Grant, el caballero negro. [TERMINADA]

11. Un futuro inmortal.

Escalaré una pila de cadáveres para llegar a lo más alto de la humanidad.

... ... ...

Grant:

¿En qué momento mi esclava empezó a hablarme con tanta confianza?

Me sentía como un rey en jaque. La atrevida pregunta de Elena sobre mi pasado, revivia dolores en el presente, pero más importante aún, ¿Cómo sabía ella acerca de Sarah?

— Déjame adivinar, la chismosa de Beatríz te contó, ¿Verdad? — Su expresión no cambió y su silencio permaneció, era obvio que estaba en lo correcto. — Lo sabía.

— Entonces, ¿Me dirás? Porque no tengo planeado salir de aquí hasta que me digas.

Que insistente...

— Supongo que tienes razón. Si vas a seguirme como mi esclava, debes saber a dónde vamos con tantas muertes.

Una vez que Elena tomó asiento en un pequeño sillón, me centré en contarle acerca de mi perdida, y lo que significaba para mí y para Annie. Al terminar guardé un gran desconsuelo en mi interior que más rato bajaría con vino.

— Vaya... — Soltó cuando terminé. — No tenía idea de lo que habías pasado. Eso explica la tumba afuera. Lo lamento mucho.

— Si, y te agradezco si no hablas de esto frente a Annie, de lo contrario te voy a sacar la lengua por bocóna.

— Tranquilo, soy una tumba. — Cerró su boca como si fuera un cierre, pero no le ví la más mínima gracia. — Por cierto, si Annie tenía leucemia, y no recibió tratamiento, ¿Cómo sigue viva?

— ¿Quién dijo que no recibió tratamiento? — Ahora parecía confundida. — Yo mismo la traté poniendo la mitad de mi poder en ella. Funciona como el anticuerpo perfecto. Cuando la leucemia o cualquier enfermedad intenta formarse, las sombras la devoran, y eso seguirá así mientras yo siga vivo.

— Entonces si mueres...

— Morimos los tres. — Completé y solo guardo silencio aterrada. — Con esto cargo, y lo seguiré haciendo.

— ¿Hasta cuándo? — Preguntó y mi respuesta sería el plato fuerte de la conversación.

— Necesito aire fresco. — Suspiré. — Vamos arriba. — Propuse al notar que Annie podía despertar en cualquier momento y escucharnos.

Ella no puede saber del monstruo que tiene por padre...

Subí con Elena hasta el tejado con la idea de mostrarle mi verdadero objetivo, el cual a esta hora estaba rebosante de gloria gracias al sol, pero claro que me costó trabajo por las heridas en mis extremidades, y de no ser por mis sombras, habría caído un par de veces.

— ¿Lo ves? — Una vez arriba apunté al patrimonio nacional en el centro de la ciudad; el árbol de la vida. — No es solo una ramita gigante, es el árbol que otorga la inmortalidad. Si consigo asesinar a mil personas, podré ser inmortal.

— No me jodas, Grant... Con tanto poder ¿Qué harás si vives para siempre?

Y eso que tengo menos de la mitad...

— ¿Qué haré? Pues asegurar la vida de Annie hasta su vejez, ese es mi objetivo. Seré inmortal.

Ella siempre ha sido mi prioridad...

Elena:

Un momento... Si él se vuelve inmortal, significa que nuestras almas estarán unidas siempre...