Capitulo 14.

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La noticia llegó con el titular "kid-Tastrophe" con el restaurante Harryhausen en la parte de atrás. Muchos monstruos explicaron lo que vieron o escucharon.

—Si los testimonios son confiables, la seguridad anti-niño se rompió por primera vez en la historia —dijo el reportero de noticias.

—No podemos confirmar o negar la presencia de un niño humano aquí —informó un agente de la CDA.

—¡Un niño floto sobre mí y voló un auto con su rasho láser! —exclamó un monstruo.

—¡Quise ocultarme, pero me levantó con sus poderes mentales y me sacudió! —exageró otro.

—¡Es cierto! ¡Lo vi con mis dieciocho ojos! —asintió un tercero.

—¡En mi opinión profesional es tiempo para pánico! —dijo el segundo reportero.

Fue entonces cuando la niña derribó la televisión en el apartamento de Mike, T/n y Sulley.

—Uh-oh —respondió ella.

Los tres, con armaduras caseras, gritaron. Sulley y Mike se escondieron detrás del sofá de dos plazas mientras T/n volaba a una esquina del techo y se pegaba lo más que podía.

—¡Oh, ahí viene! ¡Ahí viene! —Mike hizo una señal.

—¡Cuidado, chicos! —T/n advirtió.

—¡Boo! —exclamó la niña cuando llegó al lado del sofá.

Gritaron de nuevo y corrieron hacia la ventana. Vieron helicópteros buscando a la niña, por lo que cubrieron las ventanas. La niña se bajó del sofá y corrió hacia ellos de nuevo. Gritaron y corrieron hacia T/n mientras la niña se dirigía a una de las ventanas.

—¡No, no, no, no, no! Ven, ven aquí —
Mike exclamó.

—Ow —chilló la niña cuando Mike la levantó con la escoba y luego roció donde estaba.

—¡No, no toques esos, pequeña — Mike se sobresaltó hasta que ella volcó sus CD, luego dijo mientras se quitaba la máscara: —Oh, estaban en orden alfabético. Haz lo que quieras. Si esa cosa se mantiene lejos, no pasa nada.

La niña luego estornudó en el ojo de Mike. Haciendo que se asustará y se rociara el ojo, gritando de dolor.
Sulley hizo que T/n se agachara y la abrazó.

—Va a estar bien —trató de asegurar.

Comenzó a calmar su respiración hasta que vio que la niña se acercaba.

—¡Sulley, está volviendo! —T/n gritó.

Sulley se puso delante de T/n y abrió la tapa del cubo de la basura como si fuera un escudo. Ella seguía viniendo, haciéndolos retroceder.

—¡Da-da-da! —dijo la niña, haciendo que Sulley se sentara en el sofá de dos plazas.

—Ponte detrás de la silla —le ordenó Sulley a T/n.

T/n obedeció cuando notó que la niña quería el oso.

—Da, da-da. Da-da-da —exclamó el niño.

—Oh, ¿lo quieres? ¡Ve por el! —T/n preguntó y luego arrojó al oso.

La niña vitoreó mientras corría hacia el oso, lo recogió y lo abrazó.

—Bien pensado. T/n—sonrió Sulley.

—Gracias, Sulley—respondió T/n y se inclinó en su abrazo.

Cuando Mike se recuperó, vio la escena frente a él y jadeó.

—¡Eso si que no! Nadie toca a Miguelin —comentó Mike, arrebatándole el oso.

La niña pasó de feliz a triste. Comenzó a lloriquear cuando las lágrimas comenzaron a formarse.

—Mike, devuelveselo —susurró Sulley.

Mike abrazó al oso con fuerza hasta que vio que la niña estaba a punto de llorar.

—Oh, no —dijo Mike, escondiéndose detrás del oso.

Luego gritó mientras lloraba sin parar. Sus gritos hicieron parpadear las luces, lo que llamó la atención de un helicóptero. Esto hizo que los tres monstruos gritaran y Mike se apresurara a cerrar las persianas.

—¡Detengala, muchachos! ¡Basta ya! —Mike suplicó cuando finalmente cerró las persianas.

—¡El osito! ¿Lo ves? Ooh, es bonito —
Sulley respondió, sosteniendo al oso hacia ella.

La niña solo gritó más fuerte.

—¡Sulley! ¡T/n! —Mike lo regañó cuando el helicóptero no se fue.

T/n luego pensó en una idea.

—Canta a través del oso —sugirió.

—¿Qué? —Sulley cuestionó.

—Confía en mí —aseguró T/n.

Sulley se encogió de hombros y empezó a cantar a través del oso.

—Mira el osito. Está muy contento. Y el no llora y tú tampoco. O habrá problemas y van a encontrarnos y por favor no llores. Vamos a bailar —cantó Sulley.

La niña dejó de llorar y miró al oso. Mike notó que el helicóptero se iba.

—Así, así, Sulley. Mantenla así, Sulley —animó Mike.

—Vamos a bailar, vamos a… —continuó Sulley.

Luego, la niña abrazó al oso y la mano de Sulley, él gritó y accidentalmente arrojó al oso al otro lado de la habitación.

—¡Me tocó! —Sulley gritó, haciendo que la niña volviera a llorar.

—¡Sulley, el oso! ¡El oso! ¡Dale el... ¡Guau! —Mike gritó y corrió hacia él hasta que tropezó.

Rodó hacia el cubo de la basura, su boca se llenó de cintas VHS, luego uno de las bocinas aterrizó en su cabeza. La niña se rió al principio y luego soltó una carcajada. Esto hizo que todos los apartamentos de la zona se encendieran y parpadearan hasta que se cortó la luz de todos.

—¿Qué fue eso? —preguntó Sulley.

Mike saltó, todavía en la papelera, y respondió: —No tengo idea, pero sería grandioso que no lo hiciera ota vez.

—Estoy de acuerdo —suspiró T/n.

La niña rió hasta que Sulley la hizo callar. Ella se calló en respuesta, pero aún con una pequeña risa. Se callaron el uno al otro. Todos sabían que esto no iba a ser como un paseo por el parque.

𝑴𝒐𝒏𝒔𝒕𝒆𝒓𝒔, 𝑰𝒏𝒄. (𝑺𝒖𝒍𝒍𝒊𝒗𝒂𝒏 𝒙 𝑳𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora