Capítulo 41

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Doble atentado 

-¿Hablaste con él?- pregunto Max, él y ella estaban en la pastelería, eran las ocho de la noche y ambos estaban solos. Negó- Deberías, él es tu felicidad y no me interpondré entre ustedes.

-No es que te interpongas- suspiro- si no que... desde que llegue aquí todo lo he hecho contigo, hemos crecido y trabajado juntos durante mucho tiempo. Me ayudaste cuando más te necesite y acudiste cuando no tenía refugio, dime ¿Cómo podría abandonarte?- dijo con ojos cristalizados.

-Eso no es abandonar boba- sonrió con ternura- en algún momento de nuestras vidas teníamos que encontrar a alguien, y tú ya lo hiciste. ¿Por qué no intentarlo? Después de todo ya eres conocida mundialmente- rio junto con ella- no me abandonaras con tan solo mudarte, harás una vida que es otra cosa. ¿Lo amas cierto?- asintió- entonces no te detengas por mí.

-No quiero dejarte solo.

-No lo harás- negó tomando su mano- estaré siempre aquí para ti, así como sé que tu estarás para mí. Te visitare y obviamente me escoltaran.

-Toda una celebridad.

-Toda una celebridad- ambos se levantaron y fundieron en un largo y cálido abrazo.

...

Jimin miraba su celular de forro dorado, este estaba situado en la mesa de noche, las cortinas azules estaban cerradas y él se encontraba solo en su habitación.

¿Por qué no entendía cuanto miedo tenía el? ¿Por qué se le hacía tan difícil aceptar?

Sacudió su melena negra, dos toques en su puerta lo hicieron voltear. Su nana entraba con una bandeja plateada en mano.

-Creí que te gustaría un bocadillo nocturno- sonrió

-Solo necesito a alguien, no algo- suspiro sentándose en la cama- Nana, ¿crees que está mal lo que hice?- la miro- de decirle que viniera conmigo, Jin no me habla desde hace cinco horas.

-Cariño, entiendo porque estas tan estresado. Pero ten en cuenta que lo que le pediste es muy importante- peino sus cabellos revueltos- es dejar su antiguo hogar donde creo recuerdos con su amigo, es dejar una libertad que ya no tendrá en ciertas cosas- tomo sus manos- Jimin, quieres hacer una vida con la persona que amas, al igual que ella. Pero ten en cuenta como se sentirá al dejar todo eso. ¿Si dejaras a Jin y todo esto de un momento a otro como te sentirías?- el bajo su mirada- Ves, tengo fe que esta pequeña pelea que tienen se arreglara y tu deberías hablar con el gruñón aquel.

Ambos sonrieron.

Pero luego las luces se fueron y la alarma roja se encendió, una explosión muy fuerte que hizo gritar a la Nana del príncipe.

-Fue del ala este- dijo Jimin abrazando a su nana, tomo el teléfono en mano y pulso el botón de emergencia.

...

Lili y Max veían las noticias esa misma noche, imágenes del palacio siendo consumido en un área de él detonaron las lágrimas de la chica. Tenía miedo, mucho miedo por Jimin, pensar que le pudo haber pasado algo le daban un ataque de ansiedad.

-Calma pastelito- decía Max, mirando la misma escena que ella.

Unos disparos se escucharon en el pasillo, Max miro rápidamente a su amiga. Acto seguido corrió hasta la pantalla de seguridad y vio varios hombres disparándose, entre ellos los guardias reales de la chica.

Camino rápidamente y la tomo de la muñeca dirigiéndose hasta su cuarto, abrió el closet y saco un bolso negro y allí introdujo ropa y luego fue a su cuarto copiando la acción.

La desesperación de ella se podía sentir en el aire y el solo se mantenía en silencio.

-Tenemos que salir de aquí, pastelito- esta lo miro- colócate los zapatos, saldremos por la ventana.

-Estamos en uno de los últimos pisos Max- negó- podemos caer.

-No lo haremos- tomo su mano y la acerco hasta la gran ventana- es fácil, solo saldrás y caminaras hasta la punta ¿sí?- ella negó- cariño, sé que tienes miedo y créeme yo igual- la tomo de las manos- pero tenemos que salir de aquí.- asintió- bien, camina hasta la orilla y allí hay una ventana de emergencia, golpéala.

Dicho esto ambos lo hicieron, caminaron con temor por el borde, los disparos se escuchaban de fondo junto sus palpitaciones aceleradas. Max llevaba el bolso de su amiga, al llegar juntos golpearon la ventana hasta que esta reventó y Max la hizo pasar con cuidado.

-Ahora saldremos de aquí y bajaremos por las escaleras de emergencia- ella asintió-

Salieron de allí con rapidez, corrieron por las escaleras de emergencia hasta bajar al estacionamiento, el sudor era lo de menos en ambos cuerpos, no les importaba que su respiración fallara. Solo querían salir de allí.

Max arranco su auto hasta derrapar en el suelo, las calles estaban solas, el chico apretaba el volante mientras la castaña se agachaba en su asiento. El ruido del auto frenando la asusto; al alzar la vista dos autos negros estaban justo al frente.

Max puso el auto en retroceso pero dos más se pusieron atrás, antes de que idearan algo la puerta del copiloto del auto delante de ellos se abrió, un chico alto de cabellera negra que ellos bien conocían caminaba a paso apresurado.

-Jin- salió del auto corriendo hacia el, lo abrazo como una niña pequeña.

-Ya princesita, ya estoy aquí- miro al chico que también salía del auto- Vamos a palacio. 

 

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The Golden Prince©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora