⸙˛Loving You [⋆] 🦋ु⋆ᴷᴼᴼᴷᴹᴵᴺ

💕03💕

La puerta fue abierta dejando ver la silueta del castaño, parecía un poco agotado. Traía su uniforme un tanto desordenado, su corbata suelta y algunos botones de su camisa desabrochados, dejando ver un poco de su pecho blanquecino. Lo único que quería era ir y darse una refrescante ducha. Había dibujado tanto, que la inspiración le sobró, permitiéndole elaborar varios bocetos muy buenos.

Mientras se dirigía a su habitación logró visualizar a Kai, su hermano, con un helicóptero de juguete en su mano derecha alzándolo al aire, y haciendo pequeños ruidos con su boca, simulando que el juguete despegó por los cielos. El chico por no ver al frente, tropezó con Jimin, soltó un quejido cuando cayó al piso.

—¡Hey!. —exclamó el menor, mientras se sobaba su cabeza con su mano izquierda, la otra la tenía sujetando el juguete. —Fíjate. —refunfuñó en un tono malhumorado. El castaño se agachó quedando a la altura de su hermano.

—¿Disculpa?, el que se debería fijar eres tú. —comenzó a decir, mientras ayudaba a su hermano a sobarse. —No puedes andar correteando por toda la casa con un objeto y ni siquiera prestar atención a lo que tienes en frente. Podrías lastimarte.

El pequeño simplemente hizo un puchero con sus labios y musitó un “oh”, entendiendo lo que su hermano le decía. Jimin decidió ayudarlo a ponerse de pie.

—No sabía que ya habían regresado.

—Regresamos recién, mamá compró muchas cosas. —comentó Kai. —Y me compró esto. —le mostró el helicóptero de juguete en su mano.

—¡Wow!, Está lindo. —sonrió dulcemente. El menor también lo hizo. —Iré a darme un baño, ¿sí?. Por favor, fíjate la próxima vez por dónde vas, ¿de acuerdo?. —aconsejó al pequeño, quien asintió obediente. —Bien, dile a mamá que ya regresé. —pidió, y con el asentimiento del menor, dio paso en su camino, para dirigirse a su habitación y darse la ducha que tanto deseaba. El pequeño fue hacia la sala donde estaba su madre para avisarle que su hermano ya estaba de regreso, y así, poder ver las cosas que han comprado.

 

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Jungkook había regresado a casa hace una hora, y en toda esa hora, su padre se la pasó discutiendo diciendo que para la próxima, le avise cuando salga. Está en otra ciudad, no en Seul,  por lo que, debería ser más cuidadoso. Jungkook se abstuvo a simplemente mantenerse callado, aunque por dentro estaba más que furioso, en toda esa maldita hora su padre no mencionó siquiera un poco a su madre. Por ende, se hizo la idea de que el hombre que tenía en frente,  había olvidado por completo a su esposa.

Pasada la discusión con su padre, se fue a su habitación y se preparó una ducha, aun con el recuerdo de aquella espalda que le pareció la de un ángel. Si ese chico no le respondía la nota, Jungkook no sabría qué hacer, tal vez si se mantenga día y noche en ese lugar, puedan llegar a encontrarse.

Realmente estaba interesado y se cuestionaba una y mil veces el porqué de lo desenfrenado que se encontró su corazón en ese momento, tanto así, que era la primera vez, que tenía el interés de ver y conocer el rostro de alguien.

Bajó a la sala y visualizó a su amigo en el sofá(como siempre), se acercó para charlar un poco de lo que le había sucedido, quizás tengo un buen consejo que darle.

Tomó asiento a lado de Hoseok.

—¿Qué haces?. —preguntó una vez sentado.