Cotexto: Daniel es el crush de TN. Y hace poco le dio señales.
Al día siguiente en la escuela, con la esperanza hasta el cielo andaba una feliz TN porque hacía poco su crush le había hecho caso.
Ren: Hola linda - saluda el amigo de la chica - Y? Cómo te fue con tu hermoso chico? - dijo en tono de broma.
TN: Ya deja de burlarte Ren - sonrojada la chica tomo sus cosas - Y me fue bastante bien a decir verdad, el trabajo en mi casa salió bien y me dijo linda cuando le regrese su chamarra, así que...
Ren: Oh rayos, TN linda, no voltees. Solo mírame y finge que hablamos - dijo emocionado.
TN: ¿Qué...? Pero estamos hablando Ren - dijo con obviedad.
Daniel: Hola TN - miró a los dos amigos y agregó - ¿Interrumpo?
TN: ¿Qué? ¿Eh? Este... Digo...
Ren: No, ella quiere decir que no. Es solo que se quedo pensando en lo que hablábamos antes de que llegaras pero adelante - dijo con esa sonrisa preciosa que solo el posee.
Daniel: Este... Bueno, me preguntaba si te gustaría salir esta tarde conmigo? - preguntó con un notable sonrojo en las mejillas.
TN: Claro que si - gracias a los cielos que había contestado con todo naturalidad y tan desesperada como se sentía.
Daniel: Perfecto, entonces espérame en el estacionamiento a la salida. Iremos en mi camioneta.
TN: Claro - la sonrisa que ambos se dedicaron dejaba en claro que se gustaban y nadie que los viera podía dudar de ello.
[...]
Ren: ¿Quieres que esperé contigo? - las clases habían acabado y ya casi todos estaban fuera de sus clases, incluidos el par de amigos.
TN: No, adelante puedes irte. Te veré mañana - al despedirse alzo la mano y vio su suéter, viejo pero era su favorito - ¡No puedo creer que vaya a ir a una cita con esta ropa!
Ren: - ríe con ternura de su amiga - Tranquila, te ves preciosa, como siempre. Además se nota que no te das cuenta de como te mira, así fueras con una bolsa en la cabeza él te vería hermosa. Así que deja de pensar en detalles sin importancia y disfruta tu tarde. Por la noche quiere todos los detalles - se acercó a ella y dejo un suave beso en su mejilla - Hasta mañana linda. ¡Suerte!
La chica esperó temerosa por 20 minutos en la puerta de la escuela, esperaba verlo pero solo percibía como los alumnos eran menos cada vez. Sus inseguridades comenzaron a salir a flote creyendo que tal vez la había dejado pero entonces lo vio correr hacia ella tanto como su cuerpo se lo permitió.
Jadeante dejo un beso en su mejilla y después trato de recuperar el aire perdido. Cuando lo hizo solo pudo decir una cosa.
Daniel: ¡Por Dios! Lo siento tanto, te bese así sin más. De verdad lo siento, no pensé lo que hacía - dijo totalmente apenado.
Ella no pudo más que morir de ternura y agregar.
TN: Tranquilo, esta bien. No me desagrado - sonrió para tranquilizarlo.
Daniel: Lamento llegar tarde - de nuevo ese agradable sonrojo estaba presente en sus mejillas - Es solo que el entrenador hablo a los del equipo sobre algo importante del siguiente partido y.... - se dio cuenta de que estaba divagando y nueva mente se disculpó - Lo siento. Solo lamento llegar tarde.
Normalmente era un chico seguro de si mismo, cualquiera que lo viera sentía que él tenía madera de líder y un fuerte carácter. Pero toda esa parte de si mismo se desvanecía al estar parado frente a la chica que hacía que el mundo se moviera bajo sus pies.
Daniel: Vamos por favor - con sumo cuidado condujo a la chica hasta su auto. Donde se comportó como todo un caballero, quería que ella lo viera como tal.
Condujo por un reducido tiempo hasta llegar a un parque estilo japonés que dejo encantada a la chica.
TN: Este es un lugar precioso.
Daniel: Que bueno que te gusta.
Sin perder más tiempo y continuando con su galantería condujo a la chica para bajar de vehículo y para sorpresa de TN sacó una canasta con comida y demás cosas para pasar el rato.
TN: - riendo - ¿Qué planeabas hacer con todo eso si decía que no?
Daniel: Digamos que hoy me desperté con la esperanza de que no hicieras eso - sonríe con coquetería.
Se quedaron en un lugar que estaba cerca de un pequeño lago con el que contaba el parque.
Entre platicas comieron lo que había preparado Daniel, él no revelo ser el cocinero hasta que TN probó cada cosa que él hizo. Quería impresionarla con sus dotes de cocinero. Lo cual logró con éxito.
Lograban hablas de muchas cosas con naturalidad, desde la música que les gustaba hasta sus opiniones de temas relevantes como la política. Sin que nada resultará forzada por ninguna parte.
Resultaba incluso que sus humores eran muy similares riendo de cosas sin sentido o de chistes sin gracia.
Simplemente encajaban a la perfección.
A veces a Daniel le gustaba quedarse callado dejándola hablar, la encantaba la pasión que desbordaba sobre algo que amaba, amaba sus movimientos, sus labios moverse, sus ojos brillar.
Estaba más que enamorado.
En un momento ambos se quedaron callados, TN admirando a un ardilla a lo lejos mientras Daniel miraba el cielo recostado en las piernas de la chica.
Un contacto algo apresurado para otros pero a ellos les resultaba bastante natural.
En un momento ambos se vieron a los ojos y eso duro unos segundos pero basto lo suficiente como para descontrolar ambos corazones. Solo se sonrieron y fingieron seguir en lo suyo.
Daniel: ¿Me dejas tomarte una foto? - preguntó avergonzado, no quería parecer atrevido.
TN: ¿Así? - se señalo a sí mismo e intentó "arreglar" su cabello.
Daniel: ¿Qué tiene? Te ves preciosa.
Ella se sonrojo tanto como su rostro se lo permitió y él también moría de vergüenza por haber dicho eso en alto.
Aún así ambos continuaron normales, Daniel la hizo posar de diferentes maneras hasta encontrar su foto perfecta. Una donde ella estaba sonriendo, lo más gracioso es que esa foto fue justo una foto espontanea que le tomó mientras reía de algo que él le dijo.
Cerca del final del día cuando la fue a dejar a su casa ambos bajaron del auto para despedirse.
Daniel: Fue por mucho al mejor cita de mi vida - se acerco a ella con la esperanza de darle un beso pero ella corrió la cara haciendo que el mismo quedaré en su mejilla.
TN: No besos en la primera cita - dijo con gracia dejando un beso en la mejilla y caminando unos pasos hacia su casa hasta que lo oyó hablar un poco algo.
Daniel: ¡Bien! Pero cuando ocurra será el mejor beso de nuestras vidas, te lo aseguro - ambos rieron y sin decirlo en voz alta, deseaban que así fuera.