49. Eres libre.

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¿En qué momento las cadenas que me ataban se convirtieron en mi libertad?

... ... ...

Leonel:

Finalmente Percyus fue arrastrado al más allá por Lucifer, lo cual me trajo una enorme satisfacción. Ahora eramos Grant y yo. Él se encontraba herido, sin embargo usaba sus sombras para detener el sangrado, al menos hasta poder cumplir con su objetivo y yo con el mío.

Ya casi...

Bajé de mi lugar para hacerme a su lado, tomé mi espada nuevamente y lo ví vulnerable, lo noté a simple vista, y aún así sonreía con cansancio.

— Lo maté, por fin, por fin pude hacerlo. — Dijo mientras le costaba respirar.

— El primer humano en matar a un inmortal. — Solté y luego desvanecí mi espada. — Más te vale seguir, no puedes morir.

— Lo sé, estaré bien. — Me extendió la mano para que lo ayudara a levantarse, y por mi cabeza pasaron un sinfín de pensamientos sobre acabar con su vida en ese mismo instante. — Llévame al árbol de la vida, por favor.

— Esta bien...

Tomé su brazo para ayudarlo a ponerse de pie, y usando el poder de mi luz, salí tan rápido como pude con él.

Las sombras que Grant había creado, empezaron a disiparse tan pronto dejamos la prisión. Una vez estuvimos en las calles, vimos muchos policías desorientados, como si no hubieran tenido idea de dónde estaban, eso les sucedía gracias a qué ya no seguían siendo controlados por Percyus, ahora tenían voluntad propia.

Ahora pueden vivir bajo sus propias decisiones...

Sin duda, había mucho caos en la ciudad, pero poco a poco las personas parecían entender que todo estaba acabando, que todo seguiria su rumbo normal.

Veamos que rumbo siguen ahora...

Elena:

¿Misión cumplida?

¿Percyus está muerto?

¡Dios mío, sí! ¡Está muerto!

— ¿Lo hicimos? — Le pregunté al centinela de Grant que estaba a mi lado, más no respondió. — ¿Pasa algo?

— Ahí voy. — Señaló la calle, justo cuando iba pasando un destello a toda velocidad, que sin duda era Leonel. — Buen disparo.

— ¡¿Verdad?! Le saqué el cerebro otra vez. Soy increíble.

— Sí, lo eres. — Contestó y luego se desvaneció.

¿Me halagó? Que raro...

Debo seguirlo de inmediato.

Bajé del edificio donde me encontraba, dejando atrás mi rifle y cargando únicamente con una pistola que me encontré de un policía desmayado.

Me era curioso como ahora ninguna fuerza pública intentaba atacarme, era como si se les hubiera reseteado la mente.

Sin duda, debe ser una señal más de que Percyus está muerto.

Seguí el rastro luminoso que había dejado Leonel, y llevaba justo al árbol de la vida. Aunque me costó bastante tiempo llegar, por fin estaba ahí. No tuve que pelear con nadie para entrar, el lugar se veía totalmente despejado.

Aquí vamos...

Entré al hogar de Percyus, y seguí adelante en busca de Grant. Miré en todas las habitaciones que habían, y finalmente llegué a una entrada enorme. La puerta había sido destruida, y justo a un lado, estaba Leonel.

Grant, el caballero negro. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora