Llegaron a la cueva del Abominable hombre de las nueves y Mike intentó vestirse lo más abrigado posible (guantes en las manos, los pies y los cuernos) y luego se acercó a una lámpara para mantenerse caliente.
—¡Abominable! ¿Puedes creerlo? Soy abominable, ¿enserio? ¿Qué tal si me dijeran el aborable o el agradable hombre de las nieves? Seria un éxito, soy simpático. ¿Helado? —el abominable hombre de las nieves ofreció conos de helado amarillos.
—¡Qué asco! —Mike se encogió, pensando que era pipí.
—No, no, no. No es eso, es limón —aseguró el hombre, Mike negó con la cabeza, luego el abominable hombre de las nives le ofreció a la pareja—. Uh, ¿m e aceptan uno? ¿Helado?
Sulley y T/n se sentaron en la entrada, él la rodeó con un brazo para mantenerla caliente.
—¿Te diste cuenta de su mirada? — T/n lloró en voz baja.
Sulley suspiró y respondió—. Todo estará bien. Encontraremos una manera de salvarla y ella ya no tendrá miedo de nosotros.
—Espero que tengas razón — dijo T/n y sulley la abrazó en respuesta.
—Ah, depresión. Entiendo. Ser expulsado duele. Si mi primo Pie Grande. Cuando lo expulsaron, se hizo un enorme pañal de hiedra venenosa. Decía que era su corona. Y que el era el rey rosado. Ah, no pasa nada estando juntos. Que suerte tienen, expulsado con tus amigo —explicó el hombre de las nieves.
—No son mis amigos —espetó Mike.
—Oh. Yo me imagine que sí, cuando los encontré jugando a las traes —señaló el muñeco de nieve.
—Caras de tapete. Arruiné mi vida, ¿y por qué? ¡Por la niña! ¡Por ustedes estoy sufriendo en este congelador! —gritó Mike.
—¡Mike, detente! ¡No eres el único que está sufriendo aquí en este congelador! —T/n replicó, haciendo que Mike se burlara.
—¿Congelador? ¡Yo lo llamaría acogedor! ¿Qué me dices de la nieve fabulosa? Y espera a que conozcas la villa. Que lindura, no olviden comprar leche de cabra—el hombre de las nieves siguió parloteando.
Pero solo una palabra llamó la atención de T/n y Sulley.
—¿Qué dijiste? —T/n preguntó.
—Leche de cabra. Mira ordeñarla es una pachanga. No es buena leche si toleras los lácteos —Respondió el hombre de las nieves.
—No, no. Mencionaste una villa.
¿Dónde es? ¿Hay niños? —preguntó Sulley mientras la pareja corría hacia él.—¿Qué? Sí. Niños y niñas, hay... —dijo el hombre de las nieves.
—¿Dónde es? —preguntó Sulley.
—Es al pie de la montaña. A tres días de aquí —respondió el muñeco de nieve, un poco asustado.
—¡Oh, tres días?! ¡Hay que llegar allí ya! —gritó Sulley.
Sulley golpeó la pared, haciendo caer algunos de los carámbanos. T/n notó que uno se dirigía hacia algunas cajas y suministros.
—Sulley, mira —instó.
Miró en la dirección que ella señalaba y una sonrisa se formó en su rostro
—Eres una genio—dijo y la besó.
Ella le devolvió el beso y cuando se separaron, se pusieron manos a la obra.
—¿Quieres ir a la villa? Oye, regla número uno. Nunca... compres tiempos compartidos —dijo el hombre de las nieves.
—Hay que rescatar a Boo —comentó Sulley.
Sulley sintió que algo frío lo golpeaba y se dieron la vuelta. El abominable hombre de las nieves señaló a Mike, que se había quitado los guantes.
—¡¿Boo?! Ya me cansé —Mike demandó.
Lanzó otro cono de nieve, golpeando a
Sulley en el hombro, pero volvió a trabajar mientras T/n ayudaba.—¡Desde que ella apareció, ignoras lo que digo y mira lo que hiciste! —Mike comentó, tiró otro, luego gritó mientras preparaba otro—. Oh, íbamos a romper el récord, muchachos. ¡Ya lo teníamos!
—Eso no importa ya —Sulley y T/n dijo.
Esto sorprendió a Mike, lo que le hizo bajar el helado y pregunto.—Eso no importa. ¿Qué dijieron? ¿Eso no importa?
La pareja suspiró, sabiendo lo que decían, pero siguieron adelante.
—Claro... sí, no ya. Así que ya aparecio el gato, ¿cierto? —preguntó Mike, dejando caer el cono de nieve.
—Oh, oigan, ¿qué cosa? Ya no hay helado, eh... voy a salir... por más —dijo el hombre de las nieves torpemente, saliendo de la cueva.
—Sulley, T/n, ¿qué pasara con lo que hemos hecho juntos? ¿Ya no importa?
¿Eh? ¿Qué pasará con Celia? No voy a... estar con ella nunca. ¿No importa? —preguntó Mike.T/n puso la linterna en el extremo de su trineo y se dirigieron hacia la entrada mientras Sulley lo empujaba
—¿Qué hay de mí? Soy su compadre. Su mejor amigo. ¿No importó? —Mike continuó.
Se detuvieron por un minuto y volvieron a mirar a Mike con un suspiro.
—Perdón, Mike. Perdona que te trajera aquí—se disculpó Sulley.
—Sí, no pensamos que esto pasaría —añadió T/n
—Pero Boo está en peligro. Nosotros podemos rescatarla, yo creo que sí vamos... —comenzó a explicar Sulley.
—¿Qué? No, no. ¿Nosotros? No. No hay "nosotros" esta vez, muchachos. Si quieren intentarlo y congelarse, no me invites... porque irán solos —les dijo Mike.
Les dio la espalda. La pareja sabía que si iban a salvar Boo, tenían que hacerlo sin Mike.
—Odio decirlo, Sulley, pero tenemos que irnos —respondió T/n con suavidad y tristeza.
Sulley la miró, le tomó las manos con delicadeza y asintió diciendo: —Hagámoslo.
Tomaron el trineo y salieron de la cueva. Mike vio que se habían ido, dejándolo en la oscuridad y pensando en como regresar.
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𝑴𝒐𝒏𝒔𝒕𝒆𝒓𝒔, 𝑰𝒏𝒄. (𝑺𝒖𝒍𝒍𝒊𝒗𝒂𝒏 𝒙 𝑳𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂)
Fanfiction𝘏𝘢𝘯 𝘱𝘢𝘴𝘢𝘥𝘰 8 𝘢ñ𝘰𝘴 𝘥𝘦𝘴𝘥𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘛/𝘯, 𝘚𝘶𝘭𝘭𝘦𝘺 𝘺 𝘔𝘪𝘬𝘦 𝘥𝘦𝘫𝘢𝘳𝘰𝘯 𝘔𝘜 𝘺 𝘴𝘦 𝘩𝘢𝘯 𝘤𝘰𝘯𝘷𝘦𝘳𝘵𝘪𝘥𝘰 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘮𝘦𝘫𝘰𝘳 𝘦𝘲𝘶𝘪𝘱𝘰 𝘥𝘦 𝘢𝘴𝘶𝘴𝘵𝘢𝘥𝘰𝘳𝘦𝘴 𝘦𝘯 𝘔𝘰𝘯𝘴𝘵𝘦𝘳𝘴 𝘐𝘯𝘤. 𝘚𝘶 𝘱𝘳𝘪𝘯𝘤𝘪𝘱�...