Capítulo 27

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Feliz sábado, zorritos!

Lamento no haber podido actualizar la semana pasada, pero he tenido unos días interminables y no me estuve sintiendo de lo mejor. Suelo avisar por Twitter cuando sé que no lo lograré para evitar malentendidos. 

Por otra parte, tras varios pedidos, he creado un server en Discord! No duden en mandarme un mensaje por instagram o Twitter para pedirme el link. También pueden encontrarlo en sofidalesio.cardd.co

Como siempre, no se olviden de votar y comentar al final si el cap les gustó!

¿Y cuál es su POV favorito hasta el momento?

Xoxo,

Sofi

***

Tenía que salir de allí. No era tanto un deseo, como una necesidad. Tenía que huir, antes que su cuerpo se deteriorara y su mente la venciera con tantas confusiones. Antes que enloqueciera.

Bajó corriendo las escaleras, sus pies demasiado ligeros como para hacer ruido alguno. Debía ser el aire en esa casa, tan distinto del resto de Ashdown. O tal vez fuera culpa de la comida. O las medicinas. Había tantas opciones posibles, que no entendía cómo todavía no había intentado huir. Se había despertado junto a un umbrus dormido, solo para encontrar escrito en todo su brazo que no debía hacerle daño. Su propia letra.

Algo tenía que estar mal con ella.

Solo podía pensar en huir, porque ningún sitio era seguro en Ashdown. Ningún brujo lo era. Y su herida podía seguir siendo grave, pero al menos estaba segura que ya no se desangraría en el camino. Si corría, si lograba llegar a la capital, entonces tal vez podría conseguir medicina y encontrar un nuevo lugar donde esconderse.

La puerta al final estaba entreabierta de nuevo. Ella no se detuvo. Saltó al otro lado para zanjar la distancia de un rápido movimiento y fue directo hacia la puerta principal. Debía aprovechar mientras tuviera energía, la necesidad más fuerte que el dolor. Quizás, solo quizás, tuviera una oportunidad y esta vez lo lograría.

Su pulso se aceleró ante la expectativa. Sus pies dolieron con ansias de lograrlo. Su propia cabeza era un caos de pensamientos dispersos sin ninguna lógica más que la única y clara decisión de que debía partir. Y era solo cuestión de un paso en falso para ser descubierta.

Su corazón se detuvo al encontrar la puerta cerrada. Intentó con las ventanas solo para encontrarlas bloqueadas del mismo modo. ¿Qué opciones tenía? Podría coger algo e intentar romper el vidrio, pero allí arruinaría cualquier plan de discreción. ¿Intentarían detenerla? ¿Cuánto podría correr antes que la alcanzaran? Estaba en un terreno desconocido, el descampado una desventaja.

—¿Qué parte de descansar no entiendes?

Key se giró, cogiendo su estilete enseguida, solo para encontrar a Aely Showk observándola al otro lado de la sala. Él estaba apoyado con despreocupación contra un muro, su semblante frío. Era siempre un peligro enfrentarlo, cada vez actuando tan distinto. Ella nunca estaba segura de a qué tipo de brujo se encontraría, si uno que la odiara o simplemente no le tuviera paciencia, y eso resultaba una amenaza.

Su mirada se desvió a la puerta entreabierta a su lado, la luz filtrándose fuera. Sabía qué había al otro lado, y a la vez no sabía. Sus pensamientos eran demasiado rápidos y confusos, filtrándose entre sus dedos sin poder aferrarse durante mucho tiempo a ninguno. No debería estar allí. No debería jamás haber permitido que esos brujos aparecieran y arruinaran todo.

—¿Quieres ver? —preguntó él, y ella se paralizó—. Tan cobarde para ser tan mortal.

—El miedo es racional —respondió Key—. No le temo a los enfermos, solo me apiado por ellos.

El ladrón de mundos (trilogía ladrones #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora