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Sábado por la noche, en otras palabras: fin de semana, en el que se supone, todos deberían estar relajados y ya descansando. No obstante, tratándose de un hombre adicto al trabajo como lo es Park Jimin, resulta todo lo contrario.

En casa, en una habitación alejada del ruido, su oficina, ahí se encontraba Jimin, teniendo una llamada telefónica con su asistente, quien le informaba sobre algunos papeles que tenía por firmar. Además de asuntos confidenciales, como ser... Su siguiente paso para ver mucho más hundida a la compañía Jeon.

No se permitiría mezclar sentimientos  que obstaculicen su principal objetivo.

Así que, permitirse pensar en Jeon Jungkook, está completamente... ¿Descartado?.

Cuando finalmente acabó su "hora extra laboral", dejó apagada las luces y salió en dirección a su habitación. Kai ya estaba dormido, o así lo suponía.

Cuando niño, recuerda que siempre le iba a visitar de noche. Sin embargo, desde que Jimin se marchó a Londres, y años después regresó, su relación con su hermano no es tan amorosa como lo era antes.

Lo que sí no ha cambiado, es lo mucho que se preocupan por el otro.

Ahora, sentía que le estaba yendo mejor de lo planeado, Kai presentaba un comportamiento más adecuado ante los estudios. Won Young le informa al término de cada clase que, ha mostrado resultados mejores, y que posiblemente estaría listo para ir a clases con todo. Es decir, ya nos sería el chico que se quede entre los últimos.

Asimismo, esperaba que no solo fueran esperanzas, sino, una realidad, el regreso a clases estaba a la vuelta de la esquina, y Jimin se alegraría de que su pequeño hermano, llevara consigo todo ese aprendizaje, para demostrarle que realmente vale la pena seguirle cumpliendo sus caprichos.

Como hermano mayor, una de sus prioridades es ver a su hermano con un buen futuro por delante. Prometió cuidar de él a sus padres, y aunque no haya sido ese el caso, aun así lo haría. Kai es lo más preciado que aún tiene. Pronto cumplirá 18 años, y a los 18, para la mayoría de los adolescentes no les es fácil seguir su vida, e incluso antes de cumplir esa edad; pero como por cosas del destino, Kai tenía un futuro asegurado debido al dinero de su familia, sin embargo, no por ello, debía tenerlo todo fácil, o en bandeja de plata; tiene que aprender a subsistir por sí mismo mediante el esfuerzo hacia un trabajo.

En su habitación, ya duchado y cambiado a su pijama, Jimin se dirigió a su cama. De lo agotado que estaba, se tiró de golpe con la boca hacia abajo, y sus brazos y piernas abiertas formaron una "X" con su cuerpo.

Suspiro tras suspiro salían de su boca. Aventó el teléfono a lado, en una parte de su cama; sus ojos se cerrarían para dejarse llevar por el Morfeo, sin embargo, un ruido molesto, interrumpió su concilio. Con un gruñido de molestia, abrió sus ojos, tomó el aparato ladeando su cabeza para ver la pantalla, y saber de quién se trataba.

¿Quién es el inútil que lo llama a su teléfono personal?...

Se trataba de un número desconocido, por lo que su maldición se quedó a medias. Sus cejas se arrugaron, y dudó un poco, pero si se trataba de algo importante, no podría dejarlo pasar, incluso si no es una llamada a su teléfono de oficina.

Apretado el botón de aceptar, llevó el aparato a su oreja aún sin cambiar de posición.

—¿Hola?. —habló con pereza, teniendo sus ojos cerrados.

⸙˛Loving You [⋆] 🦋ु⋆ᴷᴼᴼᴷᴹᴵᴺDonde viven las historias. Descúbrelo ahora