𝑴𝒐𝒏𝒔𝒕𝒆𝒓𝒔, 𝑰𝒏𝒄. (𝑺𝒖𝒍𝒍𝒊𝒗𝒂𝒏 𝒙 𝑳𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂)

Capitulo 6.

Un monstruo estaba limpiando el piso, pero una vez que terminó y se fue, dejó un rastro de baba detrás de él. Mike pasó a su lado.

—¡Chalooby! ¡Bombon ! —saludó.  Llegó a Roz, que estaba leyendo una revista—. Buenos días, Roz, mi suculento caracol de jardín. ¿A quién vamos a asustar hoy? —Mike preguntó, tomando su carpeta.

Roz golpeó la carpeta, dejó la revista.
—Wazowski, no ordenaste tu papeleo anoche.

—Oh, ese papeleo. ¿No sería mejor mandarlo a volar? —Mike preguntó.

Roz se inclinó hacia delante y advirtió: —Que no se repita.

—Sí, claro, uh... sere más cuidadoso —aseguró Mike, tomando su carpeta y alejándose.

—Cuídate, Wazowski. Cuidadito. ¡Te estoy vigilando —Roz comentó.

—¡Que loca! —comentó Mike.

Se puso el casco y la voz de Celia sonó por el intercomunicador.

—Planta de sustos activada. Asistentes, reportense en sus estaciones —instruyó.

Mike tomó una lata y la conectó al lado de la estación. Luego consiguió una tarjeta para la primera puerta y deslizó la tarjeta. Luego la puerta bajo y se bloqueó en su lugar.

Los otros asistentes hicieron lo mismo con sus puestos. Luego apareció un mapa en la pantalla con una línea roja sobre las áreas donde los asustadores irían a asustar niños.

—Aquí vamos, estamos en linea con la costa este. ¡Que pasen los asustadores!—Jerry dijo.

Los asistentes se pusieron en posición y los asustadores entraron. Cada uno de los asustadores también tenían a una asustadora asociada con ellos y rotarían con cada puerta que entrara.

—Oh, son grandiosos —Needleman comentó.

Todos los monstruos fueron a sus puestos y se volvieron hacia ellos. Sus asistentes vinieron y los prepararon para asustar a los niños y recoger sus gritos.

—Oye... que los mejores monstruos ganen —Sulley le dijo a Randall con la pata extendida

—Eso planeamos —replicó Randall, indicándose a sí mismo y a N/e.

Sulley se sorprendió, pero se dio la vuelta cuando sintió que T/n abrazó su brazo.

—No dejes que te molesten, Sulley.
Tienes esto —susurró.

Él sonrió, la besó en la frente y luego dijo: —No. Tenemos esto.

Sonó el timbre y todos los ayudantes de los asustadores abrieron las puertas.

—Listos en siete... seis... cinco... cuatro... tres... dos...

Jerry hizo la cuenta regresiva.

El cuerno sonó y los primeros asustadores se pusieron en marcha.