16. Un nuevo salvador.

28 7 17
                                    

Cuando estaba en el fondo del abismo, siempre había una mano dispuesta a sacarme.

... ... ...

Elena:

Había sido capturada por la policía, y ya que era cómplice del caballero negro, no tuvieron piedad. Ellos querían saber cómo entrar al bosque de las sombras, y luego de un largo interrogatorio del que no obtuvieron ni una palabra, prosiguieron a sacarme la información a golpes.

— ¡Habla! — Gritó uno de los oficiales mientras me molía el rostro a golpes. — ¡¿O es qué tengo qué hacer esto todo el día?!

Mientras pueda seguir regenerándome, esto seguirá por horas...

Ni siquiera puedo concentrarme para usar mi habilidad...

— Vamos, muchacha, solo confiesa. — Me pidió su compañero que al parecer hacía el papel de policía bueno. — ¿Te gusta qué te golpeen?

Por un momento los golpes cesaron y fuí puesta frente a ellos. Sentía el rostro hinchado y la boca rebosante de sangre, sin embargo a cada segundo el dolor empezaba a disminuir gracias al poder de Grant.

— ¿Te gusta qué te golpeen? — Preguntó nuevamente.

— No. — Respondí fingiendo miedo. — No me gusta ser golpeada.

— Entonces habla. Solo tienes que decirnos cómo entrar al bosque de las sombras, capturamos al caballero negro, y quedas libre. Es un buen trato ¿No?

Que ofertón.

— Está bien, hablaré. — Uno de ellos se preparó para tomar nota mientras el otro me prestó total atención. — Para entrar necesitan a pimpón, ¿Lo conocen?

— ¿Pimpón? — Preguntaron ambos.

— Si, pimpón, es un muñeco muy guapo y de cartón. — Dije conteniendo mi risa. — Se lava su carita con agua y con jabón.

— ¡Con agua y con jabón! ¡Ya veo! — Dijo el policía bueno ahogado en risas. — ¡Entonces si te gusta que te golpeen! — Terminó pasándole las notas a su compañero quien nos dejó a solas. — Bien, empecemos. — Se recogió las mangas y me agarró del cabello con mucha fuerza. — Tus heridas sanan muy rápido ¿Eh?

— ¡Cerdo! — Reuní sangre con saliva y se la aventé en la boca, a esto me dirigió un puñetazo que terminó tirándome al suelo. — Maldita sea...

— Eres muy resistente. — Dijo limpiándose con un pañuelo. — Ya he lidiado con personas como tú, y a la final siempre hablan.

— Pues esta vez no, mi cielo. — Negué riendo con locura. — No soy tan fácil de convencer.

— Claro que no, tú eres diferente ¿Verdad? — Se agachó y empezó a acariciarme la mejilla de forma algo siniestra. — El caballero negro tiene un poder fuera de nuestra imaginación, y tú también tienes un as bajo la manga ¿Verdad?

Lo sabe...

— No sé de que me hablas. — Le quité la mirada y volvió a levantarme.

— Hablo de esto. — Encendió una pantalla y en ella se estaba reproduciendo mi enfrentamiento con Leonel, justamente la parte donde me oculté en su sombra. — Podrías escapar fácilmente, ¿Por qué no lo intentas?

Por un momento quise hacerlo, pero algo me lo impedía. Sentía el cuerpo un poco dormido y apenas podía mover algunos dedos. Estaba mareada y no hubiera sido capaz de hacer nada ni aunque estuviera desatada.

¿Qué demonios?

— Mientras estabas inconsciente te inyectaron una droga para aturdir tu cuerpo. — Me mostró una jeringa vacía donde al parecer estaba dicha sustancia. — Está en etapa de prueba, pero si funciona contigo, de seguro también con el caballero negro.

Grant, el caballero negro. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora