Capítulo 20

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Feliz sábado, zorritos!

Espero hayan tenido una buena semana. Y espero también estén disfrutando mucho de esta historia. Noticia importante, he vuelto a subir los primeros dos tomos de la saga Pandora, así que es el momento de leerlos si quisieron y no pudieron, o releerlos. Como saben, estos libro se encuentran actualmente publicados en físico, así que no duden en pedirlos en sus librerías locales también!

Como siempre, no se olviden de votar y comentar al final!

Y mi duda del día es: ¿Quién creen que es más peligroso? ¿Nix o Kira? ¿Por qué?

Xoxo,

Sofi

***

Key lo mataría. Lo supo tan pronto como se encontró solo, de rodillas, sin nada más que la indeseable compañía de Dune a sus espaldas. Ella le había dado una sola tarea, y Anton había fallado. Quiso creer que no era su culpa. Nix no le había dado opción al empujarlo. Pero eso no cambiaba que había sido su responsabilidad sacarlos a todos, y el brujo se había quedado atrás.

Key jamás hubiera fallado o lo hubiera permitido en su lugar.

Era la única cosa que ella le había pedido, y él había fallado. ¿Acaso estaba condenado al fracaso? ¿A arruinar todo lo que tocase? Una sola cosa le había pedido Wessa, y tampoco había cumplido. Una tierra destruida, para un príncipe arruinado. Tenía sentido. ¿Cómo podía considerarse un heredero, si era incapaz de cuidar de un solo súbdito? Incluso cuando Nix lo empalaría si siquiera se atrevía a llamarlo así.

Miró su mano ensangrentada. No sabía si lograría abrir otro túnel sin desangrarse en el intento. Y aun si lo lograba, definitivamente no podría hacerlo una tercera vez. Estarían todos condenados. Y no sabía qué enfurecería más a Key, si el haber dejado a Nix atrás o el quedarse todos allí.

Quiso gritar que no era su culpa. El otro umbrus lo había empujado. Ella lo entendería, tendría que entenderlo. Excepto que, incluso de ser la Key de siempre, Anton sabía que no lo toleraría. Demasiado dedicada, demasiado comprometida con su deber. Ella diría que si había sido su responsabilidad, entonces tendría que haber cumplido, aunque tuviera que llevar al brujo a rastras o dejarlo inconsciente para sacarlo de allí.

Sintió sus ojos arder ante la desesperación. Key no era Key. Ese mundo resultaba horrible. Ahora ya ni siquiera contaba con Nix... ¿Entonces qué le quedaba? ¿Cómo regresar con Pip en semejante situación? No era justo. No había pedido nada de aquello. Paso tras paso, solo parecía arruinar las cosas.

—Es un chico grande, sabe cuidarse —comentó Dune a sus espaldas—. Dijo que era el mayor monstruo de Ashdown. ¿No?

—No entiendes —masculló Anton, luchando por mantener su voz estable.

—Entiendo que has sido criado por una humana, y por eso crees solo lo que tus ojos ven —respondió, dando vueltas a su alrededor—. Es normal. Nunca nadie te ha instruido sobre magia, menos sobre nuestro tipo. Si lo hubieran hecho, entonces hubieras notado lo evidente, y es que Nix resulta más poderoso aquí que en el mundo humano. Las marcas en su piel fortalecen su magia, sus demás sentidos. Y no es idiota. Si se ha quedado atrás, es porque tiene un plan.

—Key me pidió una sola cosa...

—¿Y eres un seguidor, o tienes mente propia? —preguntó Dune, Anton cerró fuertemente sus manos para no atacarle—. No le debes nada a nadie. Cada uno es libre de tomar sus propias decisiones. Ese es el tesoro de nuestra magia. Nadie, jamás, podrá influenciarnos ni manipularnos a diferencia de los demás.

El ladrón de mundos (trilogía ladrones #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora