Jungkook despertó al siguiente día y se dirigió al bosque, esta vez en la mañana, tal vez podría ver a Jimin, porque normalmente iba por la tarde y el castaño, supuso, en la mañana, entonces tal vez, solo tal vez, sus caminos se crucen.Para sorpresa de Jungkook, no lo encontró, tampoco una nota nueva, puesto que su nota del día anterior se encontraba aún ilesa en el lugar, decidió esperar un poco, pero nada, no veía asomo de alguien entrar al lugar, preferible, un castaño con un aura angelical.
Por otra parte, se encontraba Jimin sentado en una silla, tecleando sin detenerse en una computadora, se centraba en elaborar las diversas presentaciones. Solo faltaban cuatro días para su graduación, lo que significaba que, tendría que apresurarse y terminar a tiempo, no solo él, sino, los demás chicos que se habían dispuesto a colaborar. Habían muchos chicos y chicas con grandes talentos, unos para dibujar en carteles extremadamente grandes a pincel y pintura, otros para preparar presentaciones musicales, tanto canto como solo el tocar algún instrumento, otros que eran un as bailando, presentarían un hermoso y último baile en la preparatoria.
El Instituto de Busan definitivamente tenía grandes artistas en él, artistas que pronto se despedirían, y se adentrarían a lo que para muchos era el infierno mismo, LA UNIVERSIDAD, sí, la Universidad estaba a la vuelta de la esquina, las noches de desvelo, y no en ver películas o estar con su celular, sino, en hacer tareas y estudiar; muchos temían que ese momento llegara, pero no podrían escapar. Algunos quizás sí, pero no por escapar, sino, porque no tienen los recursos necesarios para seguir con sus estudios aunque realmente lo quisiesen, otros se abstendrían a enfrentar su destino, tal vez por demanda de sus padres o quizás por el deseo, decisión y entusiasmo de seguir, aunque probablemente, por lo primero.
Una chica rubia de muy buen aspecto se acercó al castaño mirando con total concentración lo que este hacía en su computadora.
—¡Wow!, está quedando muy bien. —halagó la chica al ver lo increíblemente hermosa que estaba quedando la presentación elaborada por Jimin. —Realmente eres muy bueno en esto. —siguió con sus encantadoras palabras, mientras una sonrisa era notable en su rostro, y su mirada puesta en la pantalla.
—Gracias, Rosé. —sonrió el castaño ante el halago de su amiga y compañera. La chica le devolvió la sonrisa.
Así como Rosé, habían muchas chicas que admiraban a Jimin, no solo por su apariencia, también por sus grandes talentos. Jimin era todo en uno, y cualquier chica no resistiría ante sus encantos inconscientemente provocados por el castaño.
A Jimin no le interesaban las chicas, había rechazado a un sin fin de admiradoras al estas confesárseles. Una de ellas fue Rosé, esa chica que si tú la vez, definitivamente te enamoras, con una estatura de 1,67 m, un rostro angelical, y ojos únicos, tez blanca, y una sonrisa pura y a la vez elegante, tímida y tierna, agradable ante las personas. Sin embargo, Jimin, la veía como una increíble amiga, Rosé decidió verlo de tal modo también, ya que no quería perder la agradable amistad con el castaño. Para Rosé, Jimin era muy lindo, le costó suprimir todos sus sentimientos que no fuesen de una amistad sincera hacia el castaño, pero lo logró, actualmente estaba de novia con otro chico muy simpático que hacía sentir a la chica única, realmente la quería y Rosé también a él.
—¡Listo!. —avisó Jimin, para ponerse de pie, sonriendo por el gran trabajo que hizo. Estiró un poco su cuerpo, para relajar ese estrés que ha estado sintiendo desde la mañana. Rosé aplaudió ante tal momento.
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⸙˛Loving You [⋆] 🦋ु⋆ᴷᴼᴼᴷᴹᴵᴺ
Fanfiction╌──┈⊰【Park Jimin es un hombre de negocios, con el poder de tenerlo todo en sus manos, una empresa de tecnología de alta gama, además de una gran belleza que cualquier ser pueda desear y tener a su lado; pero, ¿cómo pudo llegar a tener todo eso? En s...