38. La jaula del fuego.

22 4 69
                                    

Juega las mismas cartas que tú oponente si te ves superado, solo así podrán estar a la par.

... ... ...

Elena:

La noche estaba próxima, y yo aún seguía en la ciudad. Había pasado casi todo el día al lado de Leonel, le dí todos los ánimos que pude y traté de motivarlo todo el tiempo. Beatríz apareció justo al medio día, y se marchó con Grant al bosque de las sombras con una pizza para Annie. Ambos parecían tener algo serio de que hablar, de lo cual yo no tenía ni idea.

Tal vez estén organizando un plan...

Nos enteramos de que Percyus declaró toque de queda hace un par de días, es decir, que nadie podía salir luego de las ocho de la noche, y para asegurarse de cumplir la norma, militarizó la ciudad entera. Faltaba una hora para que las calles se llenarán de soldados y policías. Grant y Beatriz no aparecían aún.

— ¿Qué hacemos? — Me preguntó Leonel mientras nos encontrabamos sentados en un parque libre de cámaras.

— Esperar. — Contesté dando un sorbo a un juguito de caja que me había comprado con dinero que me regaló Grant. — No creo que tarden, ellos no se olviarían de nosotros... O bueno, de mí, creo.

Sinceridad ante todo.

— ¿Qué crees que tenga Grant preparado? — Ni yo sabía que responder, pues algo que tenía muy claro de Grant, es que era impredecible.

— No lo sé, pero sea lo que sea, estoy seguro que tendrá éxito.

Eso espero...

— ¡Claro que lo tendremos! — La voz de Beatríz casi me produce un paro cardíaco. — Siento la espera. — Me fijé en que traía un morral negro en su espalda.

— Es hora de empezar. — Grant apareció por el otro lado, traía una enorme maleta de mano, la cuál me entregó de inmediato. — Tu rifle está adentro, solo tienes que armarlo. También te traje municiones.

Wow, hombre precavido vale por dos.

— Pero, ¿Qué haremos exactamente? — Pregunté y era una duda a la que Leonel también quería poner fin.

— Es muy sencillo. — Contestó poniendo una sonrisa bastante confiada. — Percyus quiere jugar al intercambio de rehenes, pues vamos a enseñarle a jugar. Vamos a secuestrar a su hijo.

A Héctor...

— Escuchen bien. — Beatríz tomó la palabra, y luego prosiguió a sacar algo de su morral, parecían ser una especie de radios transmisores. — Estaremos separados la mayor parte del tiempo, así que vamos a necesitar comunicarnos. — Nos entregó uno a cada uno. — Ya están ajustados, sin embargo probemoslos. — Encendí el mío y ella el suyo. — ¿Elena? ¿Hola? ¿Me copias? ¿Sabías que te maquillas horrible?

Tarada...

— Te copio claro y fuerte, Beatríz. — Respondí por mi radio rodándole los ojos.

— No se diga más. — Grant parecía listo. — Iremos en dos grupos. Elena irá con Beatríz, y yo con Leonel. Estén pendientes a mis indicaciones.

Bien... Aquí vamos de nuevo.

Tan pronto oscureció, tomamos las posiciones que Grant nos indicó. Él estaría con Leonel, en uno de los sectores principales. Beatríz y yo tendríamos que ir a la planta eléctrica que surtía energía a casi toda la ciudad. Ambos equipos no estábamos muy lejos el uno del otro.

Sea lo que sea que tenga en mente para capturar a Héctor, debe ser grande...

— ¿Cuál será mi trabajo, Beatríz? — Pregunté.

Grant, el caballero negro. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora