NO DIGAS NADA

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PARTE VDON'T YOU GO

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PARTE V
DON'T YOU GO

Capítulo 6

~•~


Los primeros rayos de luz entraron por la ventana del cuarto del hotel que estaba ocupando. Había amanecido en el suelo recargada en la cama, no había dormido absolutamente nada, solo había llorado hasta que mi corazón se secara... Mis ojos ardían, estaban completamente hinchados, todo dentro de mí dolía como nunca antes.

Había tantas cosas que había dejado atrás desde el momento en que me secuestraron.
En ese momento recordé la editorial, había firmado un contrato y ni siquiera me había presentado. Me talle los ojos quitándome las lágrimas que aún caían y me levanté como si algo me hubiera dado fuerzas dentro de mí.




...—Lo siento mucho, mucho lo siento —. Dije mientras hacía reverencia ante el señor Kim.

—¡Tranquila Jin-Sun, todo está bien! —. Se levantó de su asiento y se acercó a mí.

—No había tenido tiempo por unos asuntos.

—Tranquila, está muy bien. No tienes que darme explicaciones de nada, ven, acércate —. Me dijo.

Lo hice hasta llegar a su escritorio. Tomó algo y después lo puso en mis manos.

—Toma, la llave de tu oficina la cuál no sea ha ocupado desde hace mucho —. Sonrió.

Esta vez había algo extraño, no entendía porque su actitud era así, nunca antes me había tratado así. Ahora parecía lleno de paciencia y en su sonrisa había algo que incomodaba a mi corazón.

—Gracias

—Puedes comenzar a trabajar.

No dije nada, me despedí y me dirigí a mi oficina. En mi camino todo mundo parecía parar su trabajo para verme, no sé que tantas cosas se habrán inventado mientras yo no estaba aquí. Respiré profundo y entré a la oficina.

A penas abrí la puerta, el olor de rosas inundó mis sentidos, tuve que parpadear muchas veces para ver bien lo que había frente a mí. Todo estaba lleno de rosas rojas, ¿Esto era obra de Gun Sok?

Por supuesto que no, él nunca había mostrado una pizca de romanticismo y ahora estaba aquí, en una oficina cubierta por el color rojo y el aroma de las rosas. Me acerqué a cada arreglo buscando si había tarjeta o algo que diera señales de quién había sido la persona que trajo esto.

Al momento oí que alguien tocó la puerta abierta de la oficina haciéndome saber que estaba alguien ahí. Volteé, era el señor Kim.

—Bonita sorpresa, ¿No crees?

—Si, creo, pero...¿Sabe quién lo trajo?

—Alguien que te ama más que a su vida creo.

—Por favor señor Kim, dígame su nombre.

IT'S IN YOUR EYESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora