Capítulo 30

1.3K 332 64
                                    

Feliz sábado zorritos!

En un rato me estaré yendo al Parc Astérix, el cual queda en medio del bosque y se rumorea es mejor que Disney, así que que la diosa me ayude a llegar y sobrevivir al golpe de adrenalina. La buena noticia es que logré hacerme algo de tiempo para editar antes de partir. Y las chicas de Pulce estarán haciendo hoy una dinámica en Instagram sobre mis historias para festejar su aniversario!

Como siempre, no se olviden de votar y comentar al final si el cap les gustó!

Y qué creen que piensa Key de Nix?

Xoxo,

Sofi

***

Despertar siempre era lo peor. Key abrió los ojos, luchando por comprender algo a su alrededor. Ni siquiera se inmutó al darse cuenta que se había quedado dormida sobre el brujo, o que él se encontraba sin camiseta. Su piel estaba manchada con rojo, su herida rodeada con sangre seca. ¿Acaso había intentado apuñalarlo?

Miró su mano, la familiar escritura repitiendo el no hacerle daño. Intentó recordar lo sucedido antes de dormir sin éxito. Sus mejillas ardieron sin explicación, el resto de su cuerpo también. Se enderezó sin soportarlo mucho más, pidiéndoles un poco de orden a sus pensamientos. Había nuevas marcas en sus brazos, cortes superficiales asegurándole que sobreviviría. No podía haber intentado matarlo. ¿O sí?

—¿Estás despierto? —susurró ella.

—Siempre estoy despierto —respondió Nix, y Key suspiró.

—Estás herido. No te muevas.

Partió sin decir más, y regresó momentos después con su kit medicinal. Nix se sentó, y ella limpió su piel en silencio. Intentó no pensar en que era responsable por esa herida, o en que podría haberlo matado si hubiera alcanzado el corazón como había deseado. Tuvo cuidado al momento de limpiar el corte, y luego esparcir la medicina antes de vendarlo. Nix atrapó su mano cuando intentó alejarla.

—¿Sabes quién eres? —preguntó él.

—Soy el lobo blanco, y es mi juramento el proteger la frontera entre los mundos —respondió ella.

—Tu nombre es Keira Sakura Feza. Eres una agente. Y es tu deber el detener a brujos que consideres una amenaza para otros. Pero tus manos no solo sirven para matar, si me estás curando ahora mismo. Céntrate en eso, y no en cómo la herida llegó allí.

—¿Crees que sirve de algo negar el pasado? —preguntó Key.

—Creo que te juzgas demasiado, en un mundo donde no podemos darnos ese lujo —respondió Nix—. Siéntete culpable cuando tu vida no corra peligro.

—Dices algo imposible.

—Entonces hazlo posible.

—Tú eres aquí el que tiene magia —ella alejó su mano—. Yo soy una simple humana.

Partió una vez terminó de colocar la venda en su lugar antes que sus pensamientos pudieran desordenarse más. Tan solo estaba siendo amable, y no había nada de riesgoso en ello. Incluso cuando algo tan inofensivo como la amabilidad podía resultar una trampa mortal en Ashdown. Pero, si de algún modo él la estaba ayudando a continuar con vida, era lo mínimo que le debía.

Suspiró al salir de la habitación y encontrar a Chi esperándola. Su consciencia no le tenía piedad si ese era su modo de recibirla tan temprano. Él lucía tan frío y distante como siempre, aun así Key podía sentir su juicio junto con los reproches que andaba callando. Intentó pasar de la alucinación, pretender que no existía como si aquello fuera a hacerla desaparecer o pudiera convencerla de que no estaba tan mal como creía.

El ladrón de mundos (trilogía ladrones #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora