La misión de todo ser humano es encontrar el amor. Nace para sentirse el complemento de alguien más. Lamentablemente no todos vienen al mundo con la misma misión, unos más tienen otra, la de encontrarse a sí mismos.
Chan Gun Sok y Jang Keun Suk, pe...
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PARTE IV
LET ME CRY
Capítulo 3
~•~
Cuando llegamos al salón, Kurt Jung ya estaba adentro. Nos vió llegar y corrió a nosotros.
—¡¿Están bien?!
Keun Suk y yo nos miramos no sabiendo que decir hasta que lo descubrí. Kurt Jung había hablado con Gun Sok y no él.
—Todo está bien, Gun Sok ya lo resolvió —. Le dije.
—¿Cómo supiste de Gun Sok?
—No quiero hablar de eso Kurt Jung —. Dijo Keun Suk —. Como sea, ¿Te parece si empezamos?
—Vamos —. Dijo Kurt Jung sin más.
—Kurt Jung es así, no le hagas caso —. Me dijo Keun Suk para después alejarse.
Suspiré profundamente. Debía saber que estás eran las cosas con las que él tenía que lidiar, y también yo si estaba con él. Por ahora no pensaría nada más, solo dejaría ser el momento que fuera. Este era tiempo de Keun Suk y lo trataría como tal.
Los tres comenzamos a arreglar el salón, Keun Suk parecía alegre con todo lo que veía, lavamos por completo el salón, a veces nos tardamos más de la cuenta ya que no faltaba momento que Keun Suk quisiera divertirse. Kurt Jung solo nos veía jugar con la espuma y el agua, a veces lo veía sonreír, las carcajadas de Keun Suk invadían el lugar. Después de un rato comenzamos a acomodar la iluminación junto con Kurt Jung, los instrumentos quedaron en un lugar apropiado para ser todos vistosos... hasta que todo quedó en su sitio.
...—A la derecha, a la izquierda, al centro, ahí... Ahí! —. Le dijimos a Kurt Jung mientras colocaba la última hilera de focos frente a él.
—¡Perfecto! —. Gritamos al unísono.
Todo estaba listo para recibir al director. Ahora solo esperaba que él lo aceptara, aceptara la melodía de su voz. No lo iba a decepcionar, estaba segura.
El par de horas que nos quedaban las pasamos comiendo, los demás chicos de la banda llegaron también. Así que Keun Suk y yo fuimos a comprar más comida, los chicos tenía que tener energía para que todo saliera bien.
—¡Una hora! —. Gritó Kurt Jung. A lo que todos se pararon y se dirigieron a cambiar. Yo me apresuré a levantar los platos.
—¡Deseame suerte Yi-Soo! —. Su sonrisa y la seguridad que parecía tener me contagiaban.
—No la necesitas Keun Suk —. Lo miré a los ojos. Podría decir que el tiempo se detuvo, sus hermosos ojos había capturado mi respiración.
