Capitulo 5

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Actualidad 2020

El príncipe se encontraba leyendo unos papeles con respecto algunas ayudas sociales, Jin estaba sentado frente de él viendo su agenda para hoy.

-¿Qué tengo para hoy?

-Mm a la una tienes una reunión para recibir al duque, su esposa y su hija

-¿Mi padre estará?-Jimin lo vio

-Si

Jimin suspiro, se levantó de su silla y camino a la salida seguido de su amigo. Al entrar a su habitación observo varias mucamas colocando atuendos de acuerdo a la reunión de hoy. Reverenciaron y le explicaron cómo debía vestir, el asintió y todos salieron para que el pudiera cambiarse.

Ciertamente su mente no estaba para recibir visitas la vida que llevaba no era mala pero se cansaba y más cuando sabía que la chica que antes consideraba su amiga y solo quería parte de su reino junto a su padre vendría esa misma tarde a una junta con ellos. Suspiro quitando cada prenda de su ropa para darse una larga ducha.

Ya vestido se dispuso a caminar con Jin detrás para estar en las puertas principales, ya allí se formaron, Jimin se colocó a la izquierda de su padre, Jin a su lado y varios guardias reales a sus lados. El auto con las banderas del reino más dos camionetas escoltas entraron. De ellas bajaron dos hombres de negro y abrieron para darle paso a un señor mayor de canas con un traje negro y camisa blanca, luego una mujer con falda corte tubo color rosa pálido junto a una camisa del mismo color y un sombrero blanco con adornos y un par de plumas.

-¿A qué pájaro habrá matado?- dijo Jimin en voz baja, pero lo suficientemente alto para que Jin y los guardias del al lado oyeran. Ellos rieron menos Jin que los fulmino con la mirada y luego a Jimin, este solo le regalo una sonrisa de labios sellados.

Luego de ellos bajo la chica, esta vez no tenía su cabello como Jimin lo recordaba, claro eso fue hace años. Ahora lo llevaba amarillo recogido en un moño con un vestido rosa y zapatos altos del mismo color. Ella le sonrió a Jimin y este cerro los ojos con fuerza.

-¿Sucede algo alteza?- pregunto Jin

-Me dañara la retina- Jin rodó los ojos, este enano nunca cambiara pensó. Los soldados aguantaron las risas, cuando Jimin quería ser gracioso lo hacía nunca se metía con una persona, pero ellos lo tomaban normal en este caso ya que sabían quién era ella en su vida. Su padre solo negaba y se acercó a recibir a sus invitados. Después de recibir a la familia se dispusieron a entrar hasta una de las salas principales donde los esperaban varios empleados para servir el té mientras conversaban.

-Bueno ya sabrá mi visita su majestad, conversemos un poco sobre ese proyecto- comento el hombre de canas mientras su esposa tomaba él te con tranquilidad al lado de su hija. Su majestad empezó con la charla mientras Jimin escuchaba atento pero se sentía incómodo pues aquella chica le miraba demasiado, Jin solo se mantenía a su lado de pie. Hasta que Jimin coloco la taza en la pequeña mesa de centro y se levantó.

-Padre lamento interrumpir tu conversación no me siento bien y deseo descansar

-¿Estas bien hijo?

-Sí, solo deseo descansar un poco

-Está bien- le sonrió- puedes retirarte

-Con permiso y disculpen- reverencio y los demás repitieron su acción- Jin

Saliendo de la sala seguido de su escolta caminaron hasta la habitación, el joven se fue quitando cada prenda hasta colocarse solo una camisa ancha y un mono de pijama, suspiro y miro a su amigo.

-Puedes ir a descansar un rato Jin

-Se porque saliste de allí, no diré nada para reprocharte te entiendo- suspiro caminando hasta la salida- Descansa cuando este la cena subiré. – Jimin sonrió y asintió mientras veía como su amigo se desaparecía por la gran puerta, suspiro mirando el techo de la habitación y una idea le cruzo por la mente.

Se levantó de la cama y observo por la ventana más allá del muro existía una ciudad un país con millones de habitantes dirigidos por su padre y en un futuro por él. Eso ya era un hecho Jimin por ser el único heredero debía cumplir con las leyes. Solo había una regla que Jimin debía cumplir y era no salir del palacio, a menos si tenía escoltas, cosa que no le gustaba porque cuando salían no podía acercarse a nada ni nadie sin ser aprobado o verificado por ellos. Pero ahora estaba solo y sin vigilancia.

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The Golden Prince©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora