Capítulo 42

1.1K 285 56
                                    

Feliz sábado, zorritos!

Oficialmente estamos en temporada de Sagitario. Espero las estrellas se alineen para dejarme terminar el año del mejor modo posible. Luego de un caótico noviembre, ya estoy empezando a reordenar mi vida para este mes. Tengo la ingenua ilusión de, si logro terminar ELDM, hace maratón, pero honestamente no es algo que haya decidido de momento si sé si lo haré. Amaría subir todo el final junto, pero luego sería dejarlos demasiado tiempo sin subir nada hasta que empiece con alguna otra historia...

¿Fantasía o crímenes?

Como siempre, no se olviden de votar y comentar al final del cap! Las cosas comienzan a tensarse aquí!

¿Quién creen que será el primero en caer?

Xoxo,

Sofi

***

—¿Cómo puedes amar a un ser así?

Key mantuvo su paz, su pulso tan seguro como sus pasos. Miró sobre su hombro, apenas pudiendo distinguir los rasgos de Iron en la oscuridad. Cargaba su fusil entre sus manos, y ella no confiaba tanto en su magia como en su puntería. Era mejor opción que ir a enfrentar a los sabuesos sola. Pero rodeada del silencio, y sabiendo que pronto debería renunciar a uno de sus sentidos, cualquier ayuda era bienvenida.

—No hay lugar en mi corazón ahora para nada más que ponerle un fin a esta pesadilla —admitió ella—. Y luego de todo lo que he hecho, no sé si sea capaz de sentir amor. O qué es eso. Pero si sé que no es muy diferente a ti o a mí.

—Te equivocas —respondió él.

—Ambos hemos asesinado y cometido peores crímenes, todo con tal de sobrevivir en estas tierras. Como él. La única diferencia es que a mí me ves como una santa por mi apariencia —dijo Key, su mirada de nuevo al frente—. Mientras a él lo juzgas por su tipo de magia. Pero no creas que mis manos no son las más sucias aquí. Al contrario, deberías preguntarte cómo otro puede siquiera sentir algo por mí luego de todo lo que he hecho.

—Ronan...

—Llevaba puestas tus prendas, tenía tu perfume —dijo ella—. No lo reconoció. Fue un accidente.

—Lo apuñaló.

—Y yo acabo de degollar a una niña, porque no había modo de salvarla y mejor que sea rápido. Hay muchas cosas de las que Nix no se arrepiente, lo que sucedió con su hermano no es una de ellas. Y lo siento por tu amante, pero no creo que juzgar a su familia sea la respuesta. Cuando todo esto termine, deberían sentarse y hablarlo.

—No puedes hablar con alguien como él —dijo Iron.

—No puedes hablar con alguien como tú, o como yo. Sin embargo, aquí estamos —dijo Key con calma.

—¿Qué sucedió con la Kami que conocí? —preguntó él.

—No soy una kami, ni un yōkai, ni un ōkami. No soy ninguna escogida por un dios ni heredera de una familia legendaria. Soy solo una humana. Y juré proteger a mi tipo, del mismo modo que juré hacer lo mejor para los brujos. Incluso si eso implica ayudarlos a liberar un mundo entero.

—Ningún humano hubiera sobrevivido tanto tiempo aquí.

—Soy una humana bastante terca en cuanto a la muerte —respondió ella y se detuvo—. Aléjate tanto como sea posible. Busca un lugar alto y cúbreme. Ningún sabueso puede pasar. ¿Entendido? Somos la única línea de defensa aquí atrás.

El puente sobre el que se encontraban conectaba las perreras con la zona residencial. Aely lo había mencionado, los sabuesos siempre serían la primera defensa, capaces de absorber toda la magia a su alrededor e inmunes a cualquier ataque de esa naturaleza. Ella no tenía nada de aquello.

El ladrón de mundos (trilogía ladrones #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora