La misión de todo ser humano es encontrar el amor. Nace para sentirse el complemento de alguien más. Lamentablemente no todos vienen al mundo con la misma misión, unos más tienen otra, la de encontrarse a sí mismos.
Chan Gun Sok y Jang Keun Suk, pe...
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PARTE II
WELCOME TO MY WORLD
Capítulo 10
~•~
Los minutos pasaron hasta que él poco a poco destapó mi boca, yo aún seguía sorprendida. Aún sosteniendo mi mano, me ayudó a salir, yo estaba completamente en shock, mi corazón no paraba de latir de está manera.
A penas recobré los sentidos intenté alejarme de él. Estaba tan confundida, él no era Keun Suk y sin embargo sentí lo mismo.
—Ni se te ocurra alejarte —. Sentenció
—¿Quién eres? Actúas tan raro.
—¿Jin-Ri?
—No soy Jin-Ri.
—Desde este momento tienes prohibido alejarte de mí... Quédate a mi lado, quédate porque nadie te va a proteger como yo. Ni siquiera Keun Suk.
No supe que contestar, después de unos minutos de silencio tomó su chaqueta que había dejado en el escenario y me volvió a tomar de la muñeca. Esta vez no dije nada, estaba profundamente en mis pensamientos como para dejarme tratar como una muñeca.
Al llegar al final de la calle me soltó.
—Puedes ir en paz, por hoy es suficiente.
—¡¿Por hoy?, ¿Qué más debo esperar?!
—¡Vete a casa y no preguntes!
—Eres tan difícil, no sé cómo tratar contigo.
—¿Prefieres a Keun Suk?
—¡Deja de ponerme entre la espada y la pared, solo quiero saber cómo tratar a uno y a otro, cuando siento que puedo lidiar contigo me doy cuenta que no, no puedo!.. Gun Sok, dime qué hacer, porque me estoy rindiendo.
Él no dijo nada, solo me miró pero está vez su mirada fuerte pareció compadecerse de mí, se acercó unos pasos a mí y por primera vez me tomó de los hombros y está vez con más delicadeza, podía comparar su delicadeza con la de Keun Suk.
—Solo sígueme, solo no te vayas
—¿Cómo puedo entenderte?
—Con un lenguaje que solo tú yo crearemos
Dicho eso, se fue. ¿Por qué siempre hablaba en claves?
Al llegar a casa, Jun-Soo estaba preparando la cena, él solo me sonrió.
—¿Qué tal te fue Sister?
—Bien, demasiado cansada.
—¿Te sirvo ya?
—Comeré en mi habitación, tengo algo que hacer así que no quiero dormir tarde.
Él me miró queriendo saber si mentía, no encontró nada en mi mirar, me sirvió un plato lleno de comida y me dejó ir.
