Capítulo 58

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Hora de volver

Había pasado un mes desde que los chicos estaban de luna de miel, cada día para ellos era el mejor; salían escoltados hacia todas partes, conocieron muchas cosas y en especial Jimin amaba despertar al lado de su esposa cada mañana.

Cada día a su lado era un sueño para el, un sueño que se volvía realidad cada noche y cada despertar a su lado.

Pero como todo, sus vacaciones de luna de miel tenían que terminar, Jimin debía volver su padre había organizado todo para a coronación, y no podían cambiar la fecha.

Vendrían muchas personas del mundo, actuales reyes y políticos.

Con pesar esa madrugada miraba el cielo algo nublado de Francia, era su última noche allí, en la mañana se irían directo al aeropuerto. Las calles estaban vacías, miro hacia atrás; su bella esposa dormía pacíficamente, su cabello castaño estaba desparramado por toda esas almohadas blancas, su cuerpo estaba cubierto por unas sábanas del mismo color tapando su desnudes.

Jimin no saciaba de ella, era mágico cada vez que hacían el amor. Mordió su labio al ver tan hermosa imagen y pensar que era su amada, su esposa; era de él.

Cuatro y treinta de la mañana, suspiro dejando su celular a un lado y se acostó tomando por la cintura a su amada chica.

-¿No puedes dormir?

-Pensé que ya estabas dormida- beso su cabello.

-Pensaste mal- subió su rostro hasta estar lo suficientemente cerca de su rostro- ¿Algo te molesta?

-No, nada

-Jiminie, dime- beso su pecho desnudo.

-Siento que lo que viene ahora en más, será trabajo y no creo verte sino en las noches.

Ella sonrió con ternura.

-Jimin, no debes preocuparte por eso- beso sus labios- si tendrás trabajo, pero habrá tiempo para ambos. Tenemos toda la vida.

-Sé que no debo preocuparme por eso, pero no quiero dejarte de lado por mis obligaciones.

-No lo harás- lo beso.

-Te amo ¿Sabias?

Asintió para ahora fundirse nuevamente en uno.

...

Jimin caminaba por el aeropuerto de Francia, era fotografiado por la multitud de personas y paparazzi que estaban a los lados. Su esposa iba a su lado tomando sus manos más los guardaespaldas de cada uno.

Al llegar a la pista privada, Jin detuvo a Jimin y este dejo que escoltaran a su esposa hasta dentro.

-¿Sucede algo?

-¿sabes que tienes una linda marca rosa aquí?- señalo su cuello, exactamente en la manzana. Jimin abrió mucho sus ojos y tocando allí- Una gran noche su alteza- afirmo.

-No me di cuenta- bajo el cabeza nervioso, Jimin no podía tener marcas en su cuerpo y mucho menos ahora un lindo regalo en su cuello por lo de la madrugada.

-Lili te puede colocar algo de maquillaje.

-Espero cubra- hablo bajito, caminaron hasta estar dentro del avión. Toco con nerviosismo el hombro de su esposa, ella lo miro- Amor- tartamudeo.

-Si

-¿Tienes maquillaje?- Lili frunció el ceño- Es que- jugo con sus dedos- tengo algo aquí- señalo su garganta, y allí se dio cuenta.

-Oh, claro ven- se acercó a su bolso de mano y saco un pequeño estuche- lo llevo siempre, te maquillare un poco ¿sí?- el asintió.

Mientras el piloto anunciaba que despegarían ella iba maquillando la piel de su esposo, reía mientras sentía la brocha de ella. Ambos estaban solos allí, pues Jin iba en la parte de atrás junto a otros.

Durmieron durante un buen tiempo, hasta que una aeromoza los despertó indicándole que dentro de diez minutos aterrizarían en Seúl, se arreglaron lo más presentables pues sabían que al bajar miles de fotógrafos y periodistas los esperarían.

Al llegar muchas personas los recibieron, algunos con regalos que tomaban los guardias cerca de ellos. Subieron a una camioneta rumbo al palacio.

-Padre- Jimin lo abrazo en cuando llegaron- Te extrañe.

-Se nota- hablo ganándose una risa y rubor de Jimin- me llamaste cinco veces, en un mes.

-Recuerde majestad, que Jimin tenía asuntos pendientes con la cigüeña- los presentes rieron, pero Jimin solo atino a darle un golpe en la nuca.

-Kim Seokjin, que irrespetuoso- hablo nana llegando, abrazo a ambos chicos- Los extrañe a ambos, hacían falta aquí.

-Ya volvimos nana- dijo la chica sonriendo.

-Qué bueno- dijo el rey- ya era momento ¿Cómo la pasaron?

Todos fueron hasta la sala amarilla del palacio, allí se sentaron cómodos y sus mucamas traían con ellas aperitivos para la conversación de su viaje, todos escuchaban como ambos contaban emocionadamente y un brillo en sus ojos como les había ido, y como habían conocido parís.

Así hasta que el rey carraspeo, y allí supo Jimin que tenían que hablar seriamente.

-Jimin y yo nos retiraremos al despacho- se levantó- hablaremos en la cena.

...

Jin estaba en el jardín viendo las flores que estaban colocando desde hace dos horas, el rey se había llevado a Jimin y aun no aparecían o salían de su despacho. Estaba orgulloso de su amigo/hermano y sabía que sería un buen gobernante.

Tocaron su hombro y al voltear lo vio, su sonrisa era esplendida y su frescura le llegaba a él. Jimin estaba contento.

-Tardaron mucho.

-Papa quería mostrarme algo, darme algunos consejos y decirme exactamente la fecha de la coronación.

-Qué bueno- asintió, su mirada en las flores- ¿Cuándo será?

-Mañana- Jin lo volteo a ver con los ojos muy abiertos. ¿Tan rápido?- Tranquilo, estoy preparado- tomo su hombro nuevamente- ¿Me llevarías a este sitio?- le señalo un lugar y Jin frunció su ceño.

-¿Por qué te llevaría allí?

-Quiero darles una sorpresa. 

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The Golden Prince©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora