Realidad
-Entonces... ¿estuve todo el tiempo con el príncipe de Corea?- dijo mirando el piso, Jimin subió su mirada- Todo el tiempo sabias que era yo, incluso fui a tu evento gracias a esto ¿no?- el negó rápidamente.
-No, no es así- intento acercarse pero ella retrocedió.
-¿Jugaste conmigo?
-No, no quería mentirte más. No quería que esto llevara a algo mucho mas grande y mira como estoy- negó con lágrimas en sus ojos- Me ayudaste ese día y créeme que jamás había dejado que alguien me toque, tenía pánico de que me descubrieras y pasara esto. Que tu actitud cambiara hacia mí por ser quien soy.- peino su cabello- Sabes no planee esto, solo escape me sentí encerrado, ahogado en mi mundo en mi lugar seguro que simplemente Salí, no, escape. Jamás pensé encontrarme con alguien en el bosque. Jamás pensé encontrarte y lo hice- mordió su labio- soy alguien normal, cada detalle que me diste lo valoro como no tienes idea, cada tarjeta esta en mi recamara en una caja de madera junto a mi mesa de noche, cada mañana es dedicada a ti desde mis pensamientos, cada respiro es por ti- bajo su cabeza- cuando digo que no puedo ofrecerte mucho- sorbió su nariz- es que no podre ofrecerte andar libremente en la calle, no sin una compañía, no sin mi mano entrelazada con la tuya. Un país entero no es un regalo para ti. Sería muy irresponsable de mi parte darte mayor responsabilidad.
-Te amo, te amo. En serio lo hago. Lo siento aquí y es tan pesado que no quiero que se aligere- lloraba con la cabeza baja- no quiero dejar de verte, no quiero dejarte ir, y si me consideran un egoísta príncipe por esto, entonces lo soy.- ella simplemente se quedó parada, mirándolo con ojos rojos del llanto que ambos compartían- No me veas como un príncipe por favor, para ti no lo soy. Para ti soy Mochi. Soy Jimin.
Todos estaban oyendo aquello que desesperadamente salía de los gruesos labios de aquel joven que en su corazón anhelaba que ella no lo rechazara.
Jin lo veía con ojos cristalizados, tanto se estaba abriendo, tanto peso. Jimin enserio era un alma pura, de las pocas que se encuentran en el mundo, de las pocas que sienten un amor sincero. De las pocas que aman con el corazón.
Max, apretaba su celular en mano y no por celos. Lo hacía por impotencia de no saber cómo se encontraba ella con esto, ante la confesión del joven el había quedado en el limbo. Saber que tu amiga está siendo cortejada por el príncipe no es algo que digerir con facilidad.
Ella bajo la cabeza llorando apretando sus manos. No recibió respuesta, ella no hablo.
Jimin retrocedió con la cabeza gacha. Dio la vuelta y empezó a caminar hasta su equipo, eso pensó hasta que fue rodeado por dos brazos, un peso en su espalda y un llanto delicado.
-Lo siento, lo siento- Jimin se tensó, no había oído algo así en su vida.- Soy egoísta por no querer dejarte ir ahora, lo soy por querer oírte, por querer volver a besarte, por anhelar tus ojos- suspiro para calmarse- soy egoísta por querer el amor de alguien que no conocía hasta este segundo.- se separó y el volteo a verla, su corazón de agrieto a verla de esa manera- No amo al príncipe- negó y Jimin se rompió, bajo su cabeza- No amo al rey de Corea, no quiero una nación- Yo.. Yo amo a Mochi, a mi chico con camuflaje- Jimin levanto su mirada- Yo te amo a ti Park Jimin, no al príncipe de Corea.
Y sin más, beso sus dulces labios. Con varios apuntándole por la cercanía, con llantos de algunas chicas de servicio cerca, con un Jin orgulloso y con un Max con sonrisa.
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The Golden Prince©
FanfictionAgobiado por permanecer tanto tiempo en el palacio Jimin decide salir a caminar, pero de una forma diferente. Escapándose de los muros del palacio vestido de negro y escondiéndose como un ladrón conoce a una chica que le robara su corazón. Y tras en...