su pasado, y tampoco era como si conociera a otros brujos para preguntarles por la reputación pasada de Nix.

¿En qué había estado pensando Key al darle asilo a semejante monstruo?

En ayudar a quien lo necesitara, como ella siempre había hecho. Como él estaba haciendo ahora al no pensar en lo que le esperaba con tal de encontrarla. Ella no hubiera aprobado el método, aunque Anton tampoco había visto mucho a Key actuar de agente como para saber qué hubiera hecho ella en su lugar. ¿Habría podido romper igual de rápido a Rai Taiyo? Porque ahora sentía que podía pedirle cualquier cosa a la joven, y esta cedería enseguida.

El complejo estaba completamente desierto, los miembros del clan Taiyo habiéndose retirado a sus dormitorios para descansar una vez el sol había desaparecido. Tan opuestos al clan Feza. Tal vez por eso no se llevaran bien. Sus dioses estaban enfrentados, sus vidas eran contrarias, tenía sentido que su relación resultara tensa. Y posiblemente acababan de convertirse en fugitivos de ambos.

Suspiró. No había tenido oportunidad de regresar y despedirse de Pip, Nix lo había arrastrado lejos tan pronto como había profanado la tumba. No le gustaba mentirle a su hermana, o fallarle en algo que para ella significaba tanto. Tampoco era como si hubiera tenido oportunidad de contactarla de otro modo. Nix lo había utilizado como secretario durante todo el viaje, lanzándole las instrucciones escritas que Takeo le había dejado para que se hiciera cargo o los mapas de las distintas estaciones de tren. Ni siquiera había tenido oportunidad de pedirle prestado su móvil para llamar a Pip, Nix lo había lanzado por la ventana del taxi incluso antes de llegar a Tokyo.

El ladrón de mundos (trilogía ladrones #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora