𝑴𝒐𝒏𝒔𝒕𝒆𝒓𝒔, 𝑰𝒏𝒄. (𝑺𝒖𝒍𝒍𝒊𝒗𝒂𝒏 𝒙 𝑳𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂)

Capitulo 34.

Mike abrió la puerta, que era la misma que Charlie escogió para George, y habló como si estuvieran en un juego de béisbol. Sulley y T/n se prepararon para lanzar a N/e y Randall a través de la puerta.

—Eso, Sulley, venga una curva. Ya lo tienes, dos curvas. Viene una más, una más, lanza —anunció Mike.

—¡Espera, por favor, no, no, no! ¡No! —suplicó la pareja y luego los echaron.

—¡Y están fuera! —respondió Mike como un locutor.

En un remolque viejo, un repartidor de Pizza Planet vio a Randall y N/e después de que se cerró la puerta

—Mamá, se metio otro pejelagarto —informó.

—¡¿Otro pejelagarto?! ¡Dame la pala! —dijo su mamá, él obedeció, luego ella gritó: —¡Ven aca!

Luego comenzó a golpear a los dos monstruos con la pala.

—¡Dale, mamá! ¡Saca al pejelagarto! —el hijo vitoreó.

De vuelta en el mundo de los monstruos, Sulley rompió la luz para que no regresaran.

—Harías el honor, Mikey —preguntó Sulley.

—Será un placer —sonrió Mike.

Volcó la puerta por el borde y cayó hasta que se rompió. Boo comenzó a hablar como un bebé hacia la puerta desde los brazos de T/n.

—Es cierto, Boo. Lo hiciste. Eres fuerte — le dijo T/n.

Boo sopló una frambuesa a la puerta rota.

—Vamos —instó T/n.

—Espera un minuto. Mike, llévate a Boo por un minuto —pidió Sulley.

Mike tomó a Boo y la llevó al otro lado. T/n miró a Sulley un poco confundida mientras tomaba sus manos.

—¿Qué pasa, Sulley? —ella preguntó.

La miró y le puso una pata en la mejilla.

—Sé que ya dije esto, pero te amo. Todos los días, me das una nueva razón y no puedo esperar para casarme contigo —Sulley le dijo.

T/n  sonrió mientras las lágrimas caían por su rostro y besó la palma de Sulley mientras la sostenía más cerca de su rostro.

—Yo también te amo, Sulley. Ojalá nos casáramos mañana —dijo.

Se besaron y se abrazaron. Cuando comenzó a convertirse en una sesión de besos, Mike se aclaró la garganta, lo que los detuvo.

—Por mucho que me muera por que eso continúe, hay un niño presente — dijo Mike.

—¡Gatito! ¡Pajarito! —Boo cantó una y otra vez.

T/n y Sulley se rieron al verla.

—Muy bien, vámonos —instó Tn y se fueron para buscar la puerta de Boo.