Capitulo 3.

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Mike, Sulley y T/n salieron de su departamen cada uno con lonchera.

—Muchachos, van a ver esta cara en televisión constantemente— Mike dijo con confianza.

—¿Así? ¿En los más buscados de Monstropolis?— preguntó Sulley, haciendo reír a T/n.

Mike se rió burlonamente y respondió: —No soportas mi galanura  desde la primaria.

Siguieron caminando hasta que Mike sacó sus llaves.

—¡Whoo! Sulley, T/n, a la nave— les indicó a punto de abrir la puerta.

—Nop. No, no— dijo Sulley mientras
T/n negaba con la cabeza.

—¡Hey, hey, hey! ¿Ahora qué? ¿Qué haces?— Mike preguntó, confundido.

—Mikey, no hay producción, así que andando— Sulley respondió.

—Sí. Andando— agregó T/n.

—¡¿Andando?!— Mike exclamó.

—Sí— respondió Sulley.

—No, no, no, mi bebé— suplicó Mike, tratando de entrar al auto.

—Vamos. Vamos— instó Sulley, sacándolo.

—Necesita un piloto. ¡Te quiero!— Mike exclamó mientras trataba de regresar al auto.

Finalmente se rindió y siguieron caminando.

—Oigan, genios, ¿quieren saber por qué compré ese auto?— preguntó Mike.

—La verdad no— respondió Sulley.

—No— agregó T/n.

—¡Para conducirlo! ¿Entiendes, en la calle? Y no caminar— les dijo Mike.

Mientras explicaba, Sulley se burlaba de él y T/n se reía.

—Basta de quejas, albondiga, camina, ya estas gordito— Sulley le dijo.

—¡Es que soy redondo! Tú estás tan alto que el cerebro se te enfría. Y
¡T/n sigue siendo T/n!— respondió Mike.

Pasaron junto a unos niños, que los saludaron y ellos hicieron lo mismo.
Luego vieron a Tony cantando y reabasteciendo su tienda.

—¡Hey, hey, hey! ¡Amigos!— saludó.

Hicieron lo mismo a su propia manera.

—Escuché que una pareja está cerca de romper el récord de sustos— dijo Tony.

—Ah, solo trató de producir algunos y cubrir la cuota— respondió Sulley.

Tony se rió y luego preguntó: —¿Y cuándo es la boda?

—Una semana más y estaremos casados— respondió T/n.

—Así es— dijo Sulley, rodeándola con un brazo y besándola.

—Bueno, ¡felicidades de nuevo!— dijo Tony.

—¡Gracias!— respondió Sulley mientras seguían caminando hacia el trabajo.

—¡Hey! ¡cortesía!— gritó Tony, arrojándoles una fruta y todos las atraparon.

—¡Gracias!— agradecióT/n.

—¡Grazie!— agregó Sulley.

—¡Ba-da-bing!— gritó Mike.

Saludaron a algunos monstruos más hasta que llegaron a un paso peatonal  y saludaron al monstruo alto que estaba junto a ellos.

—¡Hola, Ted! ¿Cómo estas?— Sulley gritó

Ted cloqueó en respuesta.

Luego, el paso de peatones pasó de "alto" a "pasar" y cruzaron la calle.

—¿Lo ves, Mikey? Ted camina al trabajo— señaló T/n.

—Que chiste. Da un par de pasos y llega— se encogió de hombros Mike.

𝑴𝒐𝒏𝒔𝒕𝒆𝒓𝒔, 𝑰𝒏𝒄. (𝑺𝒖𝒍𝒍𝒊𝒗𝒂𝒏 𝒙 𝑳𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora